Amas de casa

Ejes de una política de cuidado

Desde el Sindicato de Amas de Casa de la República Argentina (SACRA) plantearon su postura sobre cuáles deben ser los ejes de una política de cuidado equitativo. La pandemia ha agudizado la situación de miles de mujeres a cargo de las tareas del hogar que hace años levantan su bandera en la lucha por ser reconocidas. Qué han planteado ante la complejidad del contexto.

  • 10/11/2020 • 07:37
Referentes provinciales de SACRA (Archivo)
Referentes provinciales de SACRA (Archivo)

Según algunos de los últimos datos entorno a la figura de las amas de casa, se conoce que en la actualidad cuatro de cada diez mujeres ocupan puestos relacionados a tareas del hogar y de cuidados, rubro donde seis de cada diez mujeres vieron complicarse su situación a partir de la cuarentena. En principio, a raíz de los altos índices de empleo no registrado.

Más allá de esta realidad relacionada estrictamente con lo laboral remunerado, cada día, millones de mujeres argentinas, trabajan en sus hogares, donde las realidades también se tornan difíciles en este contexto de pandemia.

Atentas a la situación, según lo comentó a TiempoSur Strella Cortés, titular de SACRA en Santa Cruz, y justamente con apoyo de las provincias, han solicitado al Gobierno nacional respuestas a los planteos realizados y que tienen que ver con el “apoyo a las amas de casa que no han tenido ingresos por no desarrollar tareas remuneradas que se consideren esenciales, para el pago del personal de casas particulares registrado y también para que en la pospandemia se considere la implementación de un ingreso familiar básico percibido por el ama de casa de cada hogar, quien debe tener la cobertura de la seguridad social”, y reforzaron la idea al derretir el concepto de que sólo el trabajo organiza adecuadamente a la sociedad y que “las amas de casa ya tenemos trabajo, lo que nos falta es tener ingresos”.

En esta línea han expresado mediante documento que es “muy importante en este momento histórico la incorporación de la temática de cuidados como eje de las políticas de equidad entre mujeres y varones”, entendiendo que “deben asentarse en la realidad existente, en las tareas de cuidado que ya se hacen y que el enfoque debe ser un enfoque de valoración”.

En este sentido, proponen que, cuando pase la pandemia, “en vez de considerar un ingreso básico universal, se establezca para las familias que no tienen ingresos un ingreso familiar básico cobrado por la mujer, con derecho a la seguridad social y previsional”, además, la “incorporación a un régimen laboral y de la seguridad social y previsional a quienes hoy sostienen el funcionamiento de espacios comunitarios de cuidados”.

Para continuar explicó que “deseamos se incorporen a una Política Nacional de Cuidados la jubilación de Amas de Casa,  el cobro directo del salario familiar por hijo y escolaridad por la mujer, herramientas que atiendan casos de violencia, campaña para la registración de las empleadas domésticas, organización de los temas de transporte en los municipios y el uso del espacio público, acceso a planes de vivienda para familias numerosas, legislación de licencias por paternidad, reforma de la ley de Régimen de Trabajo en Casas Particulares incluyendo seguro de vida obligatorio, entre otros puntos”.

Con relación a la pandemia, manifestaron la necesidad de la difusión de los protocolos de vuelta al trabajo por parte de las trabajadoras domésticas y el apoyo a las familias cuya actividad no ha sido considerada esencial para el pago de parte del sueldo a la empleada doméstica, además de la incorporación como prioridad en la atención de salud reproductiva a mujeres embarazadas y atención del parto”.