Monelos sobre la polémica por la poda de árboles: “Poner un árbol puede ser un peligro”

A fines del año 2022 se dio inicio a las tareas de remodelación de la Avenida Néstor Kirchner por parte del Municipio local. Para la realización de una serie de modificaciones, el área de Forestación decidió quitar algunos árboles considerados “históricos” por la comunidad lo cual suscitó una fuerte polémica asegurando que no era necesario la extracción de la flora local para la modificación de la zona. 

A más de dos años de lo sucedido, la polémica sigue en pie y en este marco el ingeniero Forestal de la UNPA Lucas Monelos habló con el programa de radio Planeta Tiempo de Tiempo FM 97.5 y señaló que la discusión sobre qué árboles podrían ser considerados históricos y cuáles no es amplia y relativa: “Lo de “histórico” lo podemos discutir porque, para mí, un árbol histórico es uno que tiene más de 100 años y capaz que ahí tratamos de salvarlos. Como compensación, lo que se puede hacer es plantar árboles en otros lugares donde nunca hubo. Hay tantos seres humanos juntos en un lugar que poner un árbol puede ser un peligro en algunos casos extremos, hay veces que hay que sacarlo por seguridad”, detalló.

Capacitaciones

Por otro lado, el ingeniero se refirió a las capacitaciones de Poda destinadas al personal municipal perteneciente al área de Forestación que se encuentra encabezando: “Se trata de una capacitación dirigida a gente de la Municipalidad exclusivamente, con lo logístico de mejorar un poco más la capacidad de poda del grupo de Forestación del Municipio. Los árboles están cada vez más grandes y altos, pasa el tiempo y ha llegado el momento de realizar una capacitación de poda en altura”, indicó. 

Al ser consultado por este medio sobre cuál es la temporada más conveniente para llevar adelante la poda de los árboles en la localidad, Monelos aseguró que “si la poda es lo suficientemente liviana y es necesaria hay que podar, por una cuestión de seguridad no hay temporada. En eso prima la seguridad, después desde el punto de vista de la fisiología del árbol (la temporada de poda) arranca en otoño y se suele estirar hasta el invierno, que es donde está en dormancia y recupero de parte de los nutrientes, por lo que (el árbol) sufre menos desde el punto de vista de sus alimentos”, detalló. 

“El objetivo que me plantee con la capacitación es que la poda sea segura para los operarios y el producto tenga una cierta “lógica” no sólo biológica sino operativa, es decir, si el árbol está plantado muy junto a una medianera o a un objeto único como cables, lamentablemente esas ramas hay que quitarlas y ese es el objetivo, realizarla correctamente en ese sentido. A veces no es lo que el vecino quiere, pero el árbol está prestando un servicio a la comunidad y cumpliendo una función que es dar salud a la población en general”, agregó.