Elecciones 2023

Vidal relegó la zona sur y perdió aliados

El Diputado Nacional se concentró en zona norte y fue perdiendo terreno en el centro y sur de Santa Cruz. Ausencia en las fiestas populares y faltas en la Cámara de Diputados, el titular de SER no encuentra el rumbo de cara a la campaña.  

  • 06/02/2023 • 20:29

El diputado nacional por Santa Cruz, Claudio Vidal (SER), parece no encontrar el rumbo en la campaña 2023. Su salida del Frente de Todos le ha costado que desde el oficialismo lo acusen de ser funcional a Cambia y que desde la oposición lo tilden de oficialista. En un escenario político que cada vez busca polarizar más, el limbo grisáceo de Vidal le termina jugando en contra. A esto se le suma que la campaña hasta ahora se concentra en YouTube y que hay una ausencia importante en la zona centro y sur de la provincia.

Perdiendo lugar

El dirigente gremialista buscó afianzar la zona norte –otro terreno que empiezan a comerle desde el FdT- y comenzó a relegar espacios electorales importantes. Hasta ahora a Vidal se lo vio poco. Pese a que la campaña del 2023 para muchos ya empezó, el Diputado Nacional se muestra casi nada en el distrito. No supo aprovechar hasta el momento las fiestas populares, siendo la última la de Puerto Santa Cruz, y la falta de presencia se ha hecho notar en el arco político.

En Río Gallegos no se lo vio más y en la Cuenca Carbonífera tampoco. Vidal no ha “bajado” ni participado en la política ni en la vida social de las localidades santacruceñas.

En la mayoría de los aniversarios de las localidades no ha estado presente, tampoco en Río Gallegos en diciembre, siendo la capital de provincia un escaño clave de cualquier elección. Con diferencias y todo, la diputada nacional Roxana Reyes, figura fuerte del radicalismo para este 2023, sabe qué significa la capital y marca a menudo su presencia en cada actividad o acto institucional. Vidal ha optado por la presencia en redes sociales, sobre todo aquellas audiovisuales, mostrándose desde un lado “campero”, en spots que no terminan de entenderse a quiénes está dirigido ni qué buscan generar.

 

Sin rumbo

Hasta ahora Vidal no ha encontrado la manera de calar hondo por fuera de su votante duro y a esto se le ha sumado la pérdida de dirigentes políticos de su espacio. La semana pasada versiones daban cuenta del alejamiento de Pedro Luxen, armador político y mano derecha de Vidal, incluso su nexo con otros espacios y negociador del petrolero. La posibilidad de conseguir alianzas y tender puentes con otros espacios por fuera de SER es vital, teniendo en cuenta que hoy las estrategias electorales son frentistas y no partidistas. Situación similar se vivió tiempo atrás con Sergio Acevedo, otro pilar dentro de SER.

Frentes

La incógnita de Vidal es si formará parte de algún armado de alianzas. Es que solo no llega y el hecho de juntarse con otros referentes –ya sea de Cambia o del FdT- lo harían perder credibilidad con su núcleo duro.

En el Congreso

Se ha enfrentado a la gobernadora Alicia Kirchner afuera de Casa de Gobierno, e incluso en algunos discursos en la Cámara de Diputados. En una de las sesiones mencionó el conflicto docente y lo utilizó para su bajada de línea, algo que ni desde ADOSAC creyeron auténtico.

Pero su manera de encarar proyectos en la Legislatura es errante. A veces acompaña, a veces no. Desde la oposición no lo entienden y desde el oficialismo menos.  Sin contar que es uno de los legisladores nacionales que mayor cantidad de faltas tiene, siendo el santacruceño que más ausencias registró.

Ya en las últimas semanas se vio a diferentes dirigentes políticos –ex diputados- que eran del espacio de Vidal que finalmente dieron el salto y se mostraron con el intendente Pablo Grasso, siendo la muestra final de una figura de referentes del espacio que terminan regresando al Frente de Todos.

Con las sesiones extraordinarias venideras, con Ley de Pago de Deuda Previsional en discusión, Vidal afrontará una prueba para demostrar de qué lado está y si sigue profundizando la pose de mostrarse por “afuera de la grieta” o decide, de una vez, tomar una postura política decidida y que sirva para definir desde dónde se para realmente. Eso sin siquiera entrar a ver a qué figura nacional decidirá acompañar.