Volvieron las clases, volvieron los piojos

Durante los últimos dos años de pandemia y a raíz del distanciamiento social, que obligó a los alumnos a estudiar desde sus casas, los casos de pediculosis –los piojos de toda la vida- volvieron a aparecer. Se trata de un mal que, si bien no es algo grave, produce molestias en los más chicos y un gasto en productos para eliminar a los invasores por parte de los padres.

En 2021, un estudio argentino, el primero en el mundo que abordó la temática del impacto de las cuarentenas en la pediculosis, concluyó que la prevalencia de los piojos en niñas y niños en edad escolar pasó del 70 por ciento al 44 por ciento después de los aislamientos estrictos, es decir que tuvo una caída de 26 puntos porcentuales.
Ahora con el retorno a clases presenciales y los chicos en las aulas, volvieron a atacar los piojos. Varios alumnos regresaron a sus casas con visitantes en la cabeza o notas por parte de los profesores, pidiendo que se revisen las liendres y se tomen medidas.

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Se trata de un problema común y de toda la vida.

Cómo tratarlo 

La picazón de la cabeza es la señal de presencia de estos insectos.

Si se detecta que el niño tiene piojos:
•    no utilizar sustancias peligrosas (como kerosén, insecticidas, productos para animales, etc.) porque pueden ser tóxicas.
•    consultar en el Centro de Salud qué producto es adecuado para colocar en el cuero cabelludo.
Además, para disminuir la probabilidad de reinfección:
•    Revisar diariamente la cabeza de tu hijo y pasale un peine fino de metal.
•    Evitar compartir y que tu hijo comparta elementos que están en contacto con el pelo (hebillas, peines, vinchas, almohadas, abrigos).
•    Aplicarle a tu hijo vinagre en el pelo (no en el cuero cabelludo), ya que ayuda al desprendimiento de las liendres.