Otra, otra vuelta otra

Se acostumbró a ganar. Y gana. En los últimos años, con regularidad. La última vez que perdió un título fue antes de la pandemia.

Desde entonces y hasta acá, Hispano Americano Celeste metió una seguidilla interesante de victorias.

Ganó tres veces. Lo hizo en campeonatos consecutivos. Y, con cuatro entrenadores diferentes. En el 2021 se consagró de la mano de Matías Lugones. El año pasado lo hizo con Claudio Sposetti sentado en el banco. A la presente temporada la arrancó Gustavo Spochnik. Y la terminó, con festejo incluido, Facundo Zalazar.

Los que no cambiaron, y ahí la fórmula, fueron los jugadores. Es cierto que algunos se fueron. Pero la base, como diría algún viejo DT futbolero, está. Estuvo antes y también ahora. Con Franco Gauna, Ignacio Barrios Núñez y Diego Koch como abanderados. Liderando un grupo que de playoffs conoce. De ganar series mano a mano, también. Este año, el Celeste barrió las tres que les tocó jugar. En Cuartos se impuso por 2 a 0 a Los Tigres. En Semis eliminó en partidos consecutivos a San Miguel. Ahora, en la final, dio cuenta del Santo con auspicio.

Con San Miguel TAQSA había perdido en la fase regular. Ese fue el único traspié que tuvo el campeón. En el torneo todo. Aquella derrota le costó ser segundo en la fase regular. Los hispanistas tuvieron entonces que ir por otro lado en busca de la final. Lo consiguieron con base en su experiencia, solidez, juego colectivo y, por supuesto, talento individual.

En la definición se encontraron de nuevo con San Miguel TAQSA. El equipo que ahora dirige Zalazar ya no era el mismo. Estaba en modo playoff. El Santo de Murno, tampoco. La temporada, y la acumulación de partidos definitorios en las últimas semanas, le pasaron factura. Dejó de ser sorpresa. Y se topó con un equipo que en estos mano a mano se agranda. Porque tiene con qué, en primer lugar, y porque le gusta, después.  

Hispano Americano Celeste le tiró su chapa y experiencia al debutante en finales de la categoría Primera Masculino. Los de la calle Alberdi ganaron el primer partido con comodidad. Ahora, el segundo, también. Aunque la cosa empezó pareja. El primer tiempo fue de lo mejor del encuentro. Tal vez, de la serie toda. Hispano Americano Celeste se llevó el primer cuarto por 22 a 21. San Miguel TAQSA ganó el segundo por 20 a 19. Empatados en 41 entraron a jugar los últimos 20 minutos de este partido. Los hispanistas no perdonaron en la vuelta tras el descanso largo. El 19 a 10 del tercer chico casi que fue definitivo. Ya con poco resto, y margen de error, San Miguel TAQSA falló atrás. Adelante, se mantuvo bien. Pero el vendaval de puntos del Celeste lo terminó condenando. Los de Zalazar volvieron a quedarse con el parcial. Esta vez 30 a 18. Y el partido, 90 a 69. Con la victoria, el conjunto hispanista cerró el playoff y cantó, una vez más, dale campeón.   

La síntesis de este último encuentro de la serie final de este año, fue la siguiente:

San Miguel TAQSA (69): F. Gómez, F. Prado 8, M. Bothin 16, M. Guittard 27 y J. De la Torre 15 (FI); F. Trelles, L. Domínguez 2, G. Souto 1, M. Poeta y J. P. Souto. Entrenador: A. Murno. Hispano Americano Celeste (90): F. Gauna 20, I. Barrios Núñez 16, Y. Da Silva 8, D. Koch 29 y M. Krasuski 15 (FI); A. Ocampo, J. Ojeda 2 y A. Herrada 0. Entrenador: F. Zalazar. Cancha: Municipal “Lucho” Fernández.   

Hispano Americano se quedó, como si fuera poco, con la Copa Challenger. El año que viene, los dirigentes de LiBaR tendrán que poner en juego otra.

Más allá de cómo terminó la cosa, la temporada de San Miguel TAQSA fue altamente positiva. Vale la pena recordar que el equipo de Murno jugaba hasta hace no mucho en la categoría Promocional. División que desapareció al fusionarse con la Primera.

Las dudas, entonces, eran muchas. Lo cierto es que el Santo con auspicio se reforzó y bien. Hizo esto pensando en ser protagonista. Lo fue. Ahora se vendrá lo más difícil tal vez: el tratar de repetir la campaña el año próximo o, por qué no, mejorarla. Menudo desafío.

El otro Santo al podio

Acostumbrado a ser finalista, al menos en los últimos años, el equipo de los canteranos de San Miguel no logró repetir este año. Las bajas que sufrió a lo largo de la temporada le causaron daños importantes. En la fase de grupos perdió un par de partidos y terminó tercero. El camino en los playoffs se le hizo cuesta arriba. Pasó a Boxing Club con lo justo y cayó en Semis ante, a la poste, el campeón. Le quedó la serie por el tercer puesto como para sacarse el gusto amargo de no poder jugar la final. En el primer partido por el bronce, ante Hispano Americano Blanco, San Miguel ganó con autoridad. Los dos equipos jugaron ese encuentro con bajas importantes. El Santo se las ingenió como para no sufrir las ausencias. En la revancha, que tuvo lugar el pasado domingo en el gimnasio de la calle Zapiola, ambos equipos recuperaron algunos soldados. La batalla fue más pareja. Arrancó mejor el equipo de Zalazar. Los capitaneados por Daniel Torres mejoraron su defensa y levantaron una diferencia que llegó a ser casi de 15 puntos. En la segunda mitad, todo estuvo mucho más parejo. San Miguel lo cerró mejor. Con un poco más de oficio. El Santo ganó por 90 a 81.

Joaquín García fue el goleador en el conjunto vencedor. El base terminó con 19 puntos. Éste estuvo bien secundado por su tocayo González (16) y por los hermanos Ruiz, Juan (15) y Tomás (14).

En Hispano Americano Blanco la figura fue Lautaro Juárez con 18 tantos. Por su parte, Ignacio Muñiz (14), Jerónimo Jarma (12) y Lucio Ayuso (12) también hicieron aportes en doble dígito.