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Cacho Buenaventura: el humorista entre la nostalgia y la picardía

Desde su rincón en Córdoba hasta más de dos mil quinientos kilómetros de distancia, el icónico humorista Cacho Buenaventura compartió risas, recuerdos y una pizca de picardía con Tiempo FM.  

  • 04/12/2023 • 08:58

Luis Eduardo Buenaventura, mejor conocido como Cacho Buenaventura, es un actor, cantante y humorista argentino, nacido en Cruz del Eje, Córdoba, un 7 de abril de 1956. Nació y fue criado en Cruz del Eje, en el noroeste de la provincia de Córdoba. Humorista por naturaleza, comenzó en su ciudad natal actuando a los 14 años en los actos del colegio, improvisando notas en su guitarra, siempre con un tono de humor y simplicidad. Su padre era ferroviario y su madre, doña Blanca, española de origen, ama de casa.

En coincidencia con el Día del Humorista, Tiempo FM se comunicó con el querido “Cacho”, regalando una charla cálida y cercana. Cacho Buenaventura, sin perder su característico sentido del humor, expresó su gratitud por estar presente y recordó con cariño estos años de carrera.

Entre risas, Buenaventura reflexionó sobre el papel vital que el humor desempeña en su vida. "Principal, un rol principal", afirmó con convicción. El humor, según él, es su brújula, su fuente de alegría y optimismo.

La esencia de Cacho Buenaventura reside en las historias que nacen de su infancia en Cruz del Eje, Córdoba. Con nostalgia y humor, compartió anécdotas que reflejan la inocencia de esos años. Rememoró su infancia “simple, pero llena de felicidad. Yo vivo alrededor del buen ánimo, del humor, de la alegría. Aprendí desde muy chico a despertarme y a festejar con alegría, amanecer con vida. Decía mi mamá que amanecer con vida era ganancia y nos hacía dormir la siesta, o sea que nosotros todos los días amanecíamos dos veces. Era como que estábamos locos, de contento. Y con nada, porque hoy ves por ahí algunos chicos que se frustran, porque no tienen wifi, porque no tienen internet”.

“Yo tenía una infancia muy feliz, y he heredado el don de la picardía, de la gracia, de la alegría, precisamente de mi mamá”, contó.

La charla también tocó temas de coyuntura y los momentos que vive nuestro país, por lo que “apelando siempre a la memoria”, el humorista recordó páginas de su adolescencia, donde pudo experimentar lo difícil de vivir sin democracia. Cacho destacó la importancia de defender la democracia “como la mejor forma de vivir en sociedad” y que esos momentos no empañaron su felicidad, y en su camino, aprendió a perdonar y a disfrutar de una vida plena.

La oportunidad, no solo fue un viaje nostálgico por la infancia de Buenaventura, sino también una ventana a su vida familiar. Con ocho nietos, Cacho no dudó en compartir anécdotas divertidas sobre su papel de abuelo y las nuevas responsabilidades que ha adquirido con la llegada de más miembros a su familia. “Me encargo cuando caen todos a la casa. Tenés que darle de comer a todos, ¿no?”, se ríe.

Con su característico optimismo, aprovechó entonces, para invitar a la audiencia a sumarse a sus shows, donde promete no solo risas, sino también momentos de conexión y alegría compartida. La energía positiva de este ícono del humor argentino sigue traspasando generaciones, demostrando que el tiempo solo ha fortalecido el cariño de su público.