Política

Reconocen que la Ley de Promoción no está dando los resultados esperados

Lo deslizó el ex ministro de la Producción, Jaime Alvarez, ahora asesor en el Ministerio de Planificación Federal, quien rescató lo valioso de la ley pero deslizó críticas sobre su aplicación. Por su parte, habló del proyecto del tren bioceánico y dijo que trata de “preservar la historia”.

  • 20/08/2014 • 00:00
Jaime Alvarez fue entrevistado en Tiempo FM. (Archivo).
Jaime Alvarez fue entrevistado en Tiempo FM. (Archivo).

Lo deslizó el ex ministro de la Producción, Jaime Alvarez, ahora asesor en el Ministerio de Planificación Federal, quien rescató lo valioso de la ley pero deslizó críticas sobre su aplicación. Por su parte, habló del proyecto del tren bioceánico y dijo que trata de “preservar la historia”.
 
El asesor técnico del Ministerio de Planificación Federal de la Nación y ex Ministro de la Producción de Santa Cruz, Jaime Alvarez, reconoció ayer por Tiempo FM que la Ley de Promoción Industrial de la provincia aún no alcanzó los resultados esperados.
 
Se trata de una ley (aprobada en el 2009) que el gobierno de Daniel Peralta se cansó de subrayar –desde su sanción- como un antes y un después en el arribo de capitales privados a la provincia a través de fuertes incentivos impositivos.
 
Sin embargo, hasta el momento se conocen muy pocos proyectos que se hayan instalado y mantenido en el tiempo, a pesar de la extensa publicidad que se le hizo en declaraciones de los funcionarios públicos.
 
Debería haber más- Al hacer un balance sobre la ley, Jaime Alvarez sostuvo: “La Ley de Promoción Industrial es un elemento que recién nace, tiene muy pocos años de creación en la provincia, es complementaria a la zona franca que están en este momento en proceso de licitación”, y añadió que en su conjunto con el interconectado, las zonas francas, las represas, etc. Son “un trampolín para que la provincia sea industrializada”.
 
Sin embargo, al entrar en detalle sobre los resultados que se fueron dando -hasta el momento- en la radicación de inversiones, expresó: “Sé que se han hecho promociones” pero “debería ser mayor la cantidad de industrias que se deberían haber instalado” y “seguramente los inversores son tímidos a la hora de invertir, esperan que ocurran los cambios institucionales a nivel provincial y nacional con una visión a largo plazo”, y finalmente dijo: “También es importante remarcar que al momento de hacer las inversiones, los empresarios siempre están viendo que aquellos beneficios promocionales como son los reembolsos, se cumplan en tiempo y forma”.
 
Mucha letra y pocos resultados- Cabe recordar que según se detalló cuando fue impulsada por el Poder Ejecutivo Provincial, la Ley consistía en herramientas legales para “lograr el desarrollo económico y social de la provincia”.
 
Cuando se reglamentó, el Gobierno dijo que la ley fue pensada conceptualmente como una norma “moderna y ágil”, persiguiendo el objetivo de poder “establecer un mecanismo sincronizado en la relación sector privado-sector público, que optimice los esfuerzos y redunde en beneficios sociales y económicos para los habitantes de la provincia”.
 
Se estableció al Ministerio de la Producción como autoridad de aplicación y se apuntó que con la reglamentación se realizará “el seguimiento y desarrollo de los proyectos aprobados en el marco de la ley”, a partir de lo cual será necesario “contar con los mecanismos de control que permitan verificar la efectiva aplicación del capital propio sujeto al beneficio promocional establecido” en el Sistema Provincial.
 
También que los sectores empresariales interesados en invertir en Santa Cruz, encontrarían en esa reglamentación que sus inversiones se verían beneficiadas en equipamiento, instalaciones, nuevas tecnologías aplicadas, de infraestructura, entre otras, y que contarán con porcentajes de devolución; detalle de los impuestos provinciales de los que serán eximidos; como así también la cantidad de módulos que corresponderán como devolución por tipo de mano de obra empleada, etc.
 
Sin embargo, como tantas otras iniciativas del Gobierno provincial, quedó en buenas intenciones y hasta en una buena ley, pero los resultados, arrastrados además por los continuos cambios en la conducción del Ministerio de la Producción (tres funcionarios desde la sanción); un déficit presupuestario que repercutió en todos los estamentos del Estado, y una carente política de promoción hacia el empresariado y los emprendedores, no fueron hasta el momentos los que se esperaban.