Militancia en la periferia

Cómo nació y se consolida el feminismo villero en el barrio Madres a la Lucha

Mateada a mateada, hace más de dos años que se discute, practica y abraza el feminismo popular en el corazón del barrio. La militancia se construye hacia adentro en un contexto carente de urbanización, donde se vulneran los derechos y faltan los servicios básicos. “Las villeras nos cuidamos entre todas” explicó Judith Chocobar, parte del Frente de Géneros a TiempoSur .

  • 10/06/2019 • 14:12
Chocobar también forma parte del frente y se identifica como villera.
Chocobar también forma parte del frente y se identifica como villera.

El feminismo de La Poderosa en el Madres a la Lucha se traduce en un espacio donde fortalecer lazos, conocer la historia de la otra, aprender sobre derechos, poner en palabras los sentimientos, ayudar con las necesidades urgentes, cuidar un hijo, convidar un paquete de arroz. Las villeras de Río Gallegos, en el orgulloso sentido de identidad de la palabra, marcharon el último #NiUnaMenos y día internacional de la mujer trabajadora. Proyectan una Casa de la Mujer y un Protocolo Barrial.

Militancia día a día- La historia mujeres unidas forjando lazos cooperativos, como los que pusieron el barrio popular de pie, pero desde el feminismo comenzó el 8 de marzo de 2017. Después de todo las mateadas organizadas por La Poderosa siguen la lógica barrial combatir: ya sea el hambre con merenderos populares, la deserción escolar infantil con talleres educativos o el frío con aprendiendo costuras entre vecinas, las madres a la lucha resisten hace más de una década. Hace un par de años también lo hacen encontrándose como mujeres.  

“Es sentirse acompañada y poder compartir una amistad que nos sana el alma, no enseña a cómo cuidarnos la salud y nuestras vidas” describió Judith a TiempoSur. Ella forma parte desde el año pasado, actualmente los encuentros son abiertos, en el SUM y cada quince días por lo que no sólo convoca a vecinas del Madres. Pero el trabajo es mayormente interno para esta rama del feminismo hay necesidades urgentes, barro, frío y una olla que llenar.

La violencia machista, como fuerza transversal no hace distinciones sociales. De esto también se habla y por ello en el último encuentro, el 8 de junio, la mateada fue escenario de una intervención teatral que un grupo de actrices independientes. Tradujeron la violencia de género en expresión corporal y recordaron a Marcela Chocobar, Romina Barría y Liseth Carrasco.

Las fundadoras- Encuentro a encuentro, definen los temas que se abordan, que se adaptan a las demandas del grupo humano. El 25 de mayo por ejemplo en las vísperas del día por la salud de la mujer conversaron, con proyecciones disparadoras sobre la importancia de la salud integral, emocional y social. Por ello para las voluntarias sirve como un lugar donde obtener herramientas para trabajar en otras necesidades del barrio. “El feminismo está en las mujeres que van gratis todos los días a hacer la leche” explicaron. El nombre del barrio hace honor a sus fundadoras, las madres a la lucha son mayoría en la asamblea y la organización popular es sostenida por ellas.

La organización de resistencia villera, que suma más de 40 asambleas en el país y se reproduce en América latina, el año pasado abrió su primera casa de la mujer, lugar donde las mujeres pueden hallar contención, asistencia. Las voluntarias adelantaron que es un objetivo también en Río Gallegos; un lugar donde refugiarse de la violencia como la casa que estipula la ordenanza municipal del 2011, que nunca se hizo efectiva. “Nosotras sabemos que esto lo tiene que hacer el Estado, y se lo vamos a seguir exigiendo, pero lo necesitamos ya” denunciaron. También proyectan que sea un espacio de asistencia letrada, psicológica y laboral, como lo ha hecho La Poderosa en otros barrios populares de Argentina.

“Cuando las instituciones fallan, nos amuchamos y que se agarre el violento” expresaron las voluntarias anónima, explicando que es el modo de construcción para brindarle protección a las sobrevivientes estar unidas.  Agregaron que está pendiente un protocolo de actuación barrial ante estos casos. Al Madres hoy no llega ningún colectivo y durante años no entraron ambulancias ni móviles policiales.

Se trabaja de par a par- En contraste, el feminismo villero no le teme al barro. El mes pasado tuvieron un encuentro regional con frentes de género poderosos de Tierra del Fuego y Neuquén, que evidenció que las adversidades que resisten al viento y calefacción eléctrica o precaria se repiten y resisten en toda la Patagonia.

“Se trabaja a la par para ayudar a todas las compas del barrio sin esperar del gobierno, se tejen redes para lograr los objetivos” concluyó Judith Chocobar, que confesó que cuenta los días esperando la próxima mateada. El grupo de mujeres se fortalece en el encuentro y con una militancia diaria, continúa construyendo el feminismo villero.

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