Los 7 errores graves que cometés al lavar las sábanas: cómo hacerlo bien

La mayoría de textiles en los dormitorios y en la cocina siempre están sometidos a contaminantes que arruinan su apariencia y su salubridad. No solo la grasa de comidas genera manchan detestables, sino también hablamos de sudor, saliva, focos bacterianos y más agentes externos, que se impregnan en sus fibras.

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• Primero, te recomendamos lavar las sábanas ni bien las sacas del plástico en donde vinieron. Así las liberarás de agentes químicos que pueden causar irritación en la piel. Esta limpieza la puedes hacer con agua fría y sin necesidad de detergentes.
• Es preferible que cambies de sábanas cada 2 semanas, si es que tienen un uso común. Esto es debido a la acumulación de agentes bacterianos y capas de grasa que surgen de los puntos que se mencionó. Este cambio rutinario también aplica para los cojines y las fundas de las almohadas.
• El cambio y el lavado de sábanas deben primar cuando hablamos de una persona enferma descansando en dicha cama, o si somos presas de un calor insoportable en temporadas de verano.
• Es preferible que veamos las manchas impregnadas de las sábanas antes introducirlas a la lavadora. La razón recaería en que hay que pretratarlas antes de sumergirlas en agua y detergente; el jabón potásico funciona bien para casi todas las ocasiones.
• Antes de usar suavizantes y detergentes para el lavado de las sábanas, lo mejor es reemplazarlos por media taza de bicarbonato de sodio: este componente ayudará a desodorizar la tela, fijar los colores y dejar un blanco intenso sobre sus fibras.
• Tener en cuenta que las sábanas de algodón son mucho más fáciles de lavar con agua tibia y jabón neutro.
• Es preferible elevar la temperatura del agua al momento de lavar las sábanas, hablamos de entre 40 °C y 60 °C para así eliminar las bacterias. Es posible que en la etiqueta de estos productos especifiquen este dato importante. Eso sí, procuremos lavar a solas este tipo de telas.
• Otro punto interesante, es darle el tiempo adecuado en la centrifugadora, para que no se arruguen ni se acartonen.

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• Finalmente, tratar de secar las sábanas debajo del sol, aunque te pedimos que procures las sombras calurosas en vez del contacto directo con los rayos de luz. De esta manera, evitarás que pierdan su color o se amarillen. Esta luz en exceso, incluso, hará que sus fibras se rompan en el peor de los casos.