Desbordados: elegir a qué paciente intubar

La situación es crítica en La Plata. El colapso alcanzó al sector privado de la salud, y en días, según Juan Pablo Stagnaro, médico infectólogo, sucederá en el sistema de salud público.

La capital de Buenos Aires detectó la cepa Manaos, altamente contagiosa el pasado 8 de abril, justo el día en el cual se informó sobre el DNU nacional que  restringía la circulación nocturna.

El médico del Instituto Central de Medicina de la ciudad y docente de las cátedras de Infectología y Microbiología en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata, advirtió que la situación es peor que el año pasado.

-TS: Un funcionario del Ministerio de Salud de la Nación señaló que las medidas restrictivas podrían continuar luego del 30 de abril.

Dr. Stagnaro: Es complicado porque la economía no se puede cerrar. Pero cualquier patología se precipita cuanto más movilidad hay, y si bien hay restricción de circulación hasta el 30 de abril y eso hace que pueda disminuir los casos, no creo que la disminución sea tan drástica como para desaturar el sistema de salud.

-Usted y especialistas advirtieron que esta segunda ola será peor que el año pasado.

La clave con esta pandemia es la cantidad de camas y de gente formada en terapia intensiva, y es algo que no hemos podido atravesar. No hubo un aumento exagerado de camas de terapia intensiva. Arrancamos con más o menos un poco más de la mitad de lo que decía la OMS que necesitábamos, y el aumento fue considerable, pero no se acompañó con el aumento de profesionales en terapia intensiva y no solo médicos, sino todo personal necesario de salud.

-Falta recurso humano, algo que sucedió en muchas provincias (como en Santa Cruz).

Las dos cosas son necesarias: camas y recurso humano. No sirve tener recurso humano sin camas y tener camas y no tener recurso humano, porque las dos cosas van de la mano.

-Pero formar profesionales no es algo que se pueda realizar en días.

Hay residencias de terapias habilitadas, como enfermería en terapia intensiva, kinesiología respiratoria. Esto depende de donde partamos. Si partimos de profesionales que tienen leve formación y se terminan con experiencia en terapia, es mejor que si partimos de profesionales que no tienen formación previa.

-Un informe que es basado del Ministerio de Salud, señaló que no se incrementaron las camas disponibles para esta segunda ola.

Para mediados del año pasado, con la construcción de hospitales modulares, se había aumentado. Por ejemplo, en Florencio Varela se triplicó la cantidad de camas, pasa que arrancamos con un numero de 8 camas y pasamos a 32 en el sector público.

-Esta segunda ola es peor que el año pasado.

Es mucho peor que el año pasado, por lo menos en la región del AMBA. Incluso acá mismo estábamos viendo lo que está pasando con la segunda ola y que no llegamos a prepararnos, porque hay una virtual saturación del sistema de salud y en algunos hospitales ya están planteando

la posibilidad de abrir los Comité de Ética para que ayuden a un colega terapista a decidir a quién intuba y a quien no intuba, que es la situación más drástica.

Ahora el sector privado de salud es el más ocupado, pero en pocos días los dos estarán igual.

-No me imagino tener que decidir a quién darle oxígeno.

Es lo peor que nos puede pasar como médico. Imagine esta situación para que entienda el estrés que genera: ingresan dos pacientes, un chico joven que no cumplió las medidas de restricción y estuvo sin barbijo; y al lado está un señor mayor que cumplió un año y medio las medidas de prevención. Los dos están necesitando terapia y que los intuben,  pero ¿a quién intubo? Esa es la pregunta que nos tendremos que hacer.

-La gente diría que se intube al señor mayor

Es una cuestión de ética. El señor mayor tiene menor expectativa de vida que un chico joven. Es muy difícil.