Detalles del proyecto para el nuevo acueducto de Río Gallegos

No será novedad para nuestros lectores y vecinos que la ciudad de Río Gallegos atraviesa desde un largo tiempo a esta parte serios problemas con el suministro de agua potable, presentando cortes con una frecuencia que no se observaba en años anteriores. El crecimiento demográfico y años de falta de inversión hacen lo suyo en esta situación para la cual los vecinos vienen pidiendo una solución concreta.

En el mes de marzo, durante la apertura legislativa 2020, la gobernadora Alicia Kirchner dedicó parte del discurso a la situación que hoy viven las dos localidades más grandes de Santa Cruz: Caleta Olivia, con problemas graves hace décadas; y Río Gallegos, que va camino a ser Caleta Olivia si no se comienza a pensar en una política que prevenga la situación. “Es estratégico ubicar nuestras cuencas hídricas dentro de una visión más amplia de soberanía”, expresó justamente Kirchner durante su alocución.

A través de fondos del UNIRSE, el Gobierno provincial finalizará la Planta de Ósmosis Inversa de Caleta Olivia, pero además ha pedido “expresamente a Nación la terminación del acueducto Lago Munster”, definía la Gobernadora, al mismo tiempo que adelantaba que “en Río Gallegos avanzaremos en uno nuevo”. En este sentido hizo referencia a la necesidad de financiamiento del Gobierno nacional, ante el cual ya han comenzado las gestiones “por el alto costo que representa”, aunque remarcó que “es nuestra decisión política iniciarlo con mano de obra provincial, con la Empresa de Servicios Públicos y Vialidad provincial. Si conseguimos apoyo financiero, los tiempos se acortarán”.

Ésta sería la parte más difícil del proyecto, ya que, si bien las gestiones fueron iniciadas, lo cierto es que el contexto actual hará “casi imposible” la posibilidad de avanzar en las gestiones, mientras que, además, habrá que ver luego la realidad económica que atravesará el país una vez dejado atrás la emergencia sanitaria y el COVID-19. En algunos funcionarios provinciales las expectativas han decaído en este sentido.

A contramano, y la buena noticia, sería que desde Servicios Públicos Sociedad del Estado ya se ha trabajado en la definición de un proyecto que sería el “original”.

Según pudo conocer TiempoSur, se piensa en una planta potabilizadora ubicada en Palermo Aike, calculada para potabilizar 1500 metros cúbicos de agua por hora, la cual se traería ya potable hacia Río Gallegos a través de un acueducto de 36 kilómetros con cañerías de 700 milímetros que tendrían como objetivo alimentar a los nuevos barrios de la capital provincial.  

En este sentido, vale la pena mencionar la importancia que tomará el proyecto de investigación de calidad y producción de aguas en la región del río Gallegos que realizó el INTA desde el 2015 al 2018, el cual tuvo como objetivo establecer las características del recurso y tratar de entender que potencialidad de aprovechamiento tendrá en el futuro, y donde se pudo determinar “qué es lo que ocurre tanto en momento donde la región produce el máximo de agua y donde se produce el mínimo estacional”. Este recurso está bajo el control del Consejo Agrario Provincial, desde donde han confirmado, también a nuestro medio, que las características del río Gallegos permiten un aprovechamiento sostenible, “sobre todo pensando en el beneficio de la comunidad”.

Por último, vale la pena mencionar que más allá de la falta de financiamiento, al tratarse de una nueva línea, el proyecto deberá contar con un estudio de impacto ambiental, en el cual por el momento no se ha avanzado según pudimos confirmar, lo que puede hacer entender que los tiempos que se manejan desde el Ejecutivo no serán cercanos.