Turismo

Tras las huellas del puma

Facundo Epul tiene 25 años y hace unos meses que emprendió su proyecto de Guía de Fauna Silvestre en Perito Moreno, su localidad, a la que regresó para poner en valor el turismo local sustentable y salir en busca de la fauna. Cañadones, paisajes excepcionales, aves, mamíferos y el depredador más buscado. Un Choique que es (testigo y) guía de ese encuentro.    

  • 24/06/2021 • 10:30
El servicio de avistaje de fauna tiene tres opciones: Guía día completo, medio día y avistaje nocturno, que fue incorporado recientemente (Foto Franco Bucci)
El servicio de avistaje de fauna tiene tres opciones: Guía día completo, medio día y avistaje nocturno, que fue incorporado recientemente (Foto Franco Bucci)

Facundo desde muy temprana edad supo que su vida estaba relacionada al campo, a la naturaleza. Nació y vivió hasta la adolescencia en Perito Moreno y decidió emigrar para estudiar Administración de Empresas en Córdoba, siendo que no vislumbraba “mucho futuro para la gente joven”. Pero no tardó en retornar a su pueblo y, en poco tiempo, entender que su conexión con ese paisaje le permitiría emprender un servicio y reencontrarse con la fauna local.    

Su mirada se entrecruza con lo medioambiental, una vida sustentable, ya que junto a su pareja viven en una chacra del cañadón, ubicada en el Valle del Deseado, una vivienda bioconstruida con huerta y un pequeño espacio para la permacultura. 

“La base para emprender en Parque Patagonia fue ofrecer este servicio de guía de fauna”, advirtió Facundo Epul en diálogo con TiempoSur, quien se recibió en administración, pero se capacitó como Guía Idóneo de la Microregión. Su niñez se relacionó con la ganadería, al saber de la “gente grande” que le enseñaron sobre la fauna y los ciclos de la Pachamama.    

Un hábitat donde pueden observarse aves migratorias como flamencos, cisnes, coscoroba y otras especies. Ese ambiente que inspiró el emprendimiento al que llamaron El Choique Guía y que nació a fines del 2020. Vieron mucho potencial no explotado en el lugar y el conocimiento compartido sobre contabilidad, administración, marketing y comunicación permitió ofrecer el avistaje y monitoreo de fauna nativa.  

“Lo veníamos trabajando porque tuvimos varios encuentros con la Fundación Rewilding Argentina”, comentó Facundo, quien además apoya a pequeños emprendedores con capacitaciones. “En Santa Cruz tenemos una riqueza enorme pero hay otros parques de la Argentina que están vacios, solo ves relieves y geografía”, explicó con entusiasmo, propio de quien reconoce las potencialidades del lugar con las áreas protegidas que garantizan un sistema funcional a la fauna del lugar.  

El joven emprendedor recuerda que, lo que hoy es Parque Patagonia, eran estancias ganaderas que hubo hace muchos años pero, al no adaptarse la ganadería al mercado, los ganaderos empezaron a invertir otra cosa y el campo no fue tan rentable por la lana y el sobrepastoreo. La falta de demanda de pieles por parte de la industria peletera de Europa llevó a un proceso de menor matanza de animales por su piel y, por ende, generó un beneficio en el ecosistema de la zona. 

El servicio de avistaje de fauna tiene tres opciones: Guía día completo, medio día y avistaje nocturno, que fue incorporado recientemente. Se trata de un trayecto de 20 km dentro del Portal Río Pinturas, que puede hacerse con o sin transporte. Senderos pronunciados con vista de cañadones, cerros y lugares panorámicos; además el avistaje de mamíferos como choiques, guanacos, aves rapaces y carroñeras como el Cóndor o el carancho, se presenta como un paisaje deseado por los visitantes. Sobre estas últimas aves, Facundo advierte que son quienes “van a avisar si cazó algún puma”, siendo que los demás carnívoros dependen del depredador más grande para alimentarse.

Las cámaras trampa, instaladas para ver de noche, permiten observar aquello que no se pudo ver de día. Es el cliente no convencional el que contrata el avistaje de pumas, con el seguimiento de sus rastros de comida o desechos, para advertir sus características de cachorro o adulto, para “traquearlo” como se dice y llegar a tener un avistaje de los pumas que se camuflan en la estepa patagónica. Una posibilidad que lleva tiempo y paciencia para el disfrute en la recorrida.   

“La diferencia está en ese momento, cuando encontramos la carcasa, cuando damos donde cazó el puma, la diferencia está ahí”, expresa Facundo, quien da cuenta que más de 40 años de Parque y áreas protegidas le da otros hábitos al puma, siendo que tiene mayor tranquilidad, requiere más esfuerzo para encontrarlo pero también más probabilidades para verlo. “Casi siempre duerme en mesetas y matorrales grandes”, indicó sobre este avistaje único en la Patagonia argentina y vislumbra posibilidades del servicio en temporadas diferentes, al señalar que el paisaje monocromo que presenta la nieve en invierno facilita más el encuentro con la fauna y el rastreo de los pumas.

La pieza fundamental del proyecto es su pareja, quien no es guía pero se encarga de la comunicación y reservas y “hasta capas que sabe más que yo”, se anima.

Para el Guía, este “contexto pospandemia nos lleva a reencontrarnos pero en la naturaleza, ya no en un lugar cerrado” por lo cual “la gente lo elige muchísimo, ya sea recorrer un sendero como para visitar tres días el lugar”. Él lo recomienda, siendo que en su experiencia le permitió reconectar con la naturaleza y lo gratificó con una “sensación única”.  

Se proyectan con mucho futuro en el turismo ecosustentable, tan necesario en este escenario actual que demanda mayores cuidados sobre el medio ambiente y proyectos amigables con lo natural.   

Es una de las últimas áreas agrestes de la Patagonia, un arca de especies que se procura vuelvan a funcionar con el impecable mecanismo de relojería que la naturaleza dispuso. Para eso no solo se concretan acciones que buscan recomponer los ambientes y la abundante fauna nativa, sino que también se trabaja para que esas saneadas interacciones armonicen con experiencias de ecoturismo, como el senderismo activo y el avistamiento de grandes mamíferos.

El Portal La Ascensión, que toma el nombre de una histórica estancia, es una Reserva Natural Silvestre que fue donada a Parques Nacionales. Allí, una antigua escuela fue reconvertida en Centro de visitantes y el viejo Galpón de esquila es ahora foco del trabajo de emprendedores que ofrecen artesanías, comidas regionales y actividades en una red de senderos que conectan la región con el lago y la meseta Buenos Aires. Zorros, guanacos, zorrinos, choiques y aves como martinetas, loicas, zorzales, cauquenes y bandurrias acompañan a los caminantes.

En el Portal Cañadón Pinturas, en tanto, hay más de 20 km de senderos para recorrer de manera autoguiada, entre aves rapaces y lagunas con macás y variedad de patos, cisnes, flamencos y gallaretas. Este portal cuenta con un cómodo refugio (La Posta de Los Toldos), donde emprendedores de las localidades aledañas, Los Antiguos y Perito Moreno, ofrecen propuestas de turismo sustentable.

Por otra parte, la Ruta Escénica 41 ofrece más de 170 kilómetros de vistas impresionantes. Atraviesa cambiantes paisajes de bosque, estepa, pastizal de altura y cordillera. Al recorrerla desde Los Antiguos hacia el sur, se bordea el río Jeinimeni, límite natural con Chile; el Monte Zeballos; el lago Ghío; y los cerros Colorado, San Lorenzo, Lápiz y Colmillo. Durante todo el trayecto, acompaña el perfil de la meseta del lago Buenos Aires, como una proa de un barco inmóvil.

La “producción” de naturaleza es un modelo alternativo de desarrollo que ofrece oportunidades sostenibles: con el apoyo de la Secretaría de Turismo de la Provincia de Santa Cruz y la Dirección de Turismo de Perito Moreno, se dictó un Curso de Guías Idóneos para hombres y mujeres que buscan prosperar en su tierra a través de la revalorización de la vida silvestre. Esta capacitación fue la que le permitió a Facundo dar el impulso para emprender en su tierra.  (Fuente Diario La Nación).

Son ninjas sigilosos, pero no visten de negro sino de color beige: Se camuflan con el color de la estepa. Protagonizan, eso sí, una película de acción, un show de la naturaleza bien real en el que encabezan el elenco. Ahora, las presentaciones en vivo de los pumas, los arquitectos del ecosistema patagónico, están disponibles para quienes decidan hacer avistaje de fauna y tengan la suerte de divisarlos.

Los pumas tienen un promedio de vida de 12 años, en una semana se pueden desplazar unos 150 km y son cazadores de emboscada. Los cuerpos de sus presas dan de comer a cóndores, zorros, caranchos, jotes, zorrinos y otros carroñeros.

Fuente Diario La Nación.