Fertilización in vitro, subrogación de vientre y congelamiento de óvulos

Nicolás Neuspiller: “Entre el 20 y el 25% de la población en salud reproductiva tienen dificultades para concebir”

La inestabilidad económica, la ansiedad y la infertilidad son algunas de las razones que limitan a los argentinos para poder concebir, buscando otros métodos de concepción como la congelación de óvulos, el vientre subrogado o la fertilización in vitro.

19/05/2022 • 09:31

Gran parte de las personas suele concebir de la manera tradicional pero, sin embargo, una parte de la población suele presentar dificultades para concebir o prefiere congelar sus óvulos para que estos puedan ser utilizados en un futuro, ya sea porque su situación económica no amerita tener un hijo o porque existe algún miedo personal en lo que respecta a la crianza.

En Argentina existe “Fecunditas”, un instituto integral de fertilidad donde se realizan todos los tratamientos existentes referidos a fertilidad y a la parte genética, y es el segundo instituto de fertilidad de la Argentina.

Nicolás Raúl Neuspiller, director médico de Fecunditas y el primer médico en realizar una fertilización in vitro en Argentina, dialogó con TiempoSur acerca de los diversos métodos para concebir y los problemas que suelen dificultar la concepción en sus pacientes: “Más o menos, entre el 20 y el 25% de la población en salud reproductiva tienen dificultades para concebir. Ese es el porcentaje de pacientes estériles que tenemos que atender”, explicó.

 

Primera fecundación in vitro

Al ser consultado por este medio acerca de cuándo realizó la primera fecundación in vitro en Argentina, Neuspiller explicó que la misma fue “en 1984. Yo viajé a Finlandia. Como recién empezaba la técnica todos los laboratorios estaban llenos de pedidos de becarios. Entonces, todos te daban para ir con dos o tres años de espera, y yo no quise esperar, entonces leyendo una revista de fertilidad vi que había un Congreso de Fertilización In Vitro, que era el tercero que existía. Se hacía en Finlandia, así que agarré y viajé a Finlandia”. Neuspiller contó que al viajar a Finlandia intentó contactar a uno de los médicos españoles que también había viajado al Congreso y quien era pionero en la técnica para que le enseñe a realizar la fertilización in vitro, por lo que luego del Congreso debió viajar a Barcelona a aprender la técnica para luego volver a Buenos Aires a implementarla: “Yo en ese momento estaba trabajando mucho con el Dr. Roberto Nicolson en su instituto, y el me nombró director del Laboratorio de Fertilización In Vitro y jefe de Reproducción de Fertilización In Vitro del instituto”, rememoró. Luego contó que viajó a Estados Unidos para ajustar algunos detalles y, a su vuelta, intentó inseminar artificialmente a 10 mujeres, de las cuales cuatro resultaron finalmente embarazadas: “40% pudieron quedar embarazadas, cuando, en realidad en todo el mundo, el porcentaje de éxito era del 12%, así que te imaginas cómo nos sentíamos”, agregó.

 

Subrogación de vientre

Otro de los métodos utilizados para la concepción es la subrogación de vientre, el cual aún no se encuentra regulado en Argentina y consiste en que una mujer preste su vientre de manera voluntaria para engendrar el bebé de otra persona o pareja: “Si bien no hay una ley, hubo varios proyectos y los que trabajamos en eso lo que hacemos es hacer algo parecido a lo que dicen los proyectos. Yo estuve trabajando en el Ministerio de Salud Pública de la Nación como Subsecretario y Coordinador del programa “Reproducción Asistida” de todo el país y traté de juntar a senadores, diputados; gente del Poder Judicial y médicos para ver si podíamos sacar un proyecto e hicimos algo bastante completo. Después hubo elecciones y me tuve que ir, y eso no prosperó. Pero todos los proyectos son muy parecidos y alguno va a salir. Pero los que hacemos subrogación de útero, seguimos los lineamientos de lo que sacamos de los proyectos. Es decir que sabemos cómo tenemos que estudiar a las donantes, cómo tenemos que estudiar a las gestantes, cómo tenemos que mandar a los psicólogos o a los futuros padres, cómo te hacen los estudios bioquímicos, cómo se le hace la radiografía de útero a la gestante. Es decir, una gran cantidad de cosas en lo que respecta a los estudios genéticos a la donante, se estudia todo muy exhaustivamente para no tener ningún inconveniente”, puntualizó.

 

Donar y congelar óvulos

Al ser consultado por este medio acerca de cómo es el procedimiento para congelar óvulos, Neuspiller explicó que el mismo comienza cuando se sabe que la mujer “necesita una donación y no puede usar sus propios óvulos. Cuando es así, se busca una donante que sea lo más parecido a ella. Esa donante tiene que tener menos de 33 años y tener todos los estudios hechos: los estudios infectológicos, hormonales, ecográficos, psicológicos, tiene que estar aprobada por la psicóloga y, cuando tiene todo, se le estimula la ovulación y los óvulos de la donante son para esta persona que necesita los óvulos”, expresó.

Durante todo este procedimiento es sumamente importante que la donante de óvulos atraviese todo un procedimiento con el apoyo y la supervisión de un psicólogo: “Hay que saber que esta persona está en sus cabales cuando decide hacer lo que hace. Como que no es que uno se aprovecha de ella, sino que ella lo hace consciente y está en su juicio y que tiene ganas de donar”, explicó Neuspiller.

Según cuenta el profesional, la edad perfecta para realizar una donación de óvulos es “cuando más temprano se hace, mejor es para una mujer que quiere diferir su maternidad. Lo ideal es por debajo de los 30, entre los 30 y los 32,33”.

Muchas mujeres desean congelar sus óvulos debido a que aún no desean ser madres como consecuencia de su inestabilidad económica o porque aún no han encontrado a la persona correspondiente para compartir la paternidad: “Existen casos de mujeres que no encontraron pareja. Conozco cada mujer que son espectaculares desde todo punto de vista y yo les pregunto que cómo puede ser que no hayan encontrado una pareja que les guste y que puedan tener una buena relación, y me dicen que no hay hombres, que “están en otra” y que no quieren nada serio”, cuenta entre risas el médico.

“La otra es porque quieren terminar la carrera, quieren tener plata, quieren tener su coche o terminar su casa y, recién cuando tengan todo listo, buscar al bebé. A veces pasa y después están entre 37 y 38 años y ya la calidad de los óvulos disminuyó y ya es todo un problema”, concluyó Neuspiller.

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