Sorpresivo

La fuerte confesión del hermano de Javier Mascherano sobre su adicción a las drogas

Sebastián Mascherano habló en una entrevista sobre su pasado con las adicciones y contó cómo son sus días ayudando a otros.

  • 04/08/2023 • 09:43

Sebastián, hermano del exfutbolista Javier Mascherano, tuvo varios episodios con respecto a las adicciones y ahora se dedica a dar charlas para concientizar sobre el tema. El hombre, de 46 años, contó cómo tomó la decisión que le cambió la vida, allá por febrero de 2012. "Soy un enfermo rehabilitado”, subrayó

En una entrevista con El Diario de Mariana, Sebastián, quien dedica su tiempo a dar charlas sobre las adicciones, comenzó a relatar su difícil historia de vida. “Hoy, a los 46 años, y ya con 11 años de rehabilitado, pude aprender todo en base a esta gran enfermedad. Es una enfermedad que no se cura. Aquel que se enferma con las drogas y el alcohol, lo va a llevar toda la vida. Lo que sí, yo te puedo decir que soy un enfermo rehabilitado porque pude cambiar de estilo de vida”, introdujo, y luego explicó cuál fue el primer paso que dio: “Para eso tuve que aprender nuevamente. Cuando tomé la decisión de dejarme ayudar allá por marzo de 2012, llegué a una comunidad terapéutica, a Gradiva, en Caballito. Y ahí pude entender de qué se trataba”.

 

Además explicó cómo se da el proceso hasta que uno se convierte en un adicto. “Uno no se da por vencido, siempre piensa que tiene hilo en el carretel. Uno piensa que es solo un vicio, que solo la va a poder dejar”, manifestó y también relató su experiencia personal: “Yo empecé con la gran droga, que es el alcohol. Todavía la sociedad y la familia no entiendeN que es la gran droga porque es la primera, la que primero te causa la euforia y la que te desinhibe, para después pasar a probar las otras drogas ilegales. Así llegué a probar mi gran amor que fue la cocaína”.

“Pasa como un tsunami en tu vida la enfermedad y te arrastra con todo en lo emotivo, en lo afectivo y en lo emocional. Y lo único con que te quedás aferrado es la sustancia, que es la madre de las drogas”, continuó el entrevistado.

 

Sin embargo, una triste escena fue el desencadenante para que hiciera el click y se replanteara la vida que llevaba. “Fue allá por febrero de 2012 y hoy estoy acá en el negocio de mi socio y mi gran amigo, que fue el que me despertó con Rocko en ese momento, quien tenía ocho años. Verlo llorar y ver cómo había pasado la situación fue un momento para pensar. Es el momento que muchas veces tenemos las personas y que podemos reaccionar”, explicó.

Por último, se refirió a cuál fue el momento más difícil desde que comenzó la rehabilitación. “La gran tormenta de esta enfermedad es pasar los primeros meses de abstinencia. Entonces, vos a medida que te vas limpiando podés limpiar tu cerebro y tu corazón. Porque en realidad lo que hacen las drogas es lastimar tu cerebro y endurecer el corazón. Por eso un pibe mata, porque no puede pensar y no puede sentir”, concluyó.