Cocina

Un estudio reveló cómo y dónde conviene guardar los tomates

En Holanda, un grupo de investigadores encontró la respuesta al debate que se generó en torno a la mesa de la cocina durante años.

  • 22/05/2020 • 05:30
Un estudio reveló cómo y dónde conviene guardar los tomates
Un estudio reveló cómo y dónde conviene guardar los tomates

Los tomates han generado diversas controversias, desde si se trata de una fruta o una verdura, hasta si conviene guardarlos en la heladera o dejarlos a temperatura ambiente. Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Gottingen, Holanda, dieron solución al último interrogante.

Para llevar adelante la prueba, los científicos marcaron a los protagonistas según características de dulzura, acidez y jugosidad. Los hallazgos de la investigación han demostrado que realmente no importa cómo se los conserve, sino cuánto tiempo y el tipo de tomate.

Entonces, concluyeron que mantener un tomate maduro en la heladera por un breve periodo de tiempo realmente no impacta en su gusto, según la investigación publicada en la revista Frontiers in Plant Science. “Es la variedad en particular la que tiene una influencia importante en el sabor“, sostuvo Larissa Kanski, autora principal del estudio.

Cómo llevaron adelante el estudio

Para desarrollar la investigación primero almacenaron los tomates a 7 °C y 20 °C . Luego los llevaron a un panel de expertos degustadores de alimentos, quienes no encontraron diferencias significativas entre el sabor de uno y otro.

Esto se debió a que los dejaron en la heladera por un breve periodo de tiempo, entonces no influyó en el gusto. Según los hallazgos de otra investigación de 2016 realizada por la Universidad de Florida, los tomates mantenían su sabor e incluso era mejor si se guardaban entre 18 y 24 °C. Al mismo tiempo, los expertos señalaron que podían guardarse  durante cuatro días máximo a 13°C sin notar diferencia alguna.

Entonces, entra en juego el tipo de tomate. Aquellos que todavía estén verdes, de ser refrigerados durante varios días, perderán químicos, lo que afectará su sabor. Esto se debe a que el enfriamiento reduce la actividad de los genes en la planta, algunos de los cuales producen enzimas que descomponen los químicos volátiles para darles un sabor más dulce y un aroma más atractivo.

Lo mismo ocurre con las frutas y verduras tropicales, las cuales necesitan del sol para madurar lo suficiente. Entonces, el enfriamiento repentino podría afectar su sabor, así como su apariencia. “Recogen otros sabores increíblemente fácilmente, pierden dulzura y terminan sabiendo fríos”, explicó Jane Scotter, director de una granja en Herefordshire, en la frontera con Gales, a The Guardian el año pasado.