Insultos y agresiones físicas en colegios, dos aspectos preocupantes en la educación

Días atrás, un joven de 15 años de la localidad catamarqueña de Santa Rosa fue noticia luego de un hecho que protagonizó en el colegio. Pero el hecho no se dio por su buen desempeño, sino que le propinó un puntazo con una lapicera a un profesor, lo cual le provocó un desgarro en una pierna y habría sido sin mediar palabras previas.

Este es sólo uno de los hechos que suceden reiteradamente en todo el país, y lo cual fue reflejado tiempo atrás en un informe en Latinoamérica, realizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Argentina lideró el ranking de insultos y agresiones físicas en los colegios, resaltando esto en el ámbito académico de los alumnos.

A su vez, se concluyó que quienes lo padecían demostraban que le interfería notablemente en el desempeño escolar.

Cambio en las aulas-Con la intención de conocer cómo es el clima que se ve en las aulas hoy en día, TiempoSur consultó a Martínez, profesor de primaria, y Rodríguez, de nivel secundario, ambos de esta ciudad capital.

En un principio, ambos coincidieron en que “el hábitat de la educación se modificó notoriamente en los últimos diez años aproximadamente”.

Quien interactúa con niños de primaria, manifestó: “Siempre se dice que los chicos cada vez son más vivos, pero la realidad es que también son más rebeldes, más maleducados”.

De la misma forma, expresó que “no es generalizado, sino que existen muy buenos estudiantes, pero igualmente falta trabajo desde la casa, porque muchas veces escuchamos insultos, palabras discriminatorias a los 12 años por ejemplo, y se ríen, pero no es así, y eso debe ser abordado por los padres, debe ser un trabajo en conjunto de todas las partes para hacer a la educación de un niño”.

En tanto, Rodríguez, de secundaria, se posicionó de la misma forma, y añadió que en el nivel con el que le toca trabajar “se suma la agresión física”. Es así que “en los recreos, a la salida, o mismo en el aula, se toman a golpes de puño, por un/a novio/a, por molestar, por motivos insignificantes para llegar a tal punto”, señaló.

“Ya sean de nivel primario o secundario, lo que es el bullying por ejemplo influye mucho, porque en muchos casos no están preparados para recibir algunas calificaciones por un par, y lleva a que su estadía en el aula no sea favorable, incluso a que pierda esas ganas de concurrir a clase, algo lamentable”, sentenció la profesora.

Autoridad en disminución-Para Martínez “la figura del docente ha ido perdiendo valor por decirlo de alguna forma”, argumentando que “antes, te retaba un profesor y era algo grave, los padres se alertaban ante un llamado de atención hacia su hijo, lo cual hoy no sucede”. En este sentido, añadió que en la actualidad, “le llamas la atención a un alumno o lo ´bochas´ y viene el padre a reclamar eufórico”, algo inentendible.

Finalmente, Rodríguez, por su parte, explicó que “hay algunos jóvenes que al recibir un llamado de atención delante de sus compañeros, sacan pecho cómo quien dice, para que los demás lo vean como una especie de valentía”, una clara demostración de que “el camino está errado, y se tendrían que rever infinidades de cosas, desde la casa hasta cuestiones referentes a las autoridades”, apuntó.