El paro nacional afectó al sector productivo y de servicios, pero no al comercial

De igual manera alcanzó una elevada adhesión en establecimientos de enseñanza pública (no en escuelas privadas), entidades bancarias, municipio y dependencias nacionales y provinciales como el caso de la ANSES y la ahora Secretaria de Trabajo de la Nación, el Hospital Zonal y Centros Comunitarios donde se desempeñan numerosos trabajadores afiliados a ATE.

Tampoco hubo servicio de transporte urbano e interurbano y si bien circularon taxis y remises, el caudal de pasajeros no fue alto debido a la disminución en el desplazamiento de gente.

En el sector comercial la medida de fuerza no se sintió ya que estuvieron abiertos los supermercados, comercios céntricos y de barrios, farmacias, tiendas, peluquerías, kioskos, confiterías, restaurantes, hoteles y otros locales.

Ciertamente, hubo una gran concurrencia de empleados que llegaron en autos particulares o bien a pie dado que en Caleta las distancias urbanas no son extensas, pero la clientela fue escasa.

Parte de ellos, consultados por El Patagónico, dijeron que si bien consideraban que la situación económica es crítica, no estaban de acuerdo con el paro al cual le atribuían connotaciones políticas.

Otros admitieron que si lo acataban corrían el riesgo que les descontaran de sus salarios el día no trabajado, algo que por estos tiempos no es conveniente.

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OLLA POPULAR Y MARCHA DE PROTESTA

En esta ciudad no hubo trabajadores petroleros apostados en rutas y caminos secundarios que conducen a yacimientos, ni tampoco afiliados al gremio de camioneros en el acceso a la zona urbana como ocurrió en Río Gallegos y Comodoro Rivadavia.

Por el contrario, el gremio que en esta provincia conduce Sergio Sarmiento, optó por dejar en evidencia la recesión económica y la pobreza con una olla popular en el barrio Rotary 23, donde se preparó y distribuyó gratuitamente mil porciones de guiso de arroz y lentejas entre las familias de ese y otros sectores urbanos aledaños.

En tanto, choferes de camiones que estaban en ruta, optaron por detener la marcha en los accesos norte y sur, a la espera que el paro finalizara a medianoche.

Varios de ellos, acostumbrados a realizar extensos viajes y afrontar peripecias, prepararon su almuerzo al costado de sus rodados (foto) armándose de paciencia para que transcurrieran las horas.

Por otra parte, esta protesta nacional se visibilizó principalmente con una manifestación callejera protagonizada por unos trescientos referentes de agrupaciones sociales, partidos políticos de izquierda y varios gremios nucleados en la CTA, como el caso de ATE y ADOSAC (docentes).

Los manifestantes, portando banderas y pancartas con frases críticas al gobierno nacional y de repudio al tratamiento de la Ley Bases, iniciaron la marcha desde inmediaciones del Hospital Zonal (avenida Eva Perón) y luego de pasar por la plazoleta del Gorosito se dirigieron por avenida San Martín y calle 25 de Mayo hasta el edificio central del municipio.

Se eligió ese lugar como el centro del acto debido a que hace pocas semanas la comuna había desplazado a más del mil trabajadores precarizados que perciben una asignación mensual de 78 mil pesos a través del Plan Potenciar.

Si bien esa medida se revirtió, ello no hizo que se acallaran las críticas hacia la actual gestión municipal, a las que se sumaron voces de repudio a la política recesiva del gobierno nacional que se refleja en el incremento de la pobreza, la carestía en el costo de vida, la persiste inflación y la desocupación laboral por el despido de miles de trabajadores del ámbito público y privado.