Cultura

Avalada por la Academia de Literatura Moderna, comenzó a funcionar la Escuela de Pequeños Escritores en Argentina

La misma dio inicio en la localidad santacruceña de Caleta Olivia y se encuentra bajo la coordinación de la joven escritora, Sheila Lincheski. La escuela propone diferentes actividades donde se profundice la redacción, la coherencia y la ortografía. Es la primera en Argentina avalada por la Academia de Literatura Moderna de México.

  • 09/04/2017 • 10:50

El espacio inaugurado a comienzos de abril y coordinado por la ya reconocida escritora, Sheila Lincheski, se convirtió en la primer Escuela de Pequeños Escritores en Argentina avalada por la Academia de Literatura Moderna de México. Esta iniciativa llega a nuestra provincia gracias al nombramiento que a comienzos de marzo Lincheski recibió como Coordinadora de la Escuela de Pequeños Escritores para Sudamérica, con sede por supuesto también en nuestro país. 

Los encuentros se llevan adelante cada dos sábados, aunque en este comienzo de abril se repetirán en fines de semana consecutivos dada la llegada de Semana Santa. La metodología de trabajo tiene como objetivo darle a los pequeños diferentes lecturas y, a partir de las mismas, desarrollar actividades donde se profundice la redacción, la coherencia y la ortografía de cada uno. “No son clases de apoyo”, remarcó su coordinadora.

En otro tramo de la nota que la escritora brindó a TiempoSur, se mostró muy contenta con la posibilidad de trasladar su experiencia a los más pequeños y explicó: “Los objetivos que persigue la Escuela de Pequeños Escritores son fomentar la lectura entre el sector más fértil de la población, entre niños y adolescentes, inculcando el gusto y placer por la lectura, motivarlos a expresar su sentir y sus ideas proporcionándoles, al mismo tiempo, las bases para su desarrollo, ayudar a editar las obras que como resultado de la instrucción que se les proporcionará surgirán, así como apoyar la promoción y difusión de las obras y sus autores, ofrecerles a los chicos la libertad de expresar su sentir creativa y libremente para que su desarrollo en el ámbito sea auténtico e integral”. Vale la pena destacar que los niños que se han acercado a estas primeras experiencias van desde los 8 a los 12 años.

Consultada sobre sus sensaciones, Sheila manifestó: “Estoy feliz de poder realizar este trabajo que realmente me da mucho por aprender y, principalmente, brinda la esperanza de que entre todos podemos seguir creciendo y apostando por una juventud llena de valores y aprendizajes”.

Por último, la Coordinadora de la Escuela remarcó: “Quiero agradecer a los comercios que desde el primer momento que planteamos nuestro proyecto aceptaron el acompañamiento para poder lograr que el mismo sea sin fines de lucro y de esta forma no limitar a ningún niño el deseo de poder asistir. Saber que cuento con este acompañamiento me reconforta, estoy muy agradecida una vez más a las autoridades de la Cámara de Comercio por habernos brindado el espacio físico, a las librerías Sur, Caleta, Moe's, Cintia, como así también a la buena predisposición de la Panadería Cremar, que nos permiten brindarles una merienda a los niños antes de finalizar la jornada. Con esto, demostramos que cuando realmente se quiere, se pude”, finalizó.

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