La columna del domingo | | Por Stella Cvjetanovic

Ser escritora en el interior profundo de Santa Cruz

Escritora de Perito Moreno. Autora del libro “Cuando las lilas florecen” * 

  • 09/06/2025 • 12:34

Nací en Puerto San Julián, aunque vivo en Perito Moreno casi desde siempre. Recientemente me jubilé en el Poder Judicial como Defensora Oficial y me mudé al campo, a 176 km de la localidad, algo que siempre fue mi proyecto de vida.

Desde que tengo memoria tuve vocación e inquietud por la escritura. Fue en el campo, en la zona de El Correntoso, donde aprendí a leer y escribir. Siempre veía a mi padre leer todas las noches y eso para mi encerraba un gran misterio que quería develar. De muy niña escribí cuentos y luego poesías.

Mi libro se llama “Cuando las lilas florecen” y el título busca hacer una comparación entre las mujeres y la aparente fragilidad de esas flores tan especiales que crecen en las condiciones más hostiles, resisten todo y cada noviembre vuelven a florecer. Las lilas viven más de cien años, por eso siempre se las ve en las estancias abandonadas.

Intento transmitir eso en el título de mi libro, el primero que publico. Es una novela que relata en primera persona la historia de una mujer que, próxima a morir, rememora su vida y le cuenta a su primer marido, con quien fue obligada a casarse a los 14 años, qué pasó luego de su muerte.

Es un largo monólogo donde ella relata todas sus vivencias y expone sus sentimientos descarnadamente. La intención es transmitirle al lector el sentir de la protagonista y su proceso de crecimiento a través de un hecho traumático.

Publicar este libro es algo que me debía a mí misma. Siempre quise escribir una novela y lo tenía pendiente. No es algo barato, porque el autor debe afrontar los costos de esta ilusión que es concretar un sueño, sabiendo que a veces no se recupera la inversión.

Es difícil por lo inaccesible de lo económico. Y siento que la difusión se ha vuelto una cuestión que no siempre se puede manejar. El boca a boca, las redes sociales, las recomendaciones, todo influye actualmente.

Hoy hay que saber difundir y dedicarle tiempo a eso, porque por sobre todo se trata de insistir. Es imposible construirlo de un día para otro. Estamos ante un mundo desconocido y difícil de conquistar. Por eso hay grandes escritores que, por factores que manejan otros, nunca llegarán a ser conocidos.

El formato digital es una propuesta de las editoriales para que en cualquier lugar del mundo alguien pueda comprar tu libro. Hoy las nuevas generaciones se inclinan abiertamente por este modelo. A mí me gusta más tener el libro de papel en las manos, tocarlo, sentirlo, algo que seguro nos pasa a todos los que tenemos algunos años.

La novela es la forma que encontré para contar una historia de vida. Pretendo transmitir el sentir de la protagonista en un tiempo adverso para las mujeres, solo por su condición. Mi bisabuela Juana Ortega inspira a uno de los personajes y eso también es una especie de homenaje. Suele pasar que uno tiene una idea y eso es producto de la inspiración que alguien le motivó.

Hay mucho héroe desconocido que merecería que su historia sea contada porque sus esfuerzos han sido tan extraordinarios como anónimos. La gente de campo no habla, sólo trabaja. Eso lo aprendí de mi papá Mirko, fallecido en noviembre a los 95 años. Detrás de cada estancia hay historias épicas que merecen ser contadas y son dignas del guión de una película.

No sé si escribiré más libros, el tiempo me dará la respuesta. Inspiración tengo de sobra con todas las historias familiares con las que he crecido.