El Día del Murguero reunió a distintas formaciones en la plaza San Martín

La murga en Argentina siempre ha sido un movimiento de expresión, de mirada social, de inclusión. Tras la llegada de la democracia, en 1983, fue en los barrios de Buenos Aires donde los jóvenes y referentes de la pueblada comenzaron a reinventar la murga, expresión de protesta también de cara a la sociedad.

En nuestra provincia fue allá por 2005, donde se empezaron a mostrar los primeros grupos que en la actualidad, en diferentes proyectos, llevan adelante el sentir murguero a cada barrio de la capital.

Justamente en el día de ayer, diferentes proyectos se reunieron en la plaza San Martín para conmemorar el Día del Murguero, fecha instituida en recuerdo a las muertes de Pablo, Gamuza y Cofia, murgueros mendocinos atropellados por un automovilista mientras disfrutaban de su baile. Como tantos otros jóvenes del país tomaban las calles, compartían su alegría, su arte, sus pasiones. Contaban y cantaban sus historias, las de sus barrios, las de su gente, hasta que un 18 de diciembre de 1999 la intolerancia sobre ruedas decidió con impunidad que sus voces debían silenciarse para siempre.

La lucha de las murgas siguió activa. Movilizándose en cada espacio, en cada plaza, por recuperar esa cuota de alegría que nunca perdieron del todo. Trascendiendo la amargura de ver borrados los feriados del carnaval durante décadas, reponiéndose al intento de sumergir el recuerdo de un pasado espléndido.

Al comenzar la tarde se reunieron los referentes con ánimos de poner color y alegría a una tarde acompañada por el sol, pero también por el viento. Participaron del encuentro murgas como “Se armó la gorda”, “Descarrilados”, “Cachibaches rompiendo cadenas”, “De la ruta para atrás”, “Tabar retumba”, entre otras.

Antes de iniciar con el paso de las murgas por el centro de la ronda, una de las referentes llamó a los murgueros a “solidarizarse con todas las personas que llevan su lucha en el Congreso de la Nación”, lo que derivó en el primer gran aplauso de la tarde. De ahí en más se dio paso a la alegría del encuentro. Se compartieron acordes y danzas, en compañía no sólo de un gran número de murgueros, sino que también de la familia y vecinos que aprovecharon su paseo por la plaza principal para acompañar los festejos.

Vale la pena resaltar que este 2017 fue un buen año para las distintas formaciones, quienes participaron de propuestas organizadas por los vecinos de la ciudad y las juntas vecinales, pero también de algunas actividades organizadas tanto por el municipio como por el Gobierno provincial, destacándose por supuesto el tradicional desfile de carrozas y el Corso de Invierno. Durante este año las murgas también se han dedicado a organizar sus propios espacios, generando un vínculo que ha colaborado al crecimiento de la movida en Río Gallegos y donde se invita a las diferentes formaciones a sumar experiencias positivas.