Río Gallegos

Fe y procesión en el Domingo de Ramos

Desde la diócesis de Río Gallegos encabezaron la jornada de este domingo. Bendición de ramos en el Hospital y oraciones por los enfermos. Concluyó con la misa central en la Catedral, iniciando el camino hacia semana santa.,  

  • 13/04/2025 • 16:36

En la tarde de este 13 de abril se llevó adelante desde el Hospital Regional de Río Gallegos la conmemoración del Domingo de Ramos. La jornada estuvo encabezada por el Obispo Ignacio Medina, a cargo de la diócesis de la capital santacruceña. Contó con una importante cantidad de fieles, que tuvieron la bendición de los ramos camino a Semana Santa. Luego del mensaje y la oración por los enfermos, Medina inició la procesión hacia la Catedral, donde se llevó adelante la misa central. Se realizó una oración frente a la alcaidía ubicada sobre avenida san Martin, por aquellas personas privadas de su libertad, continuando hacia la iglesia central. La jornada contó con u a gran cantidad de fieles, que acompañaron, caminaron y oraron durante el trayecto para oír la homilía del padre.

En el marco de una cobertura especial, TiempoSur entrevistó a Medina, quien brindó unas palabras a los fieles. “Es una expresión de la fe de la gente, esa fe que que es simple, que es sencilla reconociendo y siguiendo a su buen pastor, a este Jesús rey humilde que pasa al medio de su pueblo y que el pueblo de Dios lo reconoce como su salvador”, indicó.

En este marco, sostuvo: “Pedimos en este año jubilar de la esperanza, especialmente por las intenciones de nuestra ciudad, de nuestra región, de nuestro país. Y pedimos, en estos tiempos difíciles que nos tocan transitar, que el Señor Jesús nos renueve en la esperanza y nos regale su misericordia”.

 

El Domingo de Ramos es una de las celebraciones más significativas del calendario litúrgico cristiano. Tiene lugar el domingo previo a la Pascua y representa el inicio de la Semana Santa, período en el que se recuerdan los últimos días de la vida de Jesús, su pasión, muerte y resurrección. Esta fecha conmemora la entrada de Jesús a Jerusalén, cuando fue recibido por una multitud que lo aclamaba como el Mesías y esparcía ramas en su camino, en un gesto de reconocimiento y esperanza.

Durante esta jornada, en iglesias de todo el mundo se llevan a cabo procesiones en las que los fieles portan ramas de palma o de olivo, que luego son bendecidas por el sacerdote. Esta tradición remite al relato bíblico en el que el pueblo extendía sus mantos y ramos en el suelo para que Jesús, montado sobre un burro, pudiera avanzar hacia la ciudad sagrada. Ese gesto, cargado de simbolismo, representaba la llegada de un rey pacífico y humilde, a diferencia de los soberanos militares de la época.

En la misa del Domingo de Ramos se combina el júbilo de la bienvenida a Cristo con la lectura completa del relato de la Pasión, anticipando el sufrimiento que culminará en la cruz. Es un día de contrastes: comienza con la celebración y termina con una profunda reflexión sobre el sacrificio. La liturgia invita a los fieles a preparar el corazón para los días siguientes, en los que se revive el misterio central de la fe cristiana.