Mueren 10 personas y una niña fue herida por ataque armado

El ataque sucedió el sábado por la noche en un taller mecánico ubicado en un barrio del suroeste de Guayaquil. Esa misma noche, la Policía tuiteó que investigaba un "hecho violento" registrado en esa zona de la capital y que "unidades de inteligencia" llevaban adelante "acciones operativas a fin de identificar a los responsables".

El general del distrito, William Villarroel, dijo en conferencia de prensa que el ataque sucedió alrededor de las 20:40, cuando varios sujetos realizaron disparos con armas largas desde un camión contra las personas que se encontraban reunidas mirando un partido de fútbol.

Agregó que una niña de cinco años debió ser trasladada a un hospital por heridas de esquirlas y una mujer también había resultado lastimada, pero no dio más detalles; y que tres de los asesinados tenían antecedentes penales por robos, tenencia de armas y tráfico de drogas.

La Fiscalía General de Ecuador dijo hoy en Twitter que "abrió -de oficio- una investigación previa por el asesinato de 10 personas, tras un ataque armado suscitado la noche de este sábado en las calles Gómez Rendón y la 14, al suroeste de Guayaquil. Otras 2 personas están heridas". Por el momento, no hay detenidos por este ataque.

En la madrugada, en el lugar del ataque se podían ver cuerpos tendidos en la acera, en medio de charcos de sangre. Alrededor, personas lloraban y se abrazaban mientras la policía acordonaba la escena, de acuerdo a lo que informó la agencia de noticias AFP.

Guayaquil se encuentra desde el 1 de abril en estado de excepción, un mecanismo que permite movilizar militares a las calles e implantar toques de queda, debido a que se convirtió en un escenario de combate de bandas criminales, y crecieron las incautaciones de droga a la par de las muertes violentas en calles y cárceles.

Ubicada en el suroeste de Ecuador, Guayaquil es una de las ciudades más golpeadas por el narcotráfico y la violencia que asolan a este país sudamericano, cuya posición en el Pacífico es estratégica para el envío de droga hacia Estados Unidos y Europa.

El gobierno del presidente Guillermo Lasso declaró terroristas a los grupos criminales, lo que permite a las Fuerzas Armadas patrullar las calles junto a la policía, para combatir la criminalidad interna.