Salud

Obra social: Gobierno y CGT analizan aumento del aporte de los trabajadores y los empleadores

Lo reveló Ginés González García y hay malestar entre los gremialistas. Para compensar la desfinanciación del sistema sindical de salud, podrían subir dos puntos más las contribuciones que se descuentan de los salarios. Para el ministro, “muchas obras sociales no deben existir”. 

  • 09/09/2020 • 11:00

Los aportes de cada trabajador para las obras sociales aumentarían del 3% al 4% del salario y los del empleador subirían del 6% al 7%. De esta forma, las contribuciones ascenderían en total del 9% al 11% del sueldo bruto. Esa sería la fórmula que analizan el Gobierno y la CGT para compensar la desfinanciación del sistema sindical de obras sociales, afectado por la caída de la recaudación debido a la crisis económica y al constante aumento de los costos de la salud, muchos de los cuales están dolarizados, sobre todo de los medicamentos.

Las negociaciones se venían manteniendo en forma reservada, pero hace 24 horas se hicieron públicas cuando el ministro de Salud, Ginés González García, reveló sorpresivamente en una charla con el portal especializado Consenso Salud que “la CGT está proponiendo, al entender que el sistema está en grave riesgo, y de hecho lo estamos conversando, un incremento en los aportes (para las obras sociales) por parte de los trabajadores”.

Las palabras del ministro causaron malestar en la CGT: sus dirigentes entienden que la difusión de la propuesta será perjudicial para la idea de aumentar los aportes porque causará reacciones negativas entre trabajadores y empleadores. “Si vos lo querés aplicar realmente no lo tenés que anunciar porque así matás la gallina de los huevos de oro antes de que nazca -dijo a Infobae un miembro de la central obrera-. Nosotros tuvimos prudencia en no decir nada hasta que la ocasión fuera propicia, pero viene Ginés y hace esto sin consultar. El momento no es el ideal por la situación que están viviendo los trabajadores”.

Aun así, los aportes y contribuciones al sistema de obras sociales surgen de una ley, por lo que haría falta otra norma aprobada por el Congreso para aplicar los aumentos proyectados entre el Gobierno y la CGT. ¿Qué legislador se animará hoy a votar más descuentos en los salarios, aun cuando en este caso se traducirían en un alivio al sistema de salud que brinda prestaciones médicas a unas 14 millones de personas en todo el país?

Hoy, los empleados en relación de dependencia aportan un 3% de su sueldo bruto, y los empleadores, un 6%. De ese total del 9%, entre un 7,2% y un 7,65% llega a la obra social y el resto va al Fondo Solidario de Redistribución y al Sistema Único de Reintegros (SUR), que pagan los tratamientos de alta complejidad.

Por pedido de la CGT, que veía con terror cómo bajaban los aportes al sistema de salud por la paralización de las tareas que ocasionó la cuarentena, el Gobierno resolvió desde mayo compensar ese rojo con una “ayuda excepcional” que proviene del Fondo de Emergencia y Asistencia, creado durante el gobierno macrista y que nunca había sido utilizado.

Así, la Superintendencia de Servicios de Salud les giró en mayo a las obras sociales 1.279 millones de pesos por la caída de los aportes de abril comparados con los de marzo de 2020; en junio fueron 1.276 millones de pesos y en julio, 821 millones de pesos. El apoyo financiero se redujo en agosto a 125 millones de pesos.

El Gobierno compensa exactamente la caída de los aportes que registra oficialmente la AFIP, por lo que los aportes a las obras sociales ya se están recuperando. En algunos casos hay actividades que se reanudaron, también hubo un impacto del programa ATP por el cual el Estado paga una parte de los salarios de las empresas en crisis e incluso también se preservan los aportes y contribuciones para las obras sociales en las suspensiones pagas que son acordadas según el artículo 223 bis de la Ley de Contrato de Trabajo.

Aun así, se quejan en la CGT, hay obras sociales que no se pueden recuperar y cuyo sostenimiento es incierto si no hay ayuda estatal porque el sector al que pertenecen sigue en crisis, como el caso de los gastronómicos, el turismo o el sector aeronáutico, y el sistema de salud en general tiene costos altos y difíciles de afrontar.

En su charla tan reveladora, Ginés González García también advirtió que el aumento en los aportes a las oras sociales harían "que mejore su situación, pero no es suficiente” y por eso reveló que el Gobierno “está pensando en cambios estructurales” en el “corto plazo”: dijo, por ejemplo, que “hay muchas obras sociales que no deben existir porque le agregan costos de transacción y conductas antisolidarias al sistema”.

También mencionó “temas difíciles de explicar y que hay que corregir” como el de los monotributistas (que hacen un aporte menor que los trabajadores en relación de dependencia, pero deben acceder a las prestaciones del Programa Médico Obligatorio, algo que, según los sindicalistas, acentúa la desfinanciación de las obras sociales).

A principios de la cuarentena, la CGT le había entregado al titular de la Superintendencia de Servicios de Salud, Eugenio Zanarini, una propuesta de 12 puntos para mejorar la situación crítica de las obras sociales, con la expectativa de que ese documento fuera analizado por el ministro de Salud.

Allí figuraban la creación de una Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias, la instauración de una canasta de prestaciones acorde con los ingresos y el pago por parte del Estado de los medicamentos de alto costo, entre otras medidas. Y en ese momento, en que se perfilaba la fuerte caída en la recaudación, comenzó a hablarse entre la CGT y las autoridades de Salud sobre la posibilidad de aumentar el aporte de los trabajadores.

Era un secreto bien guardado hasta que Ginés González García lo reveló. ¿Se le escapó o quiso hacerlo? La CGT quedó desacomodada. Y habrá que ver cómo reaccionan los trabajadores y los empleadores ante la noticia de que se proyecta descontarles más plata para el sistema de obras sociales, demonizada como “la caja” sindical.

Fuente Infobae.