Argentina

Con los goles de Rodrigo Mora, River le ganó a Belgrano y volvió a sonreír

El Millonario, que venía de empatar con Quilmes, volvió a la victoria: fue 2 a 1 en Córdoba  

  • 02/03/2015 • 00:00

No se podrá negar que hubo ímpetu y entrega en el primer tiempo, aunque hay que apurarse en aclarar que eso no redundó en un buen juego, en la generación de ideas, en la elaboración precisa. Ninguno de los dos equipos podía dar con la precisión y la elaboración. Se cargaron de revoluciones. Casi todo quedó reducido a una lucha trabada, a una secuencia de interrupciones, fricciones y hasta choques de cabezas. De tanto ir al límite en ese derroche de energías la etapa terminó con jugadores vendados, amonestados y atendidos por los médicos de los dos cuerpos técnicos.
 
En lo estrictamente futbolístico, en el primer tiempo hubo poco. Belgrano estuvo un poco más ordenado e insinuaba algo con el manejo de Lucas Zelarrayán y la presión alta sobre la salida millonaria. A River le costaba mucho conseguir la pelota y los delanteros quedaban aislados. ¿Situaciones? Pocas. En un partido tan cerrado, los dirigidos por Gallardo trataban de arrimar peligro con los centros laterales largos que caían en el corazón del área y en uno de ellos casi marca Rodrigo Mora de cabeza.
 
Mora hizo los dos de River.  Foto: LA NACION  / Diego Lima
Detrás de Rojas fue la zona en la que se generaron los mejores contraataques de Belgrano. Partiendo desde allí tuvo las situaciones más claras para abrir el marcador. Y esa particularidad empezó siendo un generoso aporte para una leve mejoría local. Las corridas de Márquez encendían a la parcialidad pirata, pero sus malas definiciones provocaban un claro murmullo de bronca. El intento más claro del delantero lo tapó Barovero con el pecho, que unos minutos después tuvo que ser reemplazado por un desgarro.
 
En el segundo tiempo, cuando Belgrano perdió intensidad, los dirigidos por Gallardo supieron resolver bien la presión que proponía enfrente. Con el transcurrir de los minutos, todo ese empuje se diluyó porque Zelarrayán estaba intermitente y Márquez y Óbolo entraron poco en juego. Parado unos metros más adelante, los de Núñez se dieron cuenta de que podían explotar los espacios que encontraban por los costados. En salidas rápidas, preferentemente con los dos laterales, tanto con Sánchez como con Vangioni , se fueron dando oportunidades claras para los visitantes que, a la hora de la definición, dejaron en evidencia el oportunismo de Mora.
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