Volviendo a la rutina

Cómo preparar a los chicos para la vuelta a la rutina escolar

Se terminan las vacaciones y retomar la rutina genera en las familias el estrés de volver a las actividades anuales, sobre todo para los más pequeños del hogar. Cuáles son las claves para superar este regreso.

  • 23/01/2023 • 16:31

La vuelta a la rutina cada vez está más cerca y suele hacerse muy cuesta arriba para la mayoría de las personas. Al terminar el año, después de meses y meses de trabajo, de organización familiar y responsabilidades, lo natural es que quieras un descanso, y cuando este llega buscamos extenderlo lo máximo posible y disfrutarlo. Sin embargo, cuando llega el momento de volver a la rutina, lo normal es que nos cueste, y hay un gran esfuerzo por retornar con buena cara, lo que se hace aún más complicado en los niños y jóvenes, ya que una de las razones por las que cuesta volver es por la falta de rutina y el acostumbramiento, en poco tiempo, a no hacer nada durante la mayor parte del día.

En diálogo con TiempoSur, Sergio Farinelli, Licenciado y especialista en infancia, explicó que “debemos comprender que experimentar cambios en la rutina durante las primeras semanas de retorno a las actividades, es normal. Hablamos de mayor cansancio hasta un quiebre abrupto en nuestra relación con el sueño, sea con insomnio o con muchas más ganas de dormir que en otros momentos”.

En el caso de las etapas escolares “hay que tener en cuenta que rol cumplimos como padres. No es lo mismo un chico que comienza esta etapa a otros que van avanzando en sus estudios”, comentó para explicar: “Un niño que comienza con su etapa inicial atraviesa su primer día fuera de casa, no está acostumbrado, y como padres es el primer momento que delegamos confianza y cuidado. Eso tiene que ver con la adaptación y exposición al medio exterior que cada uno tiene de modo diferente", a lo que prosiguió: "Hay nenes que se adaptan enseguida y otros que no, porque necesitan asimilar de manera distinta. Les lleva más tiempo entender que el entorno es amigable. En casa estoy acostumbrado a que no pase nada. Esto se repite cuando empiezan primaria, el niño se adaptó al jardín y ahora se tiene que adaptar a la escuela primaria, otro salón, otros compañeros. En la primera infancia, los chicos no distinguen entre realidad y ficción, y ese es un gran cambio”.

Consultado sobre cómo se pude acompañar este proceso en los menores comentó: “Principalmente tenemos que empezar hablando con ellos. Decirles que tendrán nuevos compañeros, que se van a divertir, hacer hincapié en las cosas que le gustan, que será un ratito y vuelven a casa, que harán nuevos amigos”, y amplió: “Luego está la generación de la rutina en sí: el bañarse a horario, que se acuesten a tiempo, la alimentación, para llegar con pautas establecidas”.

Por último, el especialista se refirió a las actividades extra educativas que suelen ocupar gran parte del tiempo de los jóvenes. “Pasa, con esta época de verano, donde los chicos no descansan nunca. Eso en términos generales es una locura, ya que seguimos con la carga horaria y llegan saturados. El estrés también se vive en los chicos y es necesario que haya un descanso”, repasó para cerrar: “Tampoco está bien que comiencen con todas las actividades juntas. La carga emocional, la intensidad de volver a tener responsabilidades es un cambio, no está bueno que se dé todo junto y se carguen de horas. Las actividades deben ser consensuadas y reparando qué les gusta a los chicos”.