Info General

Plazas, se mira hacia otro lado y no hay responsabilidad

Luego de recorrer diversas plazas de Río Gallegos se pudo comprobar las malas condiciones en que se encuentran. Pasamanos rotos; de 18 hamacas sólo habían seis de ellas; paredes pintadas, entre otras situaciones. Sobre esto se suele echar la culpa a los entes, pero al ver cómo se encuentran, es una clara demostración del poco cuidado por parte de algunos ciudadanos y una conducta social errónea.

  • 02/10/2014 • 00:00
Hamaca rota en el barrio 366 Viviendas. (A. B)
Hamaca rota en el barrio 366 Viviendas. (A. B)

Cuántas veces se ha escuchado a las personas quejarse del estado en que se encuentran actualmente las plazas de Río Gallegos, acusando que están sin pintar, que los juegos están rotos, o que nadie hace nada, colocando como responsables a diversos entes.

Pero si bien los entes tienen la responsabilidad de cuidar y mantener en condiciones estos espacios, por qué siempre se mira hacia fuera y no se asume una responsabilidad social, o se acepta que como sociedad se mantiene una conducta desalineada, siendo los ciudadanos culpables de muchos actos, entre ellos los vandálicos, como es el destrozo de las plazas. A veces el trabajo se vuelve en vano cuando se está frente a una sociedad dañina que no respeta el espacio público.

Estos no son dichos sin argumentos, sino que surgen luego de recorrer diferentes plazas de la ciudad, analizando el estado de cada una. Fue así que se tuvo en cuenta la cantidad de juegos rotos, del mismo modo que el estado de las paredes del lugar, y luminarias.

 

Realidad lamentable- Desde TiempoSur nos acercamos a cinco plazas y los resultados fueron lastimosos. En las cercanías del barrio 366 Viviendas, de tres hamacas sólo había una; el tambor el cual los niños simulan que es un caballo estaba destrozado, al igual que el sube y baja; uno de los dos toboganes, le faltaba una de las maderas, por lo cual quien se tire podría caer desde la altura; mientras que la cancha de paddle no presentaba red, en tanto la de fútbol y de básquet anteriormente poseían alambrado en los costados y hoy en día algunos sectores no lo tienen.

En el caso de la plaza “Quique Fernández”, de 18 hamacas seis eran las que estaban en condiciones de ser usadas, ya que las demás no presentaban ni la cadena. El espacio también cuenta con un sector de juegos didácticos, los cuales están despedazados, al igual que los asientos.

En la Plazoleta “Lago del Desierto”, la cancha de básquet no tenía aros; la de paddle no contaba con red y el espacio en sí presentaba la mayoría de sus bancos rotos, como igualmente las luces.

Y en el caso de las que son linderas al Cementerio local, tanto enfrente como la ubicada en uno de sus costados, que fue denominada “Martín Chiófalo”, no variaron su aspecto. El total de las hamacas no se encontraban y el “caballito”, como lo denominan los niños, tampoco. En la plaza que se encuentra enfrente todas sus paredes se encontraron pintadas con aerosol.

Vale destacar que  hubo tres situaciones que se repitieron en todas las plazas: las paredes fueron ralladas, ya sea con dibujos, insignias o nombres; los focos de las luces estaban rotos, pero no en su totalidad, aparentando haber sido roto con piedras; y respecto a los bancos de cemento, increíblemente no había donde sentarse en algunos casos.  

Luego de divisar estas situaciones explayadas, quedó a la vista que aquí la responsabilidad no es solo del ente. Sino que está de manifiesto que los mismos ciudadanos son lo que producen destrozos o pintadas. Y esto es evidente por un solo motivo: es claro que un pequeño que recurre a la plaza no tiene la suficiente fuerza para partir una madera del tobogán, para arrancar los hierros del pasamanos, o romper un banco de cemento.Sino que son personas que ven como diversión romper las cosas, siendo los únicos perjudicados los niños, y quienes utilizan los espacios recreativos, que cada vez pueden disfrutar menos.

Temas