“Ver el perro quemado fue muy duro”

Durante el mediodía de ayer se produjo un incendio en la calle Aristizabal al 2600 (ver página 17), hecho que tuvo gran relevancia por las pérdidas materiales y la salud de sus moradores, pero a su vez cobró mayor magnitud en las vías de comunicaciones, principalmente en facebook, debido a que un perro Pitbull sufrió gravemente las llamas.

De esta forma, los vecinos comenzaron a solicitar ayuda, otros se lamentaban por cómo había quedado la mascota, y con el correr de las horas, su estado.

Vale destacar que las fotografías fueron altamente susceptibles, pero con cuidado y dedicación, el mismo se encuentra estable.

Así lo indicó a TiempoSur Daniel Farías, quien es adiestrador canino desde 2007, además de tener el local Huellitas, fue uno de los primeros en asistir al can.

Panorama duro-“En primer lugar me contactó una amiga para ver si podía recurrir, como muchas veces lo hemos hecho para colaborar, como así también por TiempoSur Digital por las imágenes”. Al llegar, viendo que era un pitbull “debimos tener mucho cuidado, tomar recaudos, y estaba totalmente en estado de shock, que por las quemaduras estaba muy asustado, con sectores al rojo vivo”, comentó Daniel.

Asimismo señaló que “al estar atado, con pánico de no poder escapar, seguramente se quemó con material, y los chicos calculo que lo deben haber rociado al perro para poder apagarlo”.

Una vez controlado el can, ganada su confianza, lo llevaron al veterinario Reynoso, quien le hizo las curaciones de primer grado, lo atendió y dio las indicaciones correspondientes.

El perro va a seguir en tratamiento hasta que los dueños se recuperen, “pero se pueden quedar tranquilos que está cuidado, recibiendo mucho afecto, con asesoramiento veterinario correspondiente”, expuso.

“Desde lo profesional, al igual que del amor se lo vamos a brindar como pudimos hacerlo cada vez que nos convocaron”, manifestó Daniel, y añadió: “Es fuerte encontrarse con una situación así, pero también uno debe serenarse porque ver el perro quemado fue muy duro, pero a su vez emoción porque reconoció el afecto que uno le está tratando de trasmitir”.

A su vez, comentó que se acercó mucha gente, e indicó que “si bien uno lo ve y tiene la cabeza quemada, lo tengo al lado moviendo la cola, ellos perciben lo que uno le da”, por lo cual “debemos apuntar a que sea una recuperación pronta”.

Por último expresó que es la primera vez que asiste a una mascota con quemaduras, sí quizás con disparos o herida de arma blanca, pero hay que estar siempre predispuesto a colaborar. No se pueden evitar, debemos crear conciencia, seguir como comunidad y luchar para erradicar los casos que son evitables”, finalizó.