Preocupante

Río Gallegos: Comedores y merenderos en crisis

TiempoSur lleva adelante informes especiales respecto a la situación en la que se encuentran los precios, los entes y las organizaciones sociales. En esta oportunidad, te contamos cómo, a partir del comunicado de la Comisión Episcopal de Cáritas Argentina, se encuentran los comedores y merenderos de Río Gallegos.

  • 11/02/2024 • 10:07

Los comedores y merenderos fueron un tema caliente en lo que va de febrero, ya que, hubo una gran polémica con la ministra de Capital Humano que, en declaraciones a medios nacionales, dijo que iba a recibir a toda la gente que sufriera hambre y, posteriormente, no lo realizó.

También, a nivel nacional, varias organizaciones sociales reclamaron alimentos para los comedores populares visto la situación económica en la que se encuentra el país.

Pero esto no fue todo, sino que también la iglesia, mediante la Comisión Episcopal de Cáritas Argentina, se sumó a esta situación y pidió, por dos veces consecutivas, alimentos para los comedores populares, detallando que "cientos de miles de familias" en el país tienen problemas para "alimentarse bien" y que “como obispos, en el trato pastoral con la gente sencilla, hemos aprendido que un plato de comida no se le niega a nadie. Es que en nuestra patria nadie debería pasar hambre, ya que es una tierra bendita de pan”.

En este marco y en medio del conflicto con los piqueteros de izquierda y organizaciones sociales por la falta de comida en los comedores y merenderos comunitarios, la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, firmó hace unos días un convenio por 20 mil millones de pesos para la compra de 5 millones de unidades de alimentos con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI).

Argentina es un país que, por su economía cambiante, cuenta con gente solidaria que trabaja día a día para que a nadie le falte un plato de comida en su mesa.

También, algo que dejó la gestión previa a Javier Milei fue el ReNaCOM, un registro que permite contar con información precisa acerca de cada uno de los comedores y merenderos que distintas organizaciones de la sociedad civil llevan adelante en los barrios de todo el país brindando asistencia alimentaria de forma gratuita a personas en situación de vulnerabilidad social.

Hasta fines del 2023, el país contaba con 41.253 mil comedores y merenderos inscriptos en este registro creado por el (ex) Ministerio de Desarrollo Social. Esos son los que tienen relación con el Estado, aunque la cantidad realmente existente es mayor.

Por su parte, el Estado Nacional es quien, a través del Ministerio de Capital Humano, debe acompañar y fortalecer, a través de un programa vigente, a los comedores y merenderos.

El mismo tiene como fin “acompañar estos espacios para garantizar el acceso a alimentos de personas y/o grupos familiares en situación de vulnerabilidad y complementando los servicios alimentarios con acciones orientadas a fortalecer su capacidad de gestión y mejorar la calidad y las condiciones de su trabajo comunitario y asistir técnicamente a las organizaciones para cumplir con los criterios nutricionales sugeridos en las Guías Alimentarias para la población argentina, publicadas por el Ministerio de Salud de la Nación”.

Visto y considerando los reclamos por parte del pueblo, la iglesia y los grupos más vulnerables, esto no se estaría cumpliendo.

En esta oportunidad, TiempoSur realizó un nuevo informe especial en relación con la situación en la que se encuentran los comedores y merenderos de Río Gallegos, contabilizando que hay más de 20 repartidos en todo el territorio.

Según pudo conocer este medio, más de 4000 personas depende, hoy, de un plato de comida o la ingesta de un alimento en un merendero o comedor comunitario.

En primera persona

Frente a estos preocupantes números, el director de Cáritas de Santa Cruz y Tierra del Fuego, Juan Obando, expuso: “Estamos con una rara calma y veremos cómo viene marzo. Nosotros entre comedores, merenderos y bolsones asistimos a 2000 personas solamente en Río Gallegos, lo cual me parece que es un montón”.

Y agregó: “Los sectores más vulnerables serían en las periferias, ya que la gente no llega a llenar la heladera porque si lo hace tiene la incapacidad de moverse con el transporte público y hoy el trabajo no te asegura que no lo vas a pasar mal”.

Respecto al comunicado emitido por la Comisión Episcopal de Cáritas, detalló: “Nosotros nos adherimos, es lo que nosotros venimos pidiendo más allá del gobierno y tenemos una frase que no se puede morir de hambre en la patria del pan y vemos cómo sigue el aumento severo de la pobreza y la desocupación y nosotros somos testigos que muchos hermanos viven la angustia”.

Tras ser consultado por el Gobierno Provincial, aclaró: “Nosotros no hemos solicitado ayuda, pero sí empezamos con algunos diálogos para ir viendo qué piensan y con este nuevo gobierno tenemos esperanza que al menos tienen la mirada de ordenar”.

Por otra parte, Haydee, del merendero Rayito de Luz, contó lo que están viviendo: “Actualmente, no está funcionando el merendero porque no tenemos insumos. Hemos recibido de Desarrollo Social lo que era harina en agosto y después se cortó todo”.

“Hicimos viandas con donaciones y estuvimos haciendo meriendas, pero ahora no se puede hacer nada porque no tenemos y acá asistían entre 60 y 70 familias, alrededor de 150 personas y hoy no podemos hacer ni meriendas por no tener insumos”, aseguró.

Ante esta situación, Haydee manifestó: “La idea siempre es que no haya comedores y merenderos porque las familias tendrían que estar bien, pero la situación que estamos viviendo hace que más gente tenga necesidades, hasta la misma gente que tiene trabajo se acerca”.

TiempoSur también pudo dialogar con Fabián, que es el coordinador del Centro Barrial Ceferino Namucurá y expuso: “Nosotros recibimos ayuda provincial, nos asisten con mercadería y la mayoría de las cosas las repartimos y acá trabajamos con chicos que están en situación de calle y consumo problemático y vienen a desayunar, se bañan y almuerzan”.

Respecto a la situación de las otras organizaciones solidarias, exteriorizó: “He escuchado que no se están entregando bolsones desde el gobierno, no sé si es por la falta de alimentos o porque se está acomodando todo, pero nosotros sí recibimos una ayuda”.

Taiana y Eliana del Merendero Sonrisas del Sur señalaron cómo se encuentra el mismo: “Estamos bastante complicados porque como sabemos se han sumado muchísimas familias porque se han caído varias fuentes de trabajo, nos sentimos en pandemia otra vez”.

Y exteriorizaron: “Se nos habían ido 30 familias que habían mejorado y volvieron ellas y 20 más y es muy poca la actividad que estamos haciendo porque las donaciones han bajado, en diciembre se nos cortaron los insumos del gobierno y nos dijeron que no iba a haber hasta que se normalice todo, pero no podemos esperar porque tenemos un listado de 54 familias y ahora ya no tenemos un control, nos piden alimento, remedios y es imposible asistirlos a todos”.

Manos de Ayuda no está excepto a esta situación que viven los demás comedores y merenderos y su representante, Cecilia, puntualizó: “Realmente está muy difícil la situación económica, se está complicando cada vez más y tenemos bastantes familias que se han sumado en estas últimas tres semanas” y adelantó: “Estábamos con una lista de 59 familias y en tres semanas hemos sumado 10 más, así que estamos con un total de 69 familias. Entre ellas tenemos tres mujeres embarazadas, en la cual una de ellas tuvimos que asistir con alimentos”.

Estos son algunos de los testimonios que comentan, en primera persona, cómo se encuentran los sectores más vulnerables de la ciudad que, a causa de las grandes subas de precio o la falta de trabajo, no tienen otra opción que acercarse a estas manos para poder ingerir alguna comida diaria.