Tenía leucemia, atravesó 64 quimioterapias y ahora está libre de cáncer

En el año 2023, la joven ríogalleguense de -en ese entonces- 12 años de edad Celeste Sánchez Torres transitaba su vida con normalidad como lo había hecho en los últimos años. Sin embargo, un día se levantó con un fuerte dolor a la altura de sus ovarios y un sangrado. Inmediatamente su madre, Gisella, decidió llevarla  una guardia pediátrica para descubrir el origen de dolor pensando que se trataba, simplemente, de algún malestar temporal. En el transcurso de los estudios, los médicos lograron vislumbrar un elemento en su ovario izquierdo por lo que le informaron a Gisella que se trataba de algo atípico y le recomendaron viajar con su pequeña a la provincia de Buenos Aires para que se realizara una serie de estudios: “Acá no tenían para hacer resonancia ni maquinarias para hacer los estudios necesarios. La derivaron esa misma madrugada en un avión sanitario y vinimos acá a Buenos Aires en el Hospital Militar en donde le hicieron todos los estudios: resonancia magnética, nuclear, ecografía, todo lo que tenían que hacer”, contó la madre de Celeste, Gisella, a Tiemposur.

Para la sorpresa de ella y su hija, no se trataba de algo pasajero: Celeste tenía un tumor. Los médicos le explicaron que debían de extraerle el ovario completo y, tras hacerle una punsión en la médula, lograron descubrir de que se trataba: una leucemia. Luego del diagnóstico, la joven Celeste debió comenzar con un tratamiento de quimioterapia y, hasta el momento, se ha realizado un total de 64 quimioterapias por vena: “En el medio tuvo muchas recaídas porque la quimioterapia te baja mucho las defensas y te deja sin fuerza, por lo que la luchó hasta donde pudo. Fue una lucha muy grande y ahora último terminó sus quimioterapias y le agarró una infección en la rodilla por lo que no camina muy bien, pero por lo menos ahora se puede parar”, contó su madre

"Fue una lucha muy grande"

Gisella, madre de Celeste. 

Gisella recordó el momento en el cual su hija fue diagnosticada con leucemia: “Yo no lo quería aceptar, al principio me puse re mal. Ella nació sana, nunca tuve un problema de nada, tuve un parto normal y de repente que me den esa noticia fue un balde de agua fría, no lo podía creer. Tuve que dejar todo atrás, tengo un nene más chico que lo tuve que dejar en Río Gallegos y quedó con sus abuelos y me vine para acá con ella mucho tiempo, igual tuve que dejar mi trabajo, mi casa y mis cosas. Es difícil todavía porque aún seguimos acá, sin poder movernos”, expresó la madre de la pequeña la cual se encuentra atravesando la primera etapa de su recuperación y la última etapa de su tratamiento, lo que significa un nuevo comienzo para ella y su familia ya que el día martes, a las 14:30 horas, Celeste tocará la campana en el Hospital Militar de Buenos Aires, lo cual significa que ha logrado ganar la batalla contra la leucemia.

“Eso es lo que más nos alegra, tanto a mi como a ella. Ella está contenta porque ya no quería saber nada; hubo un tiempo en el que ella entró en depresión y me dijo que ya no quería hacerse más quimios para no sufrir. Fue muy fuerte y shockeante; ella está con psicólogos y todo, logró salir y en la última punción que le hicieron ya no tenía enfermedad, por lo que ya no debe hacer más quimioterapia por vena. Sigue con el tratamiento pero es comprimido, por eso es que ella va a tocar la campana porque es la primera etapa”, explicó Gisella.

La madre de la pequeña luchadora contó que, durante todo el duro proceso de los tratamientos oncológicos, recibió un gran apoyo no sólo de aquellas familias que se encontraban atravesando una situación similar sino que también de toda la comunidad de Río Gallegos: “Ellos oraron mucho y yo, ante eso, estoy muy agradecida. Hubo cadenas de oración cuando ella estuvo mal en las recaídas y estoy agradecida con todo el mundo”, recordó.

Por último, la madre de Celeste remarcó la importancia de la donación de médula ósea y de poder hablar y concientizar sobre el cáncer infantil: “Quiero resaltar la importancia de la donación de médula ósea porque yo no tenía idea de lo que es una médula ósea o lo que es su trasplante, uno va aprendiendo con lo que le va pasando. Estaría bueno que se difunda el tema, nadie se anima a ser donante y en realidad es donar sangre, es un tema muy importante ya que puede salvar a mucha gente. El cáncer infatil es muy doloroso, el ver nenes con diferentes patologías. Debe ser un tema más abierto ya que los nenes sufren mucho y necesitan mucho apoyo psicológico y económico”, cerró.