Columna

Tómese un minuto

Tómese un minuto y lea, a través de las páginas de TiempoSur, las particularidades de un planeta que alberga una humanidad que es la verdadera Caja de Pandora. 

  • 28/02/2021 • 10:58

EL MUNDO ES ANCHO Y AJENO, CITABA EL ESCRITOR PERUANO CIRO ALEGRÍA, pero desde todas las latitudes llegan noticias que pueden sorprendernos e invitarnos a reflexionar sobre economía, sociedad y costumbres. Algunas regiones tienen todo el potencial para el éxito y abrazan la bancarrota, como ALASKA. Sitios sin ningún recurso natural, son potencia económica y en constante desarrollo, como el progresivo SINGAPUR. Mundo Loco.

En el mundo pasan cosas extraordinarias, que a primera vista parecieran carecer de toda lógica y no resistir un análisis racional.

 

Alaska

Barrow, en Alaska, es la ciudad más al norte del mundo. Llevar alimentos procesados a la región tiene un costo altísimo. 15 Dólares un pedazo de tocino, 20 dólares un kilo de harina. Como todo producto lejano a estos lares, se paga con petróleo, pesca y turismo, y éstos se hallan en sus mínimos históricos. Y debajo de ella se encuentra el yacimiento de petróleo no convencional más grande del planeta Tierra.

El suelo en este asentamiento humano de 5000 habitantes, adonde sólo se puede llegar a través de avioneta o en trineos ya que no hay carreteras que la conecten con el resto de la civilización, se mantiene congelado durante casi la totalidad del año, por lo cual es imposible que las casas tengan cimientos. Barrow representa el extremo norte de un Estado continental, con una cantidad de recursos naturales inagotables, y que aun así, está enfrentando la recesión que asoma a las puertas de una feroz bancarrota; ¿cómo es esto posible?

Alaska es el estado más grande de USA, eso al menos en cuanto a territorio respecta. Pero tiene menos de 1 millón de habitantes, casi no existen rutas y tiene la tasa más alta de pilotos de avión del mundo per cápita, ya que la inmensa mayoría del tráfico es aéreo. El clima es cruel, hace muchísimo frío, con máximas en invierno de 40 grados bajo cero. Y casi todo debe importarse desde muy, muy lejos. El costo de vida es ridículamente caro.

La clave de la economía, la bendición y también la maldición de Alaska, es el petróleo, DEL CUAL SU ECONOMÍA SUFRE NO DEPENDENCIA, SINO DIRECTAMENTE ADICCIÓN. El zumo de dinosaurio ha convertido este Estado en el Dubái de Norteamérica, reiteramos, para bien y para mal. Con el PBI per cápita entre los más altos del país (séptimo), rondando los 73.000 dólares. Además, todos los alasqueños reciben un cheque anual del Estado, por el sólo hecho de residir allí, como si se tratase de un bonus por hacer soberanía poblando dicha inmensidad. Pero no todo es color de rosa… Vivir del petróleo en tiempos del Coronavirus no es un buen negocio.

La pandemia se ha ensañado especialmente con el territorio comprado a Rusia, ya que además el turismo, fuente extra de divisas, se ha reducido a cero, y la pesca ha visto disminuida su cantidad de capturas exponencialmente. Debido a este triple golpe, Alaska se ha vuelto inviable económicamente. Y además desde 2014 están en recesión. El COVID no ha hecho más que profundizar los síntomas de la enfermedad de la economía alasqueña.

En 1867, Estados Unidos compró Alaska por 7,2 millones de dólares, ¡toda una ganga! Pagaron 2 céntimos de dólares por acre en aquella colonia rusa, donde no vivía ningún ruso, pero sí 15.000 esquimales. ¿Cuál fue la intención de USA para comprar semejante territorio inhóspito? Se tenía información de la presencia de Oro y en 1900 se desató la fiebre del mismo, con miles de estadounidenses emigrando miles de kilómetros en busca de fortuna hacia el norte. En 1959, Alaska se convirtió en el cuadragésimo noveno estado de la Unión americana, y ya contaba con 222.000 habitantes. En 1968 se descubrieron enormes yacimientos de petróleo, en la zona norte de la región, por lo cual se necesitó construir un oleoducto gigante de 1.300 kilómetros en zonas salvajes. En 1973 los precios del crudo se dispararon a precios faraónicos y se terminó por completo tamaña obra de infraestructura.

Con todos estos recursos, ¿cuál es la razón de la bancarrota de Alaska? Coches, medicinas, comidas, todo es más caro allí. Incluso la capital Juneau no tiene carreteras que la conecten, así que sólo cuentan con aviones para abastecerse. Muy pocos habitantes pagan impuestos por los servicios públicos. Y el hallazgo de numerosos yacimientos en Texas y Dakota ha llevado a una competencia de accesibilidad que perjudica al lejanísimo petróleo esquimal. El barril alasqueño además es difícil de extraer, en el momento que escribo el barril de petróleo está en 59 dólares, con el cual recién arranca a ser rentable para las empresas petroleras operativas en la zona. Y el petróleo ha estado mucho más bajo aún de 2014 a esta parte.

Depender del petróleo en pandemia es mala idea…

Aunque USA tiene numerosas bases militares estratégicas en el Estado y no lo dejará caer a los abismos del ostracismo, la verdadera tabla de salvación pareciera estar en un Fondo Anticíclico de Reserva, llamado Fondo Permanente de Alaska, creado en 1976 con todo el dinero que llegaba de las regalías por la explotación de petróleo, gas y minerales. Hasta ahora no se ha usado en inversión, pero sí los dividendos (intereses) desde 1982 se reparten entre cada habitante de Alaska, unos 2000 dólares al año.

Allí, en dicho fondo, hay más de 60.000 millones de dólares puestos en reserva, que si el gobierno local metiera mano en ellas, se terminarían sus problemas fiscales y podría crear nuevos horizontes productivos. Los legisladores debaten sobre tocar los fondos soberanos para evitar una bancarrota de otra forma inevitable. Y sabemos, el petróleo no volverá a ser el que fue. Se vienen los tiempos del hidrógeno…

Singapur

Lleno de rascacielos, jets privados y Rolls-Royce, Singapur es el cuarto país más rico del mundo, apenas superado por Qatar, Luxemburgo y Macao, según el poder adquisitivo de sus habitantes.

Conocida como "La perla de Asia", esta diminuta ciudad estado con apenas 5,6 millones de habitantes, es actualmente uno de los mayores centros financieros del mundo, el lugar que produce más millonarios y el más costoso para vivir, de acuerdo a un estudio del Economist Intelligence Unit.

Pero hace medio siglo era una isla pobre, con muy pocos recursos naturales, que no prometía un gran futuro.

Tras dejar atrás el dominio británico y lograr la independencia de Malasia en 1965, Singapur se convirtió en un estado autónomo liderado por Lee Kuan Yew.

Lee diseñó un amplio programa de reformas para sacar a Singapur de lo que él describió como el "pozo negro de la miseria y la degradación",y convertirlo en un país industrializado y moderno, bajo un modelo capitalista con férreo control estatal.

"Singapur tiene una ubicación geográfica estratégica, justo en la zona más poblada y de mayor crecimiento del mundo, y dicha ubicación le permitió estar en una ruta clave de comercialización entre gigantes como China, India y el sudeste asiático.

Singapur se independizó en 1965 y luego comenzó un programa de reformas económicas.

Desde finales de la década de 1960, el Gobierno impulsó grandes programas de empleo y la construcción de viviendas sociales, una política social que fue de la mano de un estricto control de la vida privada y la supresión de libertades individuales (incluyendo la detención de opositores sin llevarlos a juicio y la aplicación de castigos corporales).

Incluso había órdenes explícitas sobre cómo ser corteses y hasta cómo limpiar el lavabo.

Con el paso del tiempo, el país impresionó al mundo con sus altos niveles de educación, sanidad y competitividad económica, al tiempo que atacó la corrupción, considerado como un mal endémico en la antigua colonia.

¿Cómo lo lograron?

En una primera etapa de desarrollo, Singapur se dedicó a la producción de manufactura intensiva en mano de obra para exportar a mercados de países desarrollados.

Pero hacia fines de la década de los ‘90, el país entró en una nueva etapa de transformación económica que lo llevó a convertirse en un centro financiero global. Desde entonces, no ha parado de crecer.

Además de la ubicación geográfica, Singapur tiene una serie de ventajas comparativas, dicen los expertos.

Entre ellas, "una población capaz de hablar chino e inglés, instituciones sólidas que funcionan y ausencia de corrupción.

A eso suma una fuerte inversión social en vivienda, salud y educación, que fue puesta en práctica desde el inicio del programa de transformación económica.

En paralelo, Singapur entregó generosos incentivos a los inversionistas extranjeros para instalarse en el país.

Analistas coinciden en que el éxito económico de Singapur se debe -en parte- a que las medidas para impulsar el crecimiento comenzaron hace más de medio siglo.

"El gobierno implementó una serie de políticas al inicio de la era de independencia para apoyar industrias fundamentales", explica Joshua Kurlantzick, investigador del centro de estudios Council on Foreign Relations.

"Construyeron un excelente sistema educacional y crearon incentivos para atraer empresas extranjeras", agrega el experto, medidas que contribuyeron a que Singapur sea hoy un centro de inversión extranjera, con oficinas de empresas multinacionales instaladas en su territorio.

Otro elemento mencionado por algunos analistas es que Singapur no ha enfrentado grandes enemigos que intenten detener su política de desarrollo.

"Ha tenido la protección de Estados Unidos, como telón de fondo, y la inversión en capital humano, además de una muy buena gobernanza y política económica desde el inicio, junto a un ambiente de negocios predecible.

Estaban en el lugar adecuado y en el momento preciso, cuando el resto de Asia también comenzaba a crecer.

 

Aunque es uno de los países más ricos del mundo, Singapur enfrenta varios desafíos que pueden determinar el rumbo de su futuro.

"Bajo crecimiento de su productividad, rápido envejecimiento de su población y alta desigualdad" son tres de las claves que la isla deberá sortear.

 

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