Efemérides

Día del Peluquero

Esta efeméride se originó en el siglo XVII y se celebra para recordar la Santificación de Luis IX, Rey de Francia, por parte de la Iglesia Católica. Durante su reinado (de 1261 a 1270) declaró a su peluquero oficial como un hombre libre.

  • 25/08/2022 • 13:30
Un oficio que sigue.
Un oficio que sigue.

Este oficio era ejercido únicamente por plebeyos de género masculino. Su tarea principal consistía en el mantenimiento y cuidado del cabello de las pelucas que utilizaba la nobleza, de allí el nombre.

Al declarar a su peluquero hombre libre, el rey lo equiparó con caballeros, jueces, médicos y magistrados. También le autorizaba el uso de un espadín como parte de su atuendo, considerado un símbolo de tal distinción.

Según el sitio Día Internacional de, entre otros antecedentes se destaca que en la antigua Grecia y Egipto los esclavos se encargaban del cuidado del cabello de sus amos.

David Cisterna con todo el staff de ATR Barber sport saludan a todos los colegas y amigos por el día del Peluquero y agradece a los clientes por la confianza.

Barber Sport, ubicado en Jofre de Loaiza 381, está abierto de corrido desde las 10 a las 22 hs.

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Historia 

En la Argentina, este día se celebró por primera vez en 1877 con un festejo en el teatro Coliseo ante una asistencia de 400 personas -según la crónica periodística- y se creó la "Sociedad de Barberos y Peluqueros".

El festejo fue organizado por Domingo Guillén, peluquero y a la vez director propietario del órgano “El Peluquero”, publicación quincenal. En segundo ejemplar, de agosto de 1877, da cuenta del acto.

En 1940, durante el Congreso Nacional de Peluqueros convocado por la ex Federación Argentina y realizado en la ciudad de Pergamino, Provincia de Buenos Aires, se designa oficialmente al 25 de Agosto como el Día del Peluquero.

 

¿Quiénes fueron los primeros peluqueros?

Los peluqueros del pueblo asirio se hicieron famosos por esculpir el cabello. Inventaron el rizado, el moldeado, el teñido y se dieron cuenta de la importancia del cuidado del pelo, según cuenta el sitio CurioSfera-Historia.com. El cabello cuidado y limpio se perfumaba y teñía. La barba se recortaba de forma simétrica comenzaba en las mandíbulas y descendía en rizos adornados hasta el pecho.

Cuando la naturaleza no lo permitía se recurría al postizo, ya que la barba era indicativa de situación social de poder y preeminencia. Utilizaban un invento revolucionario: la barra de hierro caliente, antecesor de la tenacilla o las actuales planchas eléctricas.

 

En la Antigüedad el peinado tenía que ver con la clase social a la que se pertenecía. La norma era el cabello largo y rizado, moda que adoptaron los griegos clásicos para distinguirse de los bárbaros, que usaban pelo corto.

Los musulmanes pusieron de moda afeitarse la cabeza como muestra de sometimiento a Dios. Dejaban crecer un mechón en una larga trenza por la que, según creían, el ángel del Señor pudiera asirles para llevarlos al paraíso de Alá.

En el año 303 a.C. los griegos monopolizaron el arte y negocio de la peluquería en Roma. El gremio de peluqueros romano fue de los primeros que se formaron en la historia y el más poderoso de su tiempo.

Impusieron el cabello oscuro en contra del tradicional pelo dorado, y lo latino empezó a tomar auge. Cónsules y senadores, matronas y damas de la vida social romana recurrían a tinturas para ennegrecer su cabellera.

A principios del siglo XVII comienza a mencionarse en los documentos a los peluqueros, aunque se considera el tensor romano, barberos y fabricantes de pelucas en la Edad Media en Occidente, como verdaderos peluqueros en el sentido de peinadores, señala el sitio La Opinión, en base a información de la revista Estilo Profesional.

Cuidaban el cabello cortándolo con armonía con la conformación de la cabeza y de acuerdo al rostro de las personas, ciñéndose a la moda de la época. También afeitaban, teñían el cabello y trabajaban en el cuidado de las uñas. Los tensores encargados de este oficio eran por entonces esclavos de magnates romanos. La historia del peluquero en Occidente y su evolución puede trazarse comparativamente con muy pocas variantes, la misma de todos los países.

A comienzos del reinado de Luis XIV los grandes señores confiaban el cuidado de sus cabezas a sus ayudas de cámaras. Los peluqueros solo cortaban el cabello a la gente del pueblo. Aparecieron los peluqueros de señoras, profesión que, según ellos, pertenecía a las artes liberales, mientras que la de simple tensor pertenecía a las artes mecánicas.

Las proscripciones del Concilio de 1605 de la iglesia católica que tiempo después santificó al rey Luis IX, prohibía a los hombres arreglar el cabello a las mujeres, y condenaba a las mujeres que contravinieran esta prohibición.

No obstante, antes del reinado de Luis XIV hubo algunos peluqueros con fama de artistas a los que acudían damas para hacerse peinar. En la rama masculina se distinguían los peluqueros, unos como tensores y otros como barberos cirujanos. Estos últimos ejercían también la cirugía menor, aplicando sanguijuelas o extrayendo muelas.

El siglo XVII marca para el peluquero un nuevo derrotero, por razones estéticas e higiénicas. Se constituye el gremio de peluqueros, por un edicto de 1649 se estableció una corporación de barberos, bañistas y peluqueros de París distinta al gremio de barberos cirujanos.