Ayer comenzaron los festejos del Jubileo Diocesano en el 50º aniversario de la creación de la Diócesis de Río Gallegos, la cual abarca las provincias de Santa Cruz y Tierra de Fuego; Antártida e Islas del Atlántico Sur. Ella fue creada por el Papa Juan XXIII el 10 de abril de 1961. Hasta ese momento se pertenecía a la Diócesis de Comodoro Rivadavia.Para ahondar más sobre esta celebración TiempoSur entrevisto al Padre Ellero, quién comentó, “se tenía planificado realizar el IX Rosariazo a las 16:30 con una procesión desde el Obispado, caminando por Don Bosco hasta el colegio María Auxiliadora, donde nos detendríamos un instante para hacer una breve reseña de la  historia del colegio, que cumplió 110 años; luego continuaría por avenida Kirchner hasta el mástil donde tendrían lugar las reflexiones sobre los misioneros, la evangelización y nuestra Patria, seguir por San Martín para finalizar en la Catedral, donde acompañados por la Banda se cantaría el himno para luego pasar por la iglesia catedral sin detenerse enfilando por el parquecito hacia el interior del Colegio. Esta pequeña procesión debimos suspenderla por el estado del tiempo pero el Rosariazo con las reflexiones y demás actividades mencionadas se realizaron en el gimnasio del Colegio Salesiano”. En cuanto a la apertura del Año Jubilar Diocesano el Sacerdote explicó, “inició con un acto formal precedido con el Santo Rosario continuado con la Eucaristía, la misa, consiste en la apertura de una puerta como un símbolo del ingreso al cielo a la casa del Padre, esto no es una novedad porque originalmente nace con la tradición de los pueblos judíos que tocaban un cuerno de carnero para celebrar cada 50 años un tiempo de gracia de perdón y reconciliación, se perdonaba todas las deudas y se daba la oportunidad de empezar de nuevo. Ese cuerno se llama jubileo, de ahí viene la palabra, que significaba día de alegría, que después traducido al español paso a ser júbilo. En la historia de la Iglesia Católica se incorpora esta práctica en el año 1300, en el que el Papa Bonifacio VIII convoca a un año de conversión, de oración, de peregrinación a Roma y a Tierra Santa. A esta celebración se le fue agregando motivos y fechas especiales con el pasar de los años”En referencia a cómo se conmemora actualmente señaló, “los católicos celebramos entonces abriendo una puerta que llamaremos Puerta Santa, de donde se obtiene una serie de indulgencias.El obispo Juan Carlos Romanín declara el decreto del inicio del Año Santo, el rito litúrgico de la apertura de la Puerta Santa y el Calendario Jubilar para ser conmemorado el 10 de abril. Cada parroquia hasta capilla o centro religioso puede hacer su propio jubileo”.Para concluir el padre José aclaro que “no es que hace 50 años empezó la difusión del evangelio en nuestra provincia, 70 años antes ya se trabajaba con los Misioneros Salesianos; la presencia salesiana tiene 125 años y la presencia de María Auxiliadora de nuestras hermanas tiene 110 años; por su parte nuestra Iglesia Catedral tiene 111 años” La apertura la realizó el Obispo, tocando la puerta con el bastón de pastor que posee, para luego entonar una canción, el Salmo 122, la Banda Militar tocó un chamamé, con la letra de Memoria y Esperanza, canción escrita para esta ocasión, después se continuó con la Eucaristía y para finalizar esta festividad se llevó a cabo una caravana por diez iglesias de la ciudad parando unos minutos en cada una de ellas. El recorrido partió desde la Catedral pasando por la parroquia San Jorge, María del Rosario de San Nicolás, San Vicente, Inmaculada, Sagrado Corazón de Jesús, María Madre de la Iglesia, el Santuario San Cayetano, la parroquia San José Obrero, Nuestra Señora del Carmen y San Juan Bosco. Para cada ciudad de la diócesis en su parroquia central se celebró este mismo día a la hora que se programó en cada lugarSe propuso que en las fiestas patronales de cada comunidad se vuelva a repetir la apertura de la Puerta Santa.Las indulgencias son, entre otras cosas,, beneficios espirituales que sirven para  sentirnos animados en el perdón. Para obtenerlas se debe recibir el sacramento de la Reconciliación, el sacramento de la Eucaristía, rezar por las intenciones del Santo Padre, el Papa, realizar un acto o gesto de caridad para con los pobres. Se las podrá obtener en las celebraciones eucarísticas en todos los templos de la diócesis en las solemnidades de Pascua de Resurrección, Pentecostés, Corpus Christi, Navidad, solemnidad de San Juan Bosco Patrono de la diócesis y de Nuestra Señora de Luján, Patrona de la ciudad sede episcopal e Iglesia Catedral. Entre otros signos que puedan surgir a lo largo del año jubilar se encuentran, la peregrinación, la purificación de la memoria, la caridad, la memoria agradecida y la Puerta Santa.
