Columna

El efecto mariposa

El acuerdo de Facilidades Extendidas con el FMI evitó el default de la deuda contraída por Mauricio Macri ante acreedores soberanos ; la negociación de esta deuda, denunciada por su ilegalidad al ser tomada y por su uso, abrió un debate en el Frente de Todos (FdT) que mantiene contornos difusos en temas, actores y espacios. La crisis internacional originada en la pandemia y agravada por la guerra europea incrementará las tensiones sobre las agendas de gobierno y la gobernabilidad.

  • 27/03/2022 • 09:43
Rubén Zarate.
Rubén Zarate.

Por Rubén Zárate

Recalculando

Los escenarios prospectivos deberán analizarse sobre la base de la prolongación en tiempo y espacio del efecto mariposa provocado por la renuncia de Máximo Kirchner.   

Todo indica que los aspectos sustantivos de las diferencias y los alineamientos se irán definiendo más por las acciones, posicionamientos e impugnaciones recíprocas aún al interior del gobierno que por las precisiones programáticas. Por ahora la mayoría de los dirigentes oficialistas no se deciden si despejar las dudas en torno a la capacidad para afrontar los desafíos de gobierno o centrarse en la tarea de recuperar el valor de la unidad con vistas a las elecciones de 2023.

La decisión de Máximo Kirchner de renunciar a la presidencia del bloque de diputados nacionales del FdT fundamentada en una carta abierta por ¨no compartir la estrategia utilizada y mucho menos los resultados obtenidos en la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), llevada adelante exclusivamente por el gabinete económico y el grupo negociador que responde y cuenta con la absoluta confianza del Presidente de la Nación¨, de ninguna manera puede tildarse de espontanea, poco meditada o irracional y menos aún lejana al pensamiento de la vicepresidenta. Las declaraciones de muchos dirigentes del sector durante la marcha del Día de la Memoria indican el proceso de acumulación de tensiones sobre la coalición de gobierno recién empiezan.

A veces la política ingresa en un ritmo vertiginoso que hace que quienes gobiernan dejen de mirarse en el espejo de los adversarios y su propio lugar en el espacio más amplio de las fuerzas en disputa de todo el sistema político.

En esos casos el principio de realidad se impone de forma drástica como lo vio en 2015 el Frente para la Victoria y en 2019 Juntos por el Cambio cuando no logró anticipar la rápida instalación electoral del FdT luego del anuncio de Cristina Kirchner y la aceptación inmediata de Alberto Fernández de encabezar la fórmula presidencial, integrada por ella misma como vicepresidente. Fue inusual pero eficaz, pura política.

Las PASO de 2019 mostraron que la unidad se instaló también como concepto organizador facilitando la aceptación de los votantes de la alternativa de gobierno, revirtiendo la experiencia fallida de 2017 cuando las corrientes principales del FdT fueron separadas. Si bien la afirmación que los resultados electorales de 2021 dieron por terminada esta experiencia puede tener cierta validez si se reduce el análisis al AMBA, la misma no se compadece con una mirada más amplia de todas las provincias y lo que está emergiendo en ellas.   

Si algo ha demostrado el sistema político argentino es que la creatividad y la audacia en las combinaciones y tránsitos transversales pueden surgir en cualquier momento, tanto para ganar como fue la fórmula Cristina Kirchner – Julio Cobos, como para mantener el poder al interior de una coalición en transformación como en el caso de la fórmula Mauricio Macri – Miguel Pichetto.

Todos unidos disentimos

Cómo no admirar las disidencias en un movimiento político que se nutrió de sus épicas y cómo no desear la unidad cuando la historia indica que fue factor de realizaciones que aún perduran en la memoria popular. Quizás esta vez en el juego entre disidencias y unidades no todo obedezca a posiciones puntuales de gobierno y esté emergiendo un debate más profundo entre el kirchnerismo y peronismo como parte de un despliegue histórico mayor. Si así fuera habrá que preparase para una modificación drástica del mapa político nacional y senderos inexplorados.   

Si aún se considera que el peronismo contiene al kirchnerismo sería bueno dejar rápido esas versiones simplificadas que desean un peronismo homogéneo y verticalista, siempre fue un movimiento de una diversidad amplificada por alianzas y frentes electorales, donde la virtud de los conductores se basa justamente en la capacidad para conducir las disidencias. También habría que cuestionar la idea que un gobierno constituido como una suma de disidencias puede ser eficaz en momentos de cambios internacionales profundos y demandas sociales crecientes.

En estas épocas donde las rebeldías vuelven por sus fueros es interesante traer algunas reflexiones del pasado. John W. Cooke decía que ¨la unidad es indispensable y será un paso previo al triunfo popular. Lo principal es para qué hacemos la unidad, cuáles son los objetivos cercanos (como por ejemplo las elecciones) y cuáles los grandes objetivos¨. Esta distinción de quien fuera el jefe de la resistencia peronista luego del golpe de 1955 no era ociosa, la construcción de la unidad siempre debe abordar ambos aspectos, los inmediatos electorales y los grandes objetivos del gobierno.

Si las rebeldías no contemplan su eficacia suelen ayudar inadvertidamente a las fuerzas conservadoras. Extrañamente algunos debates intelectuales que se reconocen en algunos de estos legados históricos han centrado sus controversias en temas tan anodinos como la moderación o la épica de los dirigentes, seguramente al calor de los nuevos desafíos se irán profundizando. 

Se gobierna gobernando

Carlos Matus, quien se propuso elaborar una teoría del gobierno para América Latina, sostenía que siempre hay en las decisiones políticas un problema ético, o se diluyen las convicciones para evitar los conflictos hasta que desaparecen los motivos por los que se accedió al gobierno o se extreman los principios hasta que el conflicto pone en riesgo los resultados y la estabilidad del propio gobierno.

Una decisión no tiene un mayor valor ético que la otra ya que ambas tienen consecuencias para el bienestar de la sociedad, por eso recomendaba no trasladar de forma mecánica la ideología a la política y centrarse en una mayor precisión político-técnica de las acciones de gobierno para lograr resultados, considerando que son estos últimos los que finalmente consolidan o terminan con los gobiernos y las identidades políticas.   

En tal sentido es cierto que las controversias sobre el FMI se fundamentan en sobradas razones históricas para tener una mayor carga ideológica e incluso emotiva, pero habría que preguntarse si algunos problemas como los de la inflación, en particular de alimentos y otros insumos de primera necesidad, no tienen en el corto plazo una mayor importancia sobre la valoración del gobierno e incluso sobre la estabilidad institucional.

Aún si para disentir o acordar se pusieran en el centro de la escena solo los escenarios electorales de 2023 y 2027, habría que concluir que para el primero lo central será la inflación (precios, salarios, tarifas) y para el segundo, (si se supera la elección del próximo año), posiblemente sean los condicionamientos más estructurales de la renegociación del endeudamiento con el FMI, el Club de París y la que persiste con el mercado de capitales. Habría que preguntarse también si una derrota de los integrantes del FdT (unidos o separados) en 2023 generaría mejores condiciones para volver en 2027.   

La magnitud de los problemas que deben enfrentarse pone al gobierno nacional en el centro de la atención de la sociedad más allá del destino de las agrupaciones y espacios políticos que conforman el FdT. La experiencia indica que la mayor homogeneidad del gobierno en la ejecución de las políticas no tiene por qué ser contradictoria con la diversidad de apoyos si la unidad sigue siendo una vocación compartida, más si se encuentra el método para que los mismos actores, organizados de otra manera, procesen los intereses de sus líderes y organizaciones de mediano y largo plazo.    

Crisis, regularidades y excepciones

En situaciones de estrés las personas, como los materiales, tienden a volver a su forma y sus atributos originales dice un principio del análisis de estrategias en situaciones de crisis y esto condiciona sus respuestas. En tal sentido, encontrar a quién o quienes sean una excepción a esa regla podría señalar un nuevo sendero que no pierda de vista que la democracia argentina es exigente con sus dirigentes e identidades políticas y que el poder establecido es cruel con los movimientos populares.

Como tantas alianzas electorales desde 1983 es posible que las que hoy cubren la escena también sean efímeras. Si el futuro del FdT requiere una reflexión más atenta es sólo porque la vigencia institucional del gobierno al que dio origen debe transitar aún dos años muy complejos y porque todavía sigue siendo la única alternativa electoral efectivamente existente para evitar el regreso de un gobierno de derecha que promete hacer lo mismo que entre 2015-2019, pero más rápido.