Río Gallegos

Cuando el problema se convierte en una oportunidad

Adrián y Miguel trabajan en la limpieza de veredas y la remoción de escarcha como un apoyo a la economía familiar, en tiempos donde la crisis sin dudas ha golpeado el bolsillo de los trabajadores. Para uno es un complemento económico, para el otro su único ingreso. Una changa que nació ante el problema de las veredas escarchadas.  

  • 22/07/2020 • 08:11
Adrián trabaja en la fría noche de Río Gallegos
Adrián trabaja en la fría noche de Río Gallegos

Al mejor estilo “Mr. Plow” o “Don Barredora”, nombre identificado con un recordado capítulo perteneciente a la cuarta temporada de la serie animada “Los Simpsons”, y en una ciudad que muchas veces se parece a la Springfield de Homero, hasta un candidato hemos tenido identificado con la serie norteamericana, dos vecinos riogalleguenses han encontrado una veta en medio de una problemática de la cual a muchos les cuesta hacerse cargo, y es la presencia de nieve y escarcha en las veredas, motivo de caídas, golpes y fracturas para muchos vecinos. Como ya hemos expuesto es el propietario o inquilino quien debe responder por la mantención de sus frentes, ya sea en el ámbito particular o comercial, pero como también hemos expuesto es una ordenanza que no suele cumplirse en la general de las personas. Ante esta situación, y en búsqueda de mejores ingresos económicos es que dos riogalleguenses han iniciado un nuevo emprendimiento.

 

En principio, Adrián, vecino de la ciudad y trabajador de la administración pública municipal, contó a TiempoSur que “como todos los años veía que cuando nieva se pone feo para andar, y más caminando, y además necesito hacer unos pesos más, entonces se me ocurrió salir a limpiar veredas. Siempre hay alguien que necesita así que empecé a ofrecerme en redes sociales”. Siempre, más allá de contar con empleo, fue un busca, fuera del horario laboral realiza fletes e incluso hace un servicio de recolección de basura a domicilio, para él “son algunos servicios que la gente necesita” y claramente no son brindados al cien por ciento en la capital. “Limpiar veredas está bueno, cualquiera puede salir con una pala y ofrecerse, lo importante es la voluntad”, contó Adrián al repasar: “Dependiendo del laburo, trato de hacerlo solo o busco algunos amigos que me ayuden. Me han llamado pocos comerciantes, por lo general quien precisa el servicio es la gente adulta. Los laburos grandes si está fácil trato de llamar algunos amigos porque las máquinas salen caras contratarlas y prefiero que nos dividamos entre amigos el trabajo. Gracias a Dios, sale laburo”.

Por otro lado, Miguel, también vecino de la ciudad que ha decidido comenzar este trabajo, manifestó una realidad diferente. Según relató a nuestro medio en el mes de abril se quedó sin trabajo, el cual desarrollaba de manera irregular en un comercio almacén de la ciudad, donde “por toda la situación me dijeron que tenían que despedirme”, manifestó al explicar que “en ese momento tuve que salir a rebuscármelas para pagar el alquiler, como soy solo dependo de mí y nadie más”. Contó que “los primeros meses fueron difíciles”, pero una vez que se comenzó a dar una mayor flexibilización pudo conseguir algunas changas, las cuales mantiene esporádicamente por lo que ha tenido que buscar distintas alternativas llegando ahora a la limpieza de veredas y patios. “Está muy difícil la situación, porque si bien hay gente interesada en el servicio hoy no todos pueden pagar, por más mínimo que sea el precio”, dijo y remarcó: “Esto es esporádico y va a durar lo que dura el invierno, y ahora con las nuevas restricciones también se complica salir a laburar, pero bueno, uno a veces prefiere arriesgarse porque la verdad no hay otra manera de poder afrontar los gastos de la vida diaria. Yo hoy gracias a las changas estoy pudiendo pagar mi alquiler para tener un techo y medianamente poder alimentarme, pero hay servicios que no pudo afrontar y si no fuera por la ayuda del dueño del lugar donde vivo no podría”, cerró.