Proyecto de Investigación

De nuestra huerta

Un proyecto presentado por investigadores de la Estación Experimental Agropecuaria Santa Cruz y la UNPA-UARG fue aprobado en el marco de la convocatoria “Ciencia y Tecnología contra el Hambre”. Tiene un plazo de ejecución de un año y contempla una inversión de 16 millones de pesos. Producirán de frutas y verduras que puedan ser destinadas a abastecer la demanda de comedores comunitarios.

  • 01/07/2021 • 09:45
 El proyecto contempla una inversión de 16 millones de pesos.
El proyecto contempla una inversión de 16 millones de pesos.

En el marco de la convocatoria nacional de “Ciencia y Tecnología contra el Hambre” se aprobó el proyecto “Módulo de producción semiautomático de uso dual para la obtención de frutas y verduras”, impulsado por la Universidad Nacional de la Patagonia Austral y la Estación Experimental Agropecuaria Santa Cruz. A través de esta iniciativa se desarrollará en Río Gallegos un módulo de producción compacto, móvil y de fácil despliegue que centralice todos los servicios necesarios para producir frutas y verduras que puedan ser destinadas a abastecer la demanda de comedores comunitarios.

La propuesta fue avalada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, (MINCyT), el Ministerio de Desarrollo Social y el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales. Fue uno de los 147 proyectos seleccionados de todo el país, de un total de 450 presentados, y el único aprobado para la provincia de Santa Cruz.

La responsable del equipo que lo llevará adelante, Dra. Verónica Gargaglione (INTA-UNPA-CONICET) destacó que “el proyecto fue seleccionado porque tiene un fuerte componente innovador” y estimó que “se podrá hacer un importante aporte desde el punto de vista tecnológico para producir en la región alimentos de calidad para los sectores más vulnerables”.

Ciencia y Tecnología contra el Hambre

El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, (MINCyT), junto con el Ministerio de Desarrollo Social y el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, presentan los resultados de la Convocatoria “Ciencia y Tecnología contra el Hambre”. Resultaron seleccionados 147 proyectos presentados por 51 instituciones científicas y tecnológicas en las 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en más de 70 localidades.

Las propuestas seleccionadas contarán con un financiamiento total de más de $900 millones de pesos y se distribuyen en iniciativas de:

? 45 Proyectos de tecnología y producción de alimentos (31%)

? 21 Proyectos de tecnología para el acceso al agua y saneamiento (14%)

? 81 Proyectos de investigación y desarrollo orientados con potencialidad de integración a políticas públicas enmarcadas en el Plan Nacional “Argentina contra el Hambre” (55%).

El proceso de selección incluyó la evaluación de 461 iniciativas por parte de 62 especialistas evaluadores/as expertos/as y la valoración institucional del Ministerio de Desarrollo Social, el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, la Secretaría de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, la FAO, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), así como de las autoridades provinciales de Ciencia y Tecnología.

Los proyectos elegidos tienen como objetivo impulsar y fortalecer la integración del conocimiento y de los desarrollos tecnológicos y sociales vinculados a soluciones para el acceso a la alimentación y al agua segura, así como al abordaje de la vulnerabilidad socio-ambiental y a la planificación nacional y local de las acciones comprendidas en el Plan Nacional “Argentina contra el Hambre”. De este modo, se apunta a contribuir desde el sector científico-tecnológico y así potenciar las acciones públicas que busquen revertir problemáticas como la malnutrición infantil, la emergencia alimentaria y la pobreza en todo el territorio nacional.

Entre los proyectos seleccionados se abordan problemáticas como las tecnologías para la producción agropecuaria de pequeña y mediana escala; tecnologías y productos lácteos de alto valor nutricional; lactancia; tecnologías de escalamiento y productos derivados de cultivos regionales; envasado y conservación de alimentos; tecnologías modulares para el diagnóstico y/o saneamiento de aguas; sistemas de abastecimiento de agua para riego y consumo humano; comercialización de la agricultura familiar y fortalecimiento de mercados de proximidad; fortalecimiento de la agricultura en periurbanos; monitoreo nutricional de grupos vulnerables; mejoras en el abastecimiento de alimentos de comedores escolares; educación alimentaria; empleo joven; economía social, etc.

Cabe destacar que las iniciativas ganadoras provienen de diversas instituciones de ciencia y tecnología del país: 82 de universidades nacionales; 25 del CONICET; 19 del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA); 6 del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI); 2 del Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEDEF); 2 del Centro de Investigación y Extensión Forestal Andino Patagónico (CIEFAP); 1 del Instituto Nacional del Agua (INA); 1 de la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC); 5 de universidades privadas; 1 de la Fundación Instituto Leloir; 1 del Centro de Excelencia en Productos y Procesos Córdoba (CEPROCOR); 1 del Centro Federal Olivícola y 1 del Centro de Validación de Tecnologías Agropecuarias (CEDEVA). Asimismo, el 58% de los proyectos seleccionados están dirigidos por mujeres, mientras que el 42% por varones.

Desde Santa Cruz se presentaron cuatro proyectos.

 

Por último, cabe remarcar que los proyectos seleccionados que lo requieran, contarán con asistencia de la Unidad Ciencia y Tecnología contra el Hambre –integrada por el MINCYT, el CONICET y la Agencia I+D+i– en conjunto con el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, para asegurar su implementación e integración efectiva a las acciones del Plan Nacional “Argentina contra el Hambre”. La presente convocatoria cuenta con financiamiento del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), a través de la Secretaría de Asuntos Estratégicos.

Adaptado

El Módulo de producción semiautomático de uso dual para la obtención de frutas y verduras se instalará en el predio de la UNPA en Río Gallegos y está compuesto de tres partes. Una parte estará conformada por un sistema hidropónico “indoor”, que se instalará en el interior de un contenedor marítimo adaptado, en el que se controlarán las condiciones de luz, humedad y temperatura para producir frutas y verduras todo el año. Otra parte contempla un espacio con cultivos protegidos con microtúneles, y una tercera involucra el cultivo agroecológico al aire libre de aquellas especies capaces de crecer en sitios adversos, como papas, ajo, habas, arvejas y perejil, entre otras.

La propuesta consiste en realizar un módulo que centralice la prestación de todos los servicios necesarios para la producción de estos cultivos, a fin de generar un sistema productivo de alta eficiencia y flexible, que permita su implementación en cualquier parte del país, sobre todo en zonas marginales de producción, o en aquellos lugares que presenten condicionantes críticos para el emplazamiento de sistemas productivos, como es el caso de Patagonia Austral.

Por otra parte, lo producido en el predio estará destinado para abastecer población en estado de vulnerabilidad que no siempre tiene al alcance frutas y verduras frescas de calidad. Para llegar con los alimentos a estos sectores vulnerables, se trabajará en articulación con el Ministerio de Desarrollo Social de la provincia de Santa Cruz, específicamente con el área de Secretaría de Estado de Desarrollo local y Economía Social.

En la propuesta, los investigadores del INTA y la UNPA destacan que “la tecnología propuesta puede ser utilizada en cualquier parte del país, con visibles ventajas en lugares de difícil acceso o rurales”. Se espera que el módulo emplazado en Río Gallegos pueda abastecer hasta un 90% de las necesidades de verduras de los comedores comunitarios en la época de máxima producción (octubre a marzo), mientras que en la época invernal se espera que esta oferta llegue a cubrir el 60% de la demanda.

El proyecto tiene un plazo de ejecución de un año, período en el que se instalará el sistema productivo que tiene una vida útil de 20 años,  y contempla una inversión de 16 millones de pesos. Además de Gargaglione, participan los investigadores Jorge Birgi (INTA-UNPA), Pablo Peri (INTA-UNPA-CONICET), Lucas Monelos (UNPA), Cristian Morales (INTA EEA Santa Cruz) y Julieta Albrieu (UNPA – Ministerio de Desarrollo Social de Santa Cruz).