Acusada de asesinar a su pareja reiteró que es inocente

Esta mañana inició el juicio a Claudia Concha Ávila, procesada por haber dado muerte a su pareja, Ezequiel Gustavo Ponce, simulando que éste se había quitado la vida ahorcándose con un pañuelo.

El hecho sucedió el 2 de diciembre de 2018, alrededor de las 9.05, en la habitación 18 del hospedaje ubicado sobre calle Alem al 1200 de la ciudad de Ushuaia; donde Claudia Concha Avila (44 años) y Ponce se encontraban juntos.

Claudia Concha Ávila declaró ante el Tribunal de juicio esta mañana y relató que el día en que ocurrieron los hechos, la pareja se reunió en la casa de Gustavo Ponce a pesar de que pesaba sobre ellos una prohibición de acercamiento tras lo cual acordaron irse juntos en un remis para dejarla a ella en el hotel, donde se estaba alojando.

De acuerdo al relato de la imputada, ante la insistencia del hombre por permanecer con ella, lo dejó entrar a su habitación. “Nos quedamos escuchando música, tomando cerveza, se hizo de noche, el se fue a comprar unas cervezas. Yo cociné, comimos. Después nos drogamos, tomamos alcohol. Se terminó el alcohol y él empezó a hacer lío..”.

Tras varias idas y vueltas a la recepción para buscar alcohol, ya habían alborotado a los residentes del hotel por las discusiones y peleas, hasta que el clima se volvió demasiado tenso.

“Se tornó violento, yo me tiré en la cama y frente a la cama está la mesada. El empezó a decirme de todo y yo me levanté y me agarró de los brazos. Comenzamos a luchar y me zafo. Agarré un cuchillo que estaba en la mesada, él se me tiró encima y yo le punzé el brazo”, relató la imputada.

“En ese momento, abro la puerta y lo empujo afuera y cierro la puerta y le dije que le tiraba la campera por la ventana”.

Ante los jueces del tribunal, la mujer aseguró que Gustavo Ponce quedó en el pasillo pidiéndole que lo deje entrar para devolverle el celular que se había llevado y que al llegar la policía para intervenir, “yo les dije que no lo conocía y le saqué el celular de la mano”. Al preguntársele el por qué de ese proceder, respondió que no quiso complicarle las cosas con la policía por la prohibición de acercamiento que pesaba entre los dos.

En ese instante se percató de que Ponce sangraba por su herida del brazo e iba dejando rastros de sangre. Se fue con la policía y tras ello, la dueña la increpó y le dijo que se iba a tener que ir por todo lo que había pasado.

Más tarde, cuando la mujer volvió a acostarse, vio a Ponce entrar a la habitación por la ventana. “Estaba todo transpirado y lleno de sangre. Se puso a llorar y me dijo que no lo arruine y yo veía que venía la policía. Le dije, andá y escondete en el baño y se metió en la bañera. La policía volvió y me preguntó de nuevo lo mismo y me informan sobre violencia de género, firmé y se fueron. El volvió a la cama y se acostó al lado mío y después me quiso abrazar y estar conmigo”. La mujer afirmó que lo rechazó y luego se quedó dormida.

“Cuando me despierto, veo que mi nuera me había dicho que iba a pasar por el hotel y yo le dije que si, entonces miré al lado mío y ya no estaba. Me levanto y veo la ropa de él en el piso y voy al baño y lo veo ahí, sentado, colgado. Primero pensé que era una joda, intenté sacarlo del baño y lo quiero agarrar de la remera y se le sale. Yo pensé que todavía no estaba muerto entonces agarré el teléfono y le avisé a mi nuera, me descompuse, y estaba en estado de shock total. Llamé a la policía, les dije que vengan rápido que Gustavo se había suicidado”.  (Tierra del Fuego Info)