Indignante

Abusó de su hijastra, se escapó de la Justicia y falleció por coronavirus

El hombre de 40 años llevaba un año prófugo de la Justicia. El hombre había abusado de su hijastra de tres años.

  • 02/11/2020 • 13:32
El abusador que escapó de la justcia.
El abusador que escapó de la justcia.

Darío Emanuel Aguirre había sido beneficiado de una eximición de prisión en junio de 2019, pero el juicio por los abusos a su hijastra continuaba. Durante la etapa final, y a días de escuchar la sentencia que resultó a favor de la denunciante, el hombre se fugó.

Aguirre estuvo desaparecido durante más de un año, pero fue encontrado en una cama de hospital, donde estaba internado con coronavirus. La encargada de denunciar su paradero fue su expareja, madre de la pequeña víctima, a quien le enviaron fotos del hombre desde el hospital.

Si bien la Policía confirmó la muerte del hombre, la desconfianza de Erika (su expareja) era tan grande que solicitó poder reconocer el cuerpo antes que sea cremado, ya que sospecha de que sea “otra estrategia” del acusado para evitar ser juzgado.

El hombre estaba acusado por “abuso sexual gravemente ultrajante y doblemente calificado” contra su hijastra. Su muerte se produjo este domingo en la unidad de cuidados intensivos del hospital de campaña “Escuela Hogar” de la ciudad de Corrientes, donde se encontraba internado desde hacía varios días.

Todo comenzó en julio del 2014, cuando su expareja Erika (con quien tenía una beba de ocho meses), lo denunció ante la División de Delitos contra la Integridad Sexual. La mujer afirmó que Aguirre comenzó a maltratarla física y psicológicamente luego del parto, y que incluso llegó a quemarle una mano con una hornalla frente a sus hijas.

Dicha situación habría sido la que motivó que Erika se aleje del hombre. Luego de un tiempo descubrió que su hija mayor tenía comportamientos y actitudes extrañas, y que se negaba a bañarse “porque no quería que nadie la tocara ni la viera desnuda”. Tras preguntarle, la nena le contó que Aguirre la había obligado a hacer cosas que ella no quería.

Cuando la niña fue analizada en la Cámara Gesell, confirmó que Aguirre la tocaba, la obligaba a ella a tocarlo y la amenazaba con que, si contaba algo de lo que él le hacía, iba a prenderla fuego a su mamá. Según se comprobó, el hombre la abusaba cuando la iba a buscar al jardín, desde donde la llevaba hasta la casa de sus abuelos, que cuidaban de la nena mientras la madre trabajaba.