Alison y Emma: una historia de amor, superación y derechos

Tras años y años de lucha por parte del colectivo LGBTQ+, se sancionaron diversas leyes que reafirman sus derechos y el contexto socio-cultural de todos y el mundo cambió radicalmente. Ahora, si bien continúan existiendo muchos prejuicios al respecto, las personas no se esconden al momento de demostrar su amor o reclamar los derechos que merecen y les corresponden por el simple hecho de ser personas.

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Emma y Alison son una pareja trans que se conoció en el año 2016 y, a tan sólo 6 años de la aprobación de la Ley de Matrimonio Igualitario, decidieron luchar ante la sociedad por lo que les corresponde a pesar de los numerosos comentarios prejuiciosos.

“El casamiento se llevó a cabo el día martes 11 y fue una ceremonia muy reducida para amigos y familiares. Días antes, habíamos consultado si había otras parejas transgénero casadas por civil y nos dijeron que no, que éramos los primeros”, contaba la pareja a TiempoSur.

En el año 2010, el Congreso de la Nación aprobaba la histórica Ley de Matrimonio Igualitario, la cual pondría a nuestro país a la vanguardia convirtiéndose en la primera nación latinoamericana en contar con un marco legal que amparara la unión entre personas del mismo sexo: “Teníamos prejuicios pero no prejuicios nuestros acerca de que si podíamos casarnos o no, sino que eran por comentarios de otros que nos decían como que no se permitía.¿Cómo no se iba a permitir si es un derecho? Por lo menos en el Registro Civil íbamos a poder”, señalaron.

Alison y Emma contaron que, al momento de ir a averiguar sobre el casamiento, no recibieron ningún tipo de discriminación ni negativa por parte del personal del registro civil ni de la catedral, por lo que el trámite fue mucho más llevadero: “Si nosotros ya estamos en esto porque nos amamos, ¿por qué no hacerlo público para que la gente del colectivo y las futuras generaciones puedan vivir su amor plenamente?”, sentenciaron.

La sociedad

La pareja comentó que una de las cosas a las que debieron enfrentarse al momento de llevar a cabo su unión fueron los comentarios de las personas, quienes se respaldaban en la religión para arremeter, de forma directa e indirecta, en su unión civil: “Decían que no se iba a permitir por parte de la Iglesia, hay gente que se apoyaba en la religión para decir que esto no debería estar permitido y en realidad no tenían idea. Son comentarios hechos desde la ignorancia y la desinformación. Si hubiera otra pareja que esté vulnerable y no conozca sus derechos y esté pasando una situación como pasamos nosotros, yo creo que si le afectaría y muchísimo y no está bueno. Habría que cambiar ese concepto y que se respete el tema de restringir los comentarios de odio, porque generan que se propaguen más y sabemos que ese conflicto lleva a otro y otro y, normalmente, terminan en crímenes de odio por falta de información”.

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En los últimos años, y tras cientos de protestas, campañas y luchas, la sociedad ha podido abrir la cabeza a nuevos tipos de uniones engendrando una serie de derechos que, hace no muchos años atrás, se consideraban inadmisibles. “La sociedad ha cambiado un poco, aunque aún hay algunos aspectos en los que no porque, por ejemplo, en el caso de Marcela (Chocobar) no se está cumpliendo el último dictamen de sentencia, aunque creemos que se marcó un precedente abriendo un poco la mente de las personas de la ciudad”.

“No hay situaciones de privilegios para nosotros.¿Qué situaciones de privilegio tendríamos? ¿las violaciones, las vejaciones, la violación de derechos de todo tipo, la discriminación en el ámbito laboral, el no acceso a la salud?  Hay un montón de cuestiones que no son privilegios, son derechos que los demás tienen desde que nacen y nosotros no, por eso tenemos que recurrir a la ampliación de derechos para poder tener los mismos derechos que todos por igual, así como está enmarcado en la Constitución Argentina”, finalizaron.