Fin de una etapa: ¿Cómo elegir qué carrera universitaria empezar?

Estamos a cuatro meses de finalizar el año, lo que significa que muchos de los adolescentes que se encuentran en el último año de la secundaría están definiendo qué viene en su futuro.

Ya sea estudiar una carrera terciaria o universitaria, profesionalizarse en un oficio, o simplemente empezar a trabajar, el adolescente puede tomar la mejor decisión siempre que piense en el futuro que quiere para su vida.

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Cuando se quiere ir a estudiar, surge el problema del ¿cómo se elige? Este es un problema al que muchos adolescentes se enfrentan en estos momentos, es por esto que TiempoSur dialogó con la licenciada en psicopedagogía, Cecilia IlherO, quien trabaja en el Gabinete Psicopedagógico del Colegio Fátima y es parte del equipo interdisciplinario de la UTN. Ella habló del proceso de elegir una carrera y dejó algunos consejos que ayudarán a los que están en esta etapa de su vida.

“Hay distintos ámbitos para elegir una carrera y el encuadre desde donde se elige determina el proceso que se hace. Una cosa es hacer una elección en un ámbito comunitario, como puede ser una universidad, una escuela, donde hay un proceso de co-pensar con otros. Otra forma de hacerlo es en un espacio individual, que puede ser a través de un consultorio, con una psicopedagoga o una psicóloga que trabaje en orientación vocacional”, manifestó al hablar de los lugares formales o no tanto que influyen en este tipo de elecciones.

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Explicó que la diferencia entre uno y otro encuadre no tiene que ver con los pasos, sino que con el tiempo que conllevan y la profundidad que implican a la hora de la elección. Más allá de eso, siempre “se parte desde lo conocido para un sujeto en ese momento, esto es: ¿qué materia de la escuela te gustaron más?, ¿con qué cuestiones te sentís más cómodo: trabajando en un grupo o trabajando solo?, ¿en qué aspecto te sentís más afable, leyendo libros o resolviendo cuestiones de matemáticas? Estas preguntas, y otras, permiten que se vaya orientando en áreas”, explicó.Todo esto, cuando se trata de estudiantes que están terminando la escuela secundaria.

El proceso cambia cuando ya son personas de más de 20 años. Ahí, explica Ilhero que se trata de una reorientación vocacional: “Ahí ya se arranca de otro lugar, con un proceso más interno que tiene que ver con las elecciones previas que la persona tomó. Sobre esas elecciones que ya pasaron, si fueran de trabajar o si fueran de estudiar algo, significa repensarlo de nuevo a partir de ahí”.

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Cómo elegir carrera

Si bien la psicopedagoga Cecilia Ilhero explicó que la mejor manera de llevar este proceso es a través de profesionales, con una psicopedagoga o psicóloga, hay algunas actividades que se pueden hacer para orientarse.

Son tres cosas en las que hay que fijarse: los gustos, el continente y la oferta. La especialista dice, como ya se mencionó con anterioridad, que es importante tener en cuenta los gustos de cada persona. Para esto, la persona puede hacer una lista de todos sus gustos e intereses, por más extraños que sean, ya que, a partir de esto, va a poder delimitar el área desde donde trabajar y/o estudiar. Cabe aclarar acá que no hay que confundir los hobbies con la vocación. Puede, por ejemplo, que te guste hacer deportes, pero eso no quiere decir que tengas que estudiar Educación Física, porque eso tiene que ver más con la enseñanza.

Lo que sigue es delimitar el “continente”, que se refiere a dónde se va a estudiar, en qué lugar. “Tenemos que preguntarnos si tenemos la posibilidad de irnos a estudiar a otra parte del país o si nos tenemos que quedar en Río Gallegos. Por ejemplo, yo sé que me voy a quedar en Río Gallegos y toda la vida quise ser médico. Yo sé que ese deseo no va a poder ser posible, ni ese proyecto, porque no hay medicina en esta ciudad”, manifestó.

Esto nos lleva al último punto, la oferta académica en el lugar de estudio. Tal vez la persona se queda en Río Gallegos o tal vez la persona viaja al norte del país. Una vez definido dónde se va a estudiar, hay que ver qué se va a estudiar en base a la oferta que hay en el lugar. En este aspecto, Ilhero argumenta que “el continente puede ser modificatorio de lo que se quiere estudiar, si no se puede o no se quiere mudarse para estudiar y la carrera que se quiere empezar no está en la ciudad, la persona va a tener que buscar algo más, siempre teniendo en cuenta sus gustos y preferencias”.