Falta fe. Falta todo

Evangelizar en medio de la crisis

Mientras la iglesia del barrio San Benito recauda fondos con la venta de comidas  para mejorar la capilla, busca al mismo tiempo acercar fieles, en medio de innumerables problemas sociales y la deserción de creyentes en la Iglesia Católica.

  • 29/07/2018 • 10:49
“Las puertas están abiertas para todas las personas, no solo los católicos”
“Las puertas están abiertas para todas las personas, no solo los católicos”

Cerca de 14 personas conforman la Comisión de la Iglesia del Barrio San Benito, creada a mediados de mayo y que busca juntar fondos para la construcción y refacción de la capilla, que cuenta con dos plantas, situada entre la calle 13 y 22 del sector.

“Hoy estamos construyendo los baños, luego la idea es seguir con el contrapiso, planta baja, etc.”, contó Rubén Medina,  presidente de la Comisión.

Feria de platos, venta de empanadas y hasta el sorteo de dos corderos (que fueron donados por un frigorífico) son las actividades que realizan para lograr recursos.

Todo lo realizan en el medio de dos crisis: la primera es la económica y social que afecta a todos y no distingue culto y se acentúa en los barrios alejados del “centro”; la segunda, existe desde hace años en la Iglesia católica y tiene que ver con el éxodo de fieles y que tiene múltiples causas.

“En el barrio faltan muchas cosas. Hay mucha gente que se instaló porque no puede pagar un alquiler”, contó Medina y agregó que la realidad “es muy complicada desde hace años”. Un ejemplo es la distribución de alimentos todos los lunes por parte de la iglesia.

“La realidad es dura pero tenemos que mantener la esperanza pasara salir a confrontar con esto. Los ladrillos, hierros y cemento que compramos es gracias la gente que nos compran media, o una docena de empanadas”, apuntó.

Medina sostiene que “todo lo malo que sucede” es porque “se está alejado de Dios”.

“Pasa que como católicos que perdemos fieles, y muchas veces fallamos porque evangelizamos mal, y quizá no tenemos el carisma que tienen los evangelistas, pero tenemos fe que la gente volverá a acercarse”, indicó.

De hecho sostuvo que en el medio de la crisis, evangelizar es muy difícil pero notó “un cambio”.

Pero tampoco es fácil. “Evangelizar es un proceso, porque no podés decirle a las personas que vayan a misa o se irán al infierno, es un trabajo, como la parábola del sembrador: si preparás bien la tierra y sembrás, la semilla florecerá, sino será en vano. Es muy difícil ser católico y seguir a Dios”, opinó.

No hay que ser católico para ayudar en la iglesia o en el barrio. “Quien no cree en Dios, obvio que puede ayudar, pero muy adentro, en algún lado, existe Dios”, precisó.

“Las puertas están abiertas para todas las personas, no solo los católicos, todos estamos llamados al amor de Dios, pero también debemos sabe recibirlo”, expresó.