Institucionales

La otra justicia

Una parte importante dentro de lo que es el trabajo de organización de los torneos de la Asociación Independiente de Fútbol de los Barrios, es el Tribunal de Disciplina. Desconocido por muchos. O por todos. Desde los miembros que lo componen hasta las funciones que cumplen éstos y los objetivos que persigue el mismo. Para traer un poco de luz sobre una tarea que se hace desde las sombras, TiempoSur habló con Raúl Agüero. Éste, provechó el receso en el juego para contar acerca del estamento que, junto con los árbitros, intenta hacer cumplir el reglamento.   

  • 14/05/2020 • 13:00

El trabajo invisible, es ese que no se ve pero que es tan o más importante que el resto. En la organización de una competencia, quienes trabajan a destajo y en las sombras, son muchos. Por ejemplo, los miembros del Tribunal de Disciplina. La Liga Independiente de Fútbol de los Barrios tiene su propio comité. Encargado este, junto con los árbitros, de hacer que el resto cumpla con el reglamento. Y de aplicarles la ley a quiénes no lo hagan. Los hombres de negro, que están en la primera línea de la batalla, lo harán en la cancha y a la luz de todos. Por su parte, los miembros del Tribunal de Disciplina son los que continuarán y finalizarán el trabajo que los otros empezaron. Pero ya desde sus escritorios y ante los ojos de nadie.

Desde hace un tiempo ya, quien está al frente del Tribunal de Disciplina es Raúl Agüero. Aprovechando el parate futbolístico, la ausencia de juego y de trabajo para el grupo del que forma parte, este accedió a ser entrevistado por TiempoSur. De manera exclusiva, entonces, Agüero cobró por un momento visibilidad. Lo hizo para contar cómo funciona el Tribunal de Disciplina de la A.I.F.B. Entre otras cosas, claro. La charla fue distendida y en un buen clima. Ésta permitió conocer un poco más un trabajo no tan público. Menos que menos, visible.      

-¿Cómo y cuándo fue que arrancaste en el Tribunal de Disciplina?

Fue cuando arrancó esta nueva Comisión Directiva que está trabajando en la Asociación Independiente de Fútbol de los Barrios. Ellos me convocaron cuando estaban por asumir para que me hiciera cargo, como presidente, del Tribunal de Disciplina. En ese momento, acepté su oferta porque me sentía en la necesidad de colaborar con el fútbol barrial. Quería hacerlo de alguna manera y esta es la que se me presentó.

 

-¿Qué es lo que más te gusta de la función que te toca cumplir?

Lo que más me gusta es la satisfacción que da el sentir que estamos siendo justos a la hora de las sanciones. El saber que los jugadores están recibiendo lo que corresponden por lo que hicieron. Ni más ni menos. Lo siento así porque todos los días hago convencido mi tarea.

 

-¿Y lo que menos?

Lo que menos me gusta es sancionar a jugadores y dirigentes por mucho tiempo. Siento que acá, en la ciudad, nosotros tenemos pocas actividades con las que distraernos. El fútbol de nuestra liga es una de esas cosas y si te la sacan, no me parece del todo bien. Sobre todo por haber tenido un minuto de bronca.

-¿Cuántas personas son en total las que componen el Tribunal?

Somos tres. Norman Azúa es el Secretario, Ruperto “Peto” Garcés el Primer Vocal y yo, que soy el Presidente.

 

-¿Cuál es su tarea específica?

La tarea nuestra consiste en sancionar a jugadores y dirigentes en base a los  informes arbitrales. También los Comisarios Deportivos de cada cancha pueden elevar informes ante hechos que se sucedan y que estén fuera del reglamento. 

 

-¿Cómo es el camino que hace un informe?

A los informes los redactan los árbitros. O como dije, antes, también lo pueden hacer los Comisarios Deportivos. Pero son los primeros los que más lo hacen. Una vez que redactan entonces el informe, lo tienen que entregar los lunes, en la sede de la liga. Debe ser antes de las 18:00. Quién los recibe es “Peto”, que llega un par de horas antes para atender a los árbitros y a los Comisarios Deportivos. Una vez que tenemos todos los informes del fin de semana, lo que hacemos es leerlos y recién después darles una sanción. “Peto” se encarga de separarlo por categoría y dejar las resoluciones listas para las reuniones, que es cuando los clubes se enteran de las sanciones. Los lunes lo hacen los Seniors y Súper, los martes la Primera A y B y los miércoles la C y la D. Por último, los jueves es cuando atendemos cualquier consulta que surja a partir de las notificaciones de las sanciones. También es el día en que los inculpados pueden hacer su descargo. Los viernes nos lo tomamos libre, esperando la gran actividad del fin de semana. 

-¿Cuál es el promedio de informes que reciben por año?

Recibimos más de 3500 informes por temporada. De ese total que nos llega, el 70% son por infracciones leves. Después hay un 20% que son por hechos de mediana complejidad y el 10% restante corresponde a situaciones graves.

 

-Si comparamos la temporada pasada con la presente, al menos hasta dónde se jugó, ¿cómo viene el número de casos?

La verdad es que tuvimos un poco menos de trabajo este año. Comparado con el torneo anterior, la cosa venía mucho más tranquila. En lo personal, creo que el número de informes bajó porque los clubes están haciendo un buen trabajo en concientizar a todos sobre el juego leal. Se ven mejores actitudes adentro de la cancha. Más respeto por el juego, por el rival y, por supuesto, por los árbitros.

 

-¿Una vez que se da a conocer la sanción, existe alguna otra instancia?

Los fallos nuestros son irrevocables. Existe una instancia que se llama Tribunal de Alzada. En ésta, cualquiera que haya sido sancionado y se sienta perjudicado puede pedir que su sanción sea revisada por este otro tribunal. Para eso, se deberá pagar un arancel correspondiente. Al Tribunal de Alzada se lo forma con delegados de una categoría que no sea la involucrada en el hecho. Ellos pasan entonces a analizar el caso y notan que algo está mal, tienen la facultad de corregir la sanción. Pueden bajarla o también subirla.

 

-¿Reciben informes contra los árbitros?

La verdad es que son pocos los informes que se presentan en contra de los árbitros. Nosotros como Tribunal de Disciplina, tenemos la facultad de sancionar a un árbitro si notamos que su desempeño no es el apropiado. Desde que estamos nosotros al frente del Tribunal de Disciplina de la liga, hemos tenido que sancionar a varios. Algo que, quizás, antes no se hacía.

 

-¿Quiénes se quejan más a la hora de conocer las sanciones, los jugadores por el número de fechas que les dieron o los árbitros porque podrían haberles dado más a sus informados? 

Sin dudas, los que más se quejan son los informados que reciben algún tipo de sanción. Igual, nosotros, entendemos la situación de los que protestan. Tenemos en claro que están en todo su derecho de hacerlo también.

 

-En este tiempo que estás al frente del Tribunal, ¿cuál fue el caso más grave?

No recuerdo ahora uno por sobre el resto. Para nosotros, los hechos más graves y que repudiamos son los que tienen que ver con agresiones físicas a los árbitros. Comúnmente este tipo de infracciones termina con cinco años de suspensión para el culpable de la agresión.

 

-¿Y el más raro?

Del más raro sí hay uno que me acuerdo. Tuvimos que sancionar a un equipo porque éste entró a jugar con camisetas diferentes. Nunca nos había pasado una cosa así. Muy loco.

 

-¿Hicieron algunos cambios desde que agarraron el Tribunal?

Como haber hecho un cambio, la verdad es que no. Lo que sí tratamos, y creo que lo venimos logrando, es de hacer un Tribunal de Disciplina más independiente. Conseguimos también tener un lugar propio que preserve nuestra privacidad. Los tres miembros del Tribunal de Disciplina somos los únicos que tenemos llaves y acceso a nuestro lugar de reunión y trabajo.

 

-¿Qué evaluación hacés del trabajo de ustedes en este tiempo?

Para nosotros el balance es positivo. En lo personal, además, creo que también es una linda experiencia. Pienso que estamos haciendo un trabajo serio y bueno. Lo notamos en el hecho que no estamos recibiendo muchos reclamos en cuanto a los fallos o por el accionar del Tribunal. Las reuniones de delegados, de cada categoría, suelen ser el termómetro. Cuando hay mucha disconformidad es ahí en donde principalmente se hace notar el fastidio de alguno. Algo que ahora, o mientras estaba la competencia activa, no estaba pasando. En las reuniones se habla de todo menos de las sanciones.