Historia en 4 patas

La vida después del trabajo

Los perros que pertenecen a la División Canes de la Policía de Santa Cruz, además de la vida laboral, también tienen su vida de mascota. Una vez que terminan con su función, los uniformados les buscan un hogar seguro para que ellos puedan ser mascotas. Además se va a presentar un proyecto para crear un cementerio y así todos los animales que pertenecieron a la División tengan su lugar.

  • 28/05/2019 • 11:48

La División Canes de la Policía de Santa Cruz, es la encargada de adiestrar y entrenar en diferentes áreas a los 26 canes que actualmente posee. A cargo de la misma está el jefe Comisario Martín Lebrand, su segundo jefe es el Subcomisario Aldo Encina y el guía de narcóticos Cabo Primero Hugo Ocampo, quienes dialogaron con NOS, para contar como es la vida de los animales luego de terminar su vida laboral y pasan a ser mascotas. También contaron que como son los días de los perros en la División, donde ellos saben jugar en lugar de trabajar.

Los perros a los 30 días comienzan con el entrenamiento de obediencia básico y se les asigna un guía, con él cual inician un vínculo especial, que no lo tendrá con otro guía.

Los guías durante ese tiempo y hasta que cumplen el año, llevan a sus canes a casa con sus familias, para que vayan conociendo otros ambientes y teniendo otros lazos.

El Cabo Ocampo comentó que si bien el perro sale a la casa de su guía, donde recibe el amor de los chicos y de la familia, además se acostumbra a estar con otros perros, esto también funciona para cuando sale a trabajar y no es algo nuevo con lo que se va a encontrar, es algo que ya vivido.

Durante la entrevista, el Subcomisario Encima, explicó que el cuidado de los canes es primordial, y celebró un logró que obtuvieron en éste último tiempo, que fue un plan sanitario muy completo, que consta de todas las vacunas para estar al día, también cuenta con el plan rábico, desparasitación, parvovirus, para poder tener perros saludables. Además tiene un control de plagas, para evitar que los perros cacen roedores.

Hijos sin malcriar

Nuevamente Hugo, el guía de narcóticos contó que ellos los tratan como sus hijos pero no se los mima mucho, y aclaró que tienen sus momentos para hacerlos jugar y controlarlos, por ejemplo cuatro días a la semana se los cepilla, se revisa que no estén lastimados. Además comentó que diariamente cada vez que llegan se controla como estuvo en el día, si esta decaído, como comió, estos cuidados que les da el alerta y si surge algún malestar se informa al oficial y después se encarga de la veterinaria de determinar lo que le sucede.   

Al ser consultados como son recibidos por sus canes cuando llegan a la División, comentaron que son como cualquier perro, les mueven las colas y les saltan para poder jugar.

El juego siempre presente

Con el fin de desmitificar la creencia que los canes detectores de narcóticos consumen sustancias prohibida, Hugo contó que el perro detector de narcóticos, si bien para los guías él está trabajando, para el perro está jugando, porque sabe que el juego es entre él y el guía. “Él sabe que si hace bien eso, viene un premio acompañado de su guía, por lo que trata de encontrar la sustancia, quiere encontrarla para que sea algo explosivo para que pueda jugar con el guía”.

A su vez el Subcomisario Encima explicó que el personal de la División Canes usas un banco de olor, es decir que se trabaja la sustancia dentro de una pecera y se la expone al calor, con el cual se van evaporando las partículas que a su vez impregna el juguete del can. Cuando el cachorro se va iniciando en el juego, ya va reconociendo su juguete por el olor, por eso cuando salimos, nosotros lo hacemos a trabajar y él a jugar. A la vez que se preguntó ¿Y qué espera él? su juguete, por eso cuando el encuentra la sustancia, lo explosivo es poder jugar con su guía.     

Caniles

En cuanto a los caniles donde permanecen los canes son edificaciones son edificaciones son edificaciones, que poseen separaciones para que cada uno tenga su espacio, éstos son amplios y están identificados con sus respectivos nombres.

Actualmente les colocaron tanques de agua, para que ellos tengan constantemente, y además hace unas semanas atrás, el personal policial de la División logró que les instalaran la red de gas natural, por lo que ahora deberán hacer las instalaciones en los caniles, sacar las pantallas de calefacción y colocar los calefactores.

Edad de Operatividad

En otro momento de la entrevista el Subcomisario y el Cabo comentaron que los animales tiene una determinada edad de operatividad y luego pasan a vivir una vida de mascotas. En la fuerza se optó no tenerlos mucho tiempo trabajando, para que después se lo pueda conseguir un lugar acorde para hacer vida de mascota.

Por ejemplo, antes se tenían perro que estaban operativos durante 12 años y no es lo mismo el perro que está 7 u 8 años que tiene otra calidad de vida después. Por este motivo se trata de tenerlo 7 u 8 años para que después pueda disfrutar su vida de mascotas.

La adaptación a la vida de mascotas en un giro de 180°, porque es otra vida, de todos los canes que fueron adoptados, todos se han adaptado sin problemas, no hay ninguno que haya tenido problemas o que hiciera daño alguno.

Los perros se adaptan a la vida que les da su dueños, si es deportista ellos se también lo son, si son sedentarios ellos, y contaron que hace un tiempo dieron en adopción a un can de seguridad llamado Perry, el cual se encuentra en una estancia, llevando un vida placentera.

Búsqueda de una familia

Los policías al ser consultados como es el sistema de adopción de un can, comentaron que generalmente los canes van a las casas de sus guías, pero como todos tienen ya perros, deben decidir quién creen que los puede adoptar. En casi todos los casos y que el guía no pueda tenerlo, se los ubica en cada de familiares o amigos de confianza.  

“Pero primeramente se le consulta al guía si se lo puede llevar porque es su compañero, pero por lo general siempre son adoptados por el entorno de los guías para poder tener un control de cómo es la adaptación”, explicó Encina.

Cementerio

Por último los uniformados comentaron que están por presentar un proyecto para que le aprueben realizar un cementerio en el sector determinado del predio que posee la División.

Si bien en el lugar seleccionado tienen algunas placas de viejos canes, que cuando murieron fueron enterrados allí, hoy quieren hacerlo de manera formal para futuras gestiones. 

Viejita mimosa

Magui es una can que trabajaba en la División Canes, pero hoy se encuentra dada de baja –como dicen los policías- debido a que su avanzada edad. Ella quedó en la División donde es querida y cuidada por los efectivos, ya que tiene varios problemas para caminar. Al igual que todos los canes de la fuerza, también recibe los beneficios del plan sanitario.