Podría haber 3,2 millones de muertos en América Latina, según un informe del BID

En el marco del informe de “Políticas públicas frente al Covid-19”, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) advierte que en América Latina y El Caribe podría haber hasta 3,2 millones de muertos por la pandemia si no se adoptan todas las medidas sanitarias posibles.

“Sin capacidad para dar una respuesta eficaz, sin equipos sanitarios suficientes para responder a la oleada de enfermos, sin los medicamentos para su curación y sin una vacuna para impedir el contagio, modelos epidemiológicos sugieren que, en ausencia de intervenciones para frenar la tasa de infección, el número de muertes directamente atribuibles a la pandemia en América Latina y el Caribe podría legar a 3,2 millones”, destacó el organismo en el escrito.

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En tanto, ponderó la importancia de la cuarentena ya que que “todos los estudios epidemiológicos señalan que con las tasas de infección y mortalidad actuales, una medida menos rigurosa que el confinamiento estricto provocaría la rápida propagación del virus y podría resultar en una oleada de muertos sin precedentes”.

En este sentido, brindó recomendaciones que buscan “proveer insumos de discusión para los gobiernos de la región”.

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Para el BID, la pandemia produce “dos crisis paralelas”, una sanitaria, que implicará “en miles de muertes por los efectos directos de la enfermedad” y una económica, resultante del impacto de las respuestas sanitarias para mitigar los contagios y muertes. En ese marco, resaltó que “es imprescindible que las políticas económicas y sanitarias estén coordinadas”.

En ese contexto, señaló que las prioridades son las siguientes: Salvar vidas, proteger a las personas con menor capacidad de sobrellevar una caída de ingresos, compensar a los trabajadores y empresas más afectados por la contracción económica, y reducir los riesgos económicos sistémicos y los efectos económicos a largo plazo.

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Para la institución, la prioridad inmediata debe ser “evitar una pandemia incontrolada”. Al respecto, sostuvo su posición sobre el aislamiento obligatorio ya que es imperioso para el BID “recurrir a medidas de confinamiento generalizadas”.

Sin embargo, también se repara en las consecuencias económicas. En ese marco se pregunta: “Se debería proteger estas empresas con líneas o garantías de crédito, aun sabiendo que sus dueños y trabajadores son sustancialmente más ricos que el promedio?”. Acto seguido, se agregó la importancia de ser “pragmático, flexible, y asegurar que lo perfecto no se vuelva enemigo de lo bueno”.

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A su vez, se indicó que la región está “en una situación fiscal mucho más débil para responder a esta crisis que a la recesión del 2008/09” por lo que en ningún país “se podrán dar aumentos de gasto cercanos a los que se están dando en los países más ricos del mundo”.

El informe remarcó que la tasa de mortalidad de Covid-19 dependerá de los sistemas de salud para atender a los infectados y aclaró que en conjunto la región tiene serios déficits de camas hospitalarias, camas de cuidados intensivos y personal médico (médicos y enfermeros). Para el conjunto las cifras son de 1,8 médicos y 4,4 enfermeras cada 1.000 habitantes. Solo Argentina y Uruguay, se acercan a los promedios de países de la OCDE (3,5 médicos y 9,8 enfermeras cada mil habitantes).