Se define en el escritorio

El jueves pasado hubo una reunión. Los protatonistas de la misma fueron, por un lado, los dirigentes de Jorge Newbery y, por el otro, los jefes de la Unidad Regional de Comorodo Rivadavia. El encuentro tuvo como objetivo el organizar el plan de seguirdad para el partido de vuelta de la final de la Zona Patagónica del Torneo Regional Federal Amateur de Fútbol. 

Más de 100 policías fueron afectados. Hubo corte de calles. Y hasta un ingreso celosamente programado. Con un par de requisas incluso. Todo pensando en que el partido sea una fiesta. El mismo podía ser presenciado por los hinchas locales nada más. Lo que achicaba las posibilidades de algún enfrentamiento. 

Deportivo Rincón llegó en un avión privado y en vuelo directo desde Neuquén. Un día antes, como para descansar y llegar en óptimas condiciones a la revancha. 

En la ida, el equipo neuquino había ganado 2 a 0. Con alguna que otra polémica. Además, el presidente del Lobo, denunció, públicamente al menos, algunas amenazas que habría recibido junto con el resto de la comitiva durante el encuentro. También dijo, el ex jugador de San Lorenzo de Almagro, que fueron víctimas de violencia. Los dirigentes del León respondieron rápidamente a estas acusaciones de Pablo "Pitu" Barrientos. Lo negaron todo en un comunicado. Y fueron más a fondo todavía. Abriendo casi el paraguas, hicieron anticipadamente responsable a Barrientos, y otros miembros de su familia, de cualquier cosa que pudiera sucederles a los miembros del plantel neuquino durante su estadía en Comodoro Rivadavia.   

Hasta que llegaron a la cancha, todo se dio dentro de una cierta normalidad. Después, la cosa se desmadró. El operativo parece que no fue suficiente. No alcanzó. Los jugadores de Rincón fueron ahora los que habrían sido víctimas de aprietes. Y más también. Algunos aparecieron con heridas. Uno de estos fue uno de los goleadores en el partido de ida David Boquín. Todo esto, claro, en la previa al inicio del cotejo, el cual estaba previsto para las 19:00. El comienzo se demoró y la gente del Lobo, afuera sin entender nada, empezó a impacientarse. 

Los jugadores nuequinos se encerraron en el vestuario. La policía dio garantías de seguridad. El árbitro, Juan Ignacio Nebbietti, tomó nota. El Consejo Fedaral había designado un par veedores para este cotejo. No desconociendo, quizás, que algo podía pasar. Fueron estos, los que sin consultar a nadie más y ante lo que estaban observando, que decidieron suspender el partido. 

Así fue entonces. La pelota no rodó en La Madriguera. Y, a diferencia de otras, esta sí se manchó. Con violencia, una vez más. 

Ahora, informes y descargos mediantes, el Tribunal de Disciplina tendrá la última palabra. Como antecedente, fresco por cierto, está lo que sucedió en San Juan. También durante esta fase. Pero, en el partido de ida en realidad. Fue en la final de la Región Cuyo, Juventud Alianza y Gutiérrez Sport Club no completaron los primeros noventa minutos.  En el primer tiempo se suspendió este cotejo. Camino al vestuario, los mendocinos fueron agredidos por la parcialidad local. La decisión del Consejo Federal unos días después, fue darle por perdido el partido y la serie a Juventud Alianza. Habrá que ver ahora si obran de la misma manera. El panorama parece no ser el mejor para los comodorenses. 

Las otras series se disputaron con normalidad. Defensores de Formosa le ganó 2 a 1 a Bartolomé Mitre de Posadas y jugará ahora por uno de los cuatro ascensos al Torneo Federal A. Otro que consiguió esto es Camioneros. El elenco sindical hizo valer el resultado de la ida (2-1). Ahora, con el 1 a 1 de visitante le alcanzó. 

Altos Hornos Zapla ganó 1 a 0 y forzó a los penales. En la definición desde los doce pasos, se impuso por 4 a 2 a Talleres de Metán. De esta manera, los jujeños, que alguna vez hicieron historia al ganarle a Boca Juniors, consiguieron meterse entre los ocho mejores del torneo.