Coronavirus

“Tenemos la obligación de pensar cuál es la mejor salida posible de nuestra región”

Así lo indicó el profesor Rubén Zárate, respecto del día después de la pandemia. “Es necesario tener políticas específicas de carácter territorial, no sólo de cómo manejar la crisis, sino cuáles van a ser las estrategias de salida cuando termine la cuarentena”, dijo. Sostuvo que la sociedad comprende que se está conduciendo adecuadamente el país en una situación de crisis extrema e inédita.

  • 11/04/2020 • 08:58
Zárate indicó que no hay antecedente en la historia mundial de lo que está ocurriendo. (Archivo).
Zárate indicó que no hay antecedente en la historia mundial de lo que está ocurriendo. (Archivo).

El profesor e investigador patagónico, interesado en estrategias y políticas públicas, Rubén Zárate, analizó las medidas que se están implementando en todo el país y en particular en la región, por la pandemia de Coronavirus. Pero –además- en esta entrevista con TiempoSur, se refirió al sistema de salud pública, al empleo y al día después de superada la cuarentena.  

 

¿Cree que el consenso más o menos general sobre la importancia de la salud pública en nuestro país, a pesar de los distintos gobiernos, nos favorece respecto de otros países a la hora de abordar esta crisis?

-La situación de la salud pública en la Argentina, su desarrollo y fundamentalmente todo lo construido desde la década del 50’, donde uno de los líderes fue el Dr. Ramón Carrillo, generó un enfoque distinto al que se traía anteriormente, donde se trataba de analizar al enfermo y no a la enfermedad. El Dr. Carrillo justamente le dio una vuelta de tuerca a eso y comenzaron a analizar a la enfermedad. Y, junto con eso, las condiciones sociales de acceso que cada uno de los habitantes de la Argentina tenía, en relación al sistema de salud. Todo ese diseño, con sus avatares, con sus más o con sus menos, hoy realmente sigue vigente. En la actualidad se le agregan las obras sociales de los sindicatos y distintas formas de financiamiento privado, pero que se vincula al sistema de salud de la República Argentina. Esto ha generado una fortaleza adicional para poder crear condiciones para que esta pandemia no genera tantas situaciones graves como sí está ocurriendo en otros lugares del mundo. Desde ese punto de vista, más allá que ha habido gobiernos que han cerrado el Ministerio de Salud o han generado desfinanciamiento, hay un concepto y una forma de organizar, una perspectiva y un enfoque de cómo mirar la salud pública en la Argentina, que resulta una fortaleza en esta pandemia y esto se está viendo en los resultados que inicialmente se tienen, con las medidas que se van tomando desde el primer día, en relación a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, pero también de la propia especificidad de la Argentina. Otro componente es que la salud pública argentina ha estado siempre íntimamente vinculada al sistema científico- tecnológico. Eso sí que es un gran aporte, que esa articulación persista y que en esa persistencia hoy tengamos muchísimas respuestas sobre cómo actuar ante una pandemia de estas características.

Cómo observa las medidas que fue tomando el presidente Alberto Fernández, junto a los gobernadores, respecto de –por ejemplo- mantener la cuarentena a pesar de los múltiples inconvenientes económicos que se afrontan por esta decisión.

-Las decisiones que están tomando desde el Gobierno nacional, gobernadores e intendentes y cada uno de los funcionarios dentro del proceso de decisiones que tienen que atacar esta pandemia, la verdad que han sido correctas, son reconocidas hoy mundialmente. Esto me parece que tiene que ver con al menos tres grandes decisiones que subyacen en la toma de decisiones. El primero de ellos es que el Presidente, su gabinete y diría yo, la fuerza política que hoy está gobernando, tiene un amplio respeto por el conocimiento científico, y muchas decisiones que se están tomando que tienen carácter estratégico, se basan en argumentos y estudios de origen científico, lo que les da mucha solidez a esas decisiones. El segundo componente es que todo se hace en el marco de la legislación existente, e incluso más, se fortalece toda una línea de trabajo que tiene que realizarse con nueva legislación, y esto es un elemento central que caracteriza el estilo de gobierno de Alberto Fernández y del peronismo en esta época. Y el tercer componente, además del aspecto científico, es que se están tomando en cuenta las dinámicas territoriales reales, la diversidad que tiene el país con más de 2300 localidades, muchos de ellos municipios, y que el 78% no tiene más de 10 mil habitantes. Tener un enfoque que permita analizar lo global pero también cada uno de esos micros que son el país, resulta central. En esto, el rol de los gobernadores es estratégico y está funcionando muy bien. Uno de los datos que podemos ver es cómo se ha descentralizado el sistema de testeos, donde primero lo hacía el Malbrán y en menos de un mes, tenemos 130 laboratorios de testeos en todo el país, lo que permite tener herramientas de alto nivel y alta calidad para tomar decisiones y evaluar el funcionamiento general de la pandemia. Hay una serie de elementos adicionales que tienen que ver con la pandemia que son los aspectos económicos y sobre los cuales hay toda una línea de trabajo que va apareciendo de forma permanente, donde se le acerca la comida, la vestimenta, los servicios a una población que ya estaba pauperizada o con mucha vulnerabilidad, producto de los años anteriores respecto de la economía. Y, además de eso, se toman en cuenta cuáles con las industrias y los procesos que hay que desarrollar, para que, a la salida de la pandemia, la crisis económica y social no agudice los problemas que ya la pandemia por sí mismo creó. Desde ese punto de vista, diría que todas las medidas que se van tomando, van en la dirección correcta.

¿Es posible que este tipo de esfuerzo colectivo a nivel nacional, pueda superar discusiones estériles que hemos tenido los últimos años?

-Evidentemente aún en medio de la pandemia la política sigue existiendo y hay muchos que todos estos días han intentado crear nuevas divisiones que afecten o alteren el consenso que Alberto Fernández, como Presidente, está logrando para movilizar a la sociedad en una situación inédita para Argentina y para el mundo, que es tratar de parar una enfermedad sin farmacología existente, sin tratamiento y sin vacunas. Esto de alguna manera pone en el centro de atención en la convocatoria y la movilización de la sociedad, dado que es la única manera de achatar la curva para que el crecimiento de las infecciones no genere una presión de carácter excepcional sobre el sistema de salud y mueran muchas personas, producto que el sistema no funciona bien. Desde ese punto de vista, el esfuerzo de la cuarentena en sus distintas modalidades, según el sector de la economía que se trate y a su vez según los requerimientos de los servicios esenciales que el país debe tener, se va cumpliendo cada vez mejor y con mayor comprensión de la sociedad. Esto genera un carácter de construcción política adicional porque es de liderazgo claro, además tiene un sentido pedagógico porque se explica cada una de las medidas que toman. Y –también- muy trasparente desde la información que se plantea. El Ministerio de Salud diariamente realiza un informe, uno a la mañana y otro a la tarde, y en ese informe cada uno de los datos que se da son precisos y es trasparente la información con la que la ciudadanía construye su proceso de decisiones para cumplir efectivamente esta cuarentena.

En el plano político: ¿Qué papel cree que está cumpliendo la vicepresidenta Cristina Fernández?

-En cuanto al rol de Cristina Fernández como Vicepresidenta, creo que está cumpliendo lo que se tiene que hacer. Lo inició con un liderazgo en la legislatura y va dando también las herramientas y los consensos que el Presidente requiere para poder gobernar adecuadamente durante esta crisis. Desde el punto de vista de la construcción política, que está asociada inexorablemente a la pandemia, las cosas están ocurriendo con mucho consenso; algunos quieren promover la grieta como ocurrió estos días, y se vio claramente en un sector del periodismo que comenzaron a cuestionar temas puntuales, pero también han tenido poco espacio y eso ocurre porque la sociedad comprende que se está conduciendo adecuadamente el país en una situación de crisis extrema e inédita.

 

¿Cómo ve a la Patagonia en términos de medidas y de cumplimiento de las decisiones tomadas por sus gobiernos? ¿Y qué observa de la relación entre las distintas provincias de la región para el ahora y el día después?

-En Patagonia las cosas vienen bastante bien. Hay que tomar en cuenta que esto no es una cuestión de gobierno sino de lo que nosotros en Ciencias Políticas denominamos de gobernanza, es decir, que hay un protagonismo activo de la sociedad en cada una de las localidades. Dentro de las lógicas culturales y las dinámicas económicas y sociales de cada una de esas localidades, las decisiones tienen que ser lo más adecuadas posibles para que el cumplimiento del principio del aislamiento social necesario, normas de higiene y otros, permita que no se extienda de manera exponencial el virus y tener a la salida de la crisis, los mejores resultados posibles. Nosotros tenemos que ver también que nuestro territorio es muy extenso y un tema que no deberíamos obviar es que las economías de la Patagonia están extremadamente internacionalizadas, por lo tanto, es necesario es tener políticas específicas de carácter territorial, no sólo de cómo manejar la crisis durante la pandemia, sino de cuáles van a ser las estrategias de salida cuando termine la cuarentena. Mi impresión es que, como hay muchas actividades que tienen confinamiento en yacimientos o sitios cerrados, y vinculadas a la extracción de recursos naturales que no pueden empezar y parar constantemente, sino que tienen que tener cierta continuidad, van a tener que aplicarse protocolos de bioseguridad muy específicos para cada una de las actividades y para cada una de las localidades que estén involucradas de forma directa a esas actividades. Ese es un desafío enorme, no sólo técnico sino de carácter político y de convocatoria a la sociedad en un esquema de gobernanza ciertamente claro para todos y para consolidar la estrategia que se viene dando a nivel nacional, en todo el territorio.

¿Podría decirnos en qué cree que esta pandemia puede cambiar nuestro modo de vida y qué está viendo de lo que está ocurriendo en el mundo?  

-Creo que una de las cosas que hay que observar es que esto tiene un carácter global, que realmente es absolutamente inédito. Ninguna de las crisis que se están dando en términos sociales, culturales, económicos, producto de este Coronavirus, puede encontrar un antecedente en la historia mundial. Para tener una idea, hoy tenemos alrededor de 4 mil millones de personas que están haciendo cuarentena, es decir, está el mundo prácticamente parado. Hay más de 1500 millones de niños, niñas y adolescentes que no están yendo a la escuela. Al menos 80 países de la Organización Mundial del Comercio han alterado completamente las normas comerciales mundiales y han prohibido la exportación de bienes y servicios que consideran necesarios para su propia seguridad nacional. Más de una veintena de ciudades de los países más ricos del mundo no tienen los insumos para poder afrontar esto y están en una especie de subasta en los aeropuertos de China comprando productos como respiradores, test, camas o vestimenta para la seguridad del sistema de salud. Nosotros tenemos que ver que hay otros componentes que están ocurriendo como, por ejemplo, el sistema del empleo a nivel mundial. En EE.UU, los últimos 15 años, los subsidios de desempleo no superaban las 280 mil personas; actualmente, en un mes y medio, hay 10 millones de desempleo. En Rusia se están tomando un mes y medio de receso, con el estado financiando absolutamente todos los costos caídos. Estamos ante una situación que ha cambiado drásticamente las condiciones del mundo y tenemos la obligación de pensar, al salir de la pandemia, cual es la mejor salida posible de nuestra región, en relación a estas situaciones que el mundo está asumiendo. Y en esto, el dato principal, es que toda la humanidad está convocada a resolver un problema de salud sin vacunas, sin fármacos y sin ningún tipo de otra acción que no sea su propia organización de carácter social. Esto le está dando nuevamente a los estados nacionales un rol central donde lo público es lo único que está salvando la vida y lo privado ha quedado desplazado de la posibilidad de afrontar con éxito los desafíos que esta pandemia está generando.

Trayectoria

El entrevistado cuenta con una vasta experiencia en el ámbito educativo en el cual se desempeñó tanto como alfabetizador popular en barrios carenciados, como así también como profesor en todos los niveles, pero especializándose en el último tiempo en el sistema universitario del cual escribió varios libros y artículos. Es profesor de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral y fue Ministro de Educación de Chubut, en épocas en las que Martín Buzzi conducía esa provincia, entre otras funciones y desempeños profesionales.