Investigación

A un mes de la denuncia de abuso en el hospital prosigue la investigación

Una de las medidas es una pericia psicológica que se le efectuará a la víctima de 28 años. Antes, se solicitaron exámenes de ADN entre otros informes. Lo que trascendió, que el acusado –quien tendría denuncias en una clínica privada de la ciudad– sólo fijó domicilio en relación a la causa.

  • 23/11/2017 • 08:46

La Justicia sigue solicitando informes en el caso de la paciente que fue abusada por un enfermero en el Hospital Regional de Río Gallegos. Ahora las autoridades judiciales que investigan el caso, han solicitado que en los próximos días se le efectué una pericia psicológica a la mujer de 28 años, quien el pasado 20 de octubre denunció que un enfermero la sedó y abuso sexualmente de ella.

Antes, se solicitaron exámenes de ADN entre otros informes. Lo que trascendió, que el acusado –quien tendría denuncias en una clínica privada de la ciudad– sólo fijó domicilio en relación a la causa que investiga el Juzgado de Instrucción N°3 y está a disposición de la Justicia.

La mujer habló del tormento que vive tras el ataque sexual, criticó a las autoridades del centro hospitalario y demandó que el caso sea investigado para que el sujeto reciba una condena.

Ramona brindó una entrevista a TiempoSur hace ya un mes y comentó en aquella oportunidad que padece de diabetes y que recurrió al Hospital Regional donde quedó internada en la habitación 134 A, porque los médicos que la asistieron querían practicarle exámenes. Su marido no pudo acompañarla, ya que debía cuidar de los chicos, trabajar, y el horario de visitas es restringido. Pero a la habitación trasladaron el miércoles a una muchacha de unos 21 años con lesiones de intento de suicidio. Con acompañante de habitación, Ramona se sentía más segura y menos solitaria. Distintos enfermeros y enfermeras pasaron por distintos turnos. No obstante, el miércoles comenzaron las primeras sospechas, ya que un enfermero se presentó en el cuarto, y a la joven que tenía heridas cortantes en los brazos, la llamaba “bebé” y “reina”, a pesar que había familiares de la paciente. Esto le llamó la atención de Ramona, pero no se imaginó lo que le esperaba.

El depravado, le preguntó: “¿Dónde está tu marido?”. Ella le contestó que estaba en su trabajo y al cuidado de sus hijos. No obstante, el enfermero pensó que la paciente era vulnerable, porque sólo vio que una amiga la fue a visitar y a llevarle una botella de agua.  

Luego de esa situación incómoda que pasó con el enfermero de unos 48 años, la mujer no quedó tranquila y le costó dormir.

 

Abuso e impotencia

Cerca de las 07:00 del otro día, ingresó a la habitación el cuestionado enfermero con la excusa de controlarle el suero. Aseguró que él le afirmó: “Te va a doler” y aseguró que con una jeringa le introdujo un líquido que le causó ardor en un brazo. Luego ella remarcó que era la primera vez que el individuo exhibió dos jeringas, cuando siempre llevaba sólo una.

Inmediatamente, Ramona comenzó a adormecerse y a sentir debilidad. Lo último que vio, es al enfermero cerrar la puerta de la habitación y apagar la luz. “Percibí que estaba al lado mío. No quería dormirme pero no podía abrir los ojos y pasó lo feo”, aseguró la mujer con voz desconsolada.        

Cerca de las 08:00 despertó e ingresó una practicante de enfermería la UNPA, y fue a quien le confesó lo que le había sucedido. La muchacha le prestó su teléfono para que pudiera llamar a su esposo, y a su vez la estudiante fue en búsqueda de las autoridades. Luego entró una enfermera junto al sujeto, y ante las acusaciones, el individuo disparó: “Vos estás loca”. Mientras que la compañera del abusador le preguntaba a Ramona: “¿Estás segura de lo que viste?”. Después llegó la doctora Vázquez, quien había internado a la paciente, y la consoló y lamentó no haberle dado el alta el día anterior. Su marido alertó a la guardia policial en el hospital.

La víctima y su marido en otro tramo de la entrevista, hicieron hincapié en la postura que tuvieron las autoridades del Hospital Regional minutos después de conocer la denuncia. “A mí no me fue a ver nadie”, advirtió Ramona, ante la consulta si alguien en representación del hospital se puso a su disposición. “La policía me contuvo en todo momento”, agregó. 

Por otro lado, la mujer afirmó que en los tres días que estuvo internada, no se limpió la habitación, pero tras conocerse el caso, quisieron limpiar el cuarto y en especial el baño, llevarse los residuos y cambiar las sábanas. Buscando asesoramiento, Ramona llamó a su patrona, quien es oficial de policía, y le aconsejó que no se debía limpiar, ni sacar nada de la habitación y que se tenía que reguardar el lugar hasta que se realizaran las pericias y secuestros que ordene la Justicia.     

A través de un comunicado de prensa, desde el hospital se indicó: “Se tomó en conocimiento del hecho y de manera inmediata se realizaron las gestiones judiciales y el sumario correspondiente, separando de sus funciones al presunto involucrado”.

“Asimismo se dio cumplimiento a las medidas de protocolo de cuidado por sospecha de abuso y se dio intervención a las áreas sociales y de género”, se remarcó el sábado en el comunicado.

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