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Diego de la Rosa: “Las pinturas tienen más de 3100 años”

Esas fueron las palabras del responsable del área de Comunicación de la Ciencia del Instituto Patagónico de Ciencias Sociales y Humanas del CONICET de Puerto Madryn, respecto a la antigüedad de las pinturas rupestres analizadas en la Patagonia.

  • 28/12/2023 • 17:47

El responsable del área de Comunicación de la Ciencia del Instituto Patagónico de Ciencias Sociales y Humanas del CONICET de Puerto Madryn, Diego Núñez de la Rosa, dialogó con Planeta Tiempo, programa que se emite por Tiempo FM 97.5, luego de que el estudio de dos científicas del CONICET revelara que las pinturas rupestres del sur de Santa Cruz tienen una antigüedad aproximada de 3.100 años, cuando hasta ahora se creía que no tenían más de 2.000 años.

“Estas pinturas rupestres están identificadas hace mucho y las dos científicas están trabajando en ese lugar hace más de 10 años. Lo que sucedió es que por primera vez, recién ahora, pudieron conseguir la plata para mandar muestras a Estados Unidos y poder hacer el análisis por radiocarbono y esto es la prueba que siempre se hace para determinar en arqueología, más o menos, qué antigüedad tienen los restos”, detalló.

De igual manera, explicó: “Creían que estas pinturas podían haberse hecho hace 2.000 años, y les dio 1.000 años más todavía. Son pinturas que finalmente, con la información de la datación por radiocarbono, tienen más de 3.100 años y eso es alucinante realmente, pensar que en esa zona de Santa Cruz hace 3.100 años había gente”.

En este marco, indicó: “En arqueología el primer paso es encontrar el lugar, pero después de haberlo encontrado empieza el trabajo científico verdadero. Muchas veces, quienes encuentran los sitios son personas del mismo campo, personas que ocasionalmente estaban por allí, o inclusive pueden llegar a ser de comunidades de pueblos originarios, pero que no tienen una relación directa, porque estamos hablando de hace miles de años. La cuestión es que ahí, el primer trabajo que se hace, que se realiza, es el más a la mano que se tiene desde la arqueología, que es el de la observación y la interpretación, lo cual lleva años donde también se hacen comparaciones y se le saca fotos”.

Por último, manifestó: “Obviamente queda mucho por descubrir y eso un poco se deja entrever a partir de las pinturas, por más que el mensaje no es directo, porque justamente al no compartir una cultura, es decir, uno ve quizás un cartel con un fondo amarillo y una personita en negro y dice bueno, acá me dice que hay una escuela cerca, porque compartimos una cultura que hasta es visual, pero no compartimos una cultura con esos antiguos pobladores de la Patagonia. Entonces, es todo un desafío entender qué querían decir al dibujar un animal que, por lo que se ve, puede ser un guanaco, pero qué querían decir con dibujar un guanaco. La representación gráfica en las paredes tenía un sentido y podría tratarse de una señalización del lugar para ubicarlo a posteriori o que lo ubique otra comunidad, es lo que se sigue investigando en torno a lo que es pintura rupestre desde la arqueología”.