El viernes pasado en un megaoperativo realizado en la costanera de Río Gallegos, personal de la División Leyes Especiales y de la Guardia de Infantería de la Policía de Santa Cruz, logró detener a un peligroso narcotraficante.“El Pampeano” era intensamente buscado desde principios de abril, cuando eludió el cerco de uno de los siete allanamientos en lo cuales se incautaron drogas e incluso fueron detenidos dos policías.Luego de una ardua investigación llevada adelante por el personal de la División Leyes Especiales, se logró detener a un hombre que era intensamente buscado por la Justicia Federal.TiempoSur pudo saber que el hombre estaría implicado en una gran red de narcotráfico que fue descubierta semanas atrás, donde se detuvo a una gran cantidad de personas y se descubrió que había policías involucrados.El personal de Leyes Especiales, logró reunir toda la información para proceder a detener al sujeto, quien se encontraba acompañado por una mujer, la cual fue arrestada en un operativo anterior y debería cumplir arresto domiciliario.El sujeto también se encontraba acompañado por tres menores de edad, uno de ellos de 6 años, quien sería hijo de la mujer. Luego que informara al Juzgado del hallazgo, éste procedió a dar la orden de requisa a un Fiat Duna, patente UPD- 175.PROCEDIMIENTOEl operativo de detención se realizó en la parte posterior del Automóvil Club Argentino.Los efectivos de Leyes Especiales contaron con el apoyo del Cuerpo de Infantería, los cuales estaban para que el operativo se desarrollara con total normalidad.Además se contó con el personal del Comando Radioeléctrico y los efectivos de la Seccional Primera, los cuales estuvieron a cargo del traslado del principal implicado, en comercialización de estupefacientes.Todos los detenidos fueron trasladados en un primer momento a la Seccional Primera. Allí los revisó el médico policial, y los menores de edad fueron entregados mediante actas de estilo a familiares directos.VEHICULOPor otra parte, el rodado fue llevado hasta la Unidad Nº 2 de Bomberos para ser requisado minuciosamente por lo peritos, para saber si encontraban estupefacientes.Pese al gran hermetismo que hay alrededor de la causa, TiempoSur pudo saber que se secuestró una cantidad no determinada de marihuana. Las dos personas mayores de edad quedaron detenidas en carácter de comunicadas, el sujeto en la Seccional Primera, y la mujer -que no cumplió con el arresto domiciliario- en la Seccional Tercera.EN CHUBUTPor otra parte, la banda desbaratada por la policía del Chubut y el Juzgado Federal de Rawson el 1 de abril con casi 30 kilos de droga valuada en casi dos millones de pesos, tenía algunos de sus cabecillas con aceitados contactos entre el narcotráfico internacional.Las relaciones las fueron tejiendo en las cárceles más seguras de la Argentina, donde estuvieron detenidos 9 de los 12 integrantes, todos por la comercialización de drogas.Si bien las cabezas salientes serían el boliviano Walter Mamaní Barrientos (prófugo) en carácter de ser el proveedor de la droga desde Santa Cruz de la Sierra en Bolivia, y Miguel Angel Otero en carácter de receptor y principal distribuidor en la zona, no es menos importante el rol de Miguel Angel Santo. Se trata de un sujeto de 46 años de edad oriundo de la Capital Federal, que estando detenido en el año 2004 tejió contactos con narcotraficantes de Perú, Bolivia, Colombia y de manera indirecta con sujetos dedicados a este negocio ilegal en Nueva York y Moscú.Ocho de los 12 integrantes de la banda, fueron detenidos cuando la noche de ese día y la madrugada siguiente se hicieron 11 allanamientos en Trelew, Rawson y Playa Unión. Se secuestraron casi 30 kilos de drogas, en general marihuana y en menor medida cocaína de máxima pureza.Fue el procedimiento antidrogas, más importante de los últimos años en la provincia del Chubut. Demandó casi 8 meses de intenso trabajo de personal de la División Drogas Peligrosas y Leyes Especiales de la Policía del Chubut, que en condiciones desiguales, logró reunir las pruebas suficientes que hicieron que el juez Hugo Sastre, decidiera procesarlos con prisión preventiva.El último en ser detenido fue Santos. Intentaba regresar a Buenos Aires en el Renault Clio con el que tres días antes había hecho pasar la droga, oculta entre los paneles de las puertas.Según un informe que consta en el Juzgado 2 en lo Criminal de Lomas de Zamora, hace cinco años, Santos era jefe operativo de un célula de narcotraficantes y responsable de la obtención de los estupefacientes en Bolivia y su posterior transporte a Buenos Aires.Fue en aquella época, que hizo contactos con Ricardo Augusto Canabal Cardona, un colombiano, cuando ambos estaban detenidos en la cárcel de Ezeiza.A la vez ya mantenía contactos con Mamaní Barrientos detenido en la Unidad 6 de Rawson, y con José Heber Chamorro Ovando, detenido en la cárcel de Devoto y sindicado como organizador y financista de bandas de narcotraficantes.Pero fue el contacto con el colombiano Canabal Cardona, el que le permitió a Santo mantener también relaciones por el mismo negocio con Rosaluz Torres Sánchez, una mujer peruana detenida también en el Complejo de Ezeiza, encargada de financiar el envío de “mulas” al exterior, con Dimitro Skahodnyuk, un ruso de Moscú y con narcotraficantes de Nueva York.Lo mio y lo tuyoEl boliviano Mamaní Barrientos ya mantenía contactos con Santos cuando en el año 2007 conoció en los módulos de resocialización de la Unidad 6 de Rawson al trelewense Miguel Angel Otero.Al lado de Mamaní Barrientos, Otero era como un “bebé de pecho” a pesar que venía de ser detenido por segunda vez en Trelew por comerciar y transportar drogas, siempre en la zona.Solo ofrecía como contacto de valía a su hermano, Juan Carlos Otero, que se cree que junto a Héctor “El Médico” Alvarez, le enviaban droga desde La Plata.Ambos también están prófugos. En menor medida también ofrecía una red de distribuidores de Rawson y Trelew, entre ellos Carlos Flores (su hombre de mayor confianza), Mónica Millanahuel, Mónica Alvarado, Carlos Jeva, Arturo Fredes, Hernán Mongolini y Emilio Godfried.El grupo fue considerado suficiente, teniendo en cuenta el gran mercado de consumidores en toda la zona y el potencial mercado de Comodoro Rivadavia, aprovechando el movimiento de dinero que genera la actividad petrolera.Se cree que los envíos se hacían con una periodicidad de entre 25 y 30 días y que siempre eran cantidades similares, que permitían una ganancia siempre superior al millón de pesos.Hasta el momento, nada se sabe cómo el sub mundo de los narcotraficantes hará para cobrarse y recuperar el costo de la marihuana y cocaína secuestrada y bajo custodia en el Juzgado Federal de Rawson, con un costo estimado en $ 1.780.000.Finalmente, resta conocer si los resultados de ambos operativos podrían tener alguna conexión entre ellos.