Automovilismo

Suma adeptos en cuarentena

La categoría 800cc viene de no pasar sus últimos mejores años. Esto, debido a la baja de autos y equipos de la competencia que organiza y fiscaliza la Asociación de Volantes de Río Turbio. En las últimas, semanas, parece haber habido un guiño positivo pensando en su reactivación. Es que distintos pilotos adquirieron alguna unidad a la que tienen pensado preparar y poner en pista para cuando regrese la acción. 

  • 13/06/2020 • 08:51
Walter Guardia adquirió el auto de su hermano Armando.
Walter Guardia adquirió el auto de su hermano Armando.

Dijo Luis Scola, capitán de la Selección Argentina de Básquet, hace unos días en el programa que conduce Alejandro Fantino por la señal deportiva ESPN: “Dentro de todas las cosas malas que están pasando, hay pequeñas oportunidades que se van abriendo y uno tiene que decidir si se va a dejar estar a lo que venga o si va ser proactivo y salir lo mejor parado posible o hasta incluso mejor. Las grandes fortunas de la historia se hicieron en este tipo de crisis. Son momentos en dónde hay gente que abre puertas que quizás antes hayan estado cerradas”.

En la Cuenca Carbonífera, parece que el mensaje llegó y caló hondo en varios. Entre éstos, algunos pilotos de la Asociación de Volantes de Río Turbio. Es que éstos vieron la cuarentena por la pandemia del Coronavirus, como una oportunidad. De sacar el pie del acelerador, bajarse del auto y pensar. Fundamentalmente en el futuro inmediato. Muchos de los que se tomaron el tiempo y el trabajo de hacerlo decidieron abrir esa puerta que, desde hace un tiempo ya, se había cerrado. Del todo, después de haber sufrido una baja importante del parque motor. Estamos hablando más precisamente de la categoría 800cc de la AVRT. La cual, antes de declararse el aislamiento social, preventivo y obligatorio en nuestro país llegó hasta a salir casi del calendario deportivo de la Cuenca Carbonífera. Por falta de protagonistas.

(Franco Fernández cumplirá un sueño).

Desde hace un tiempo, entonces, que los dirigentes de la AVRT estaban pensando en sumar a la categoría 1600cc, hoy la emblema de la entidad, una intermedia como la 1400cc. Los trabajos entorno a esto estaban por demás avanzados aunque fueron interrumpidos por la cuarentena.

En estos tiempos de soledad e introspección, muchos parecen haber vuelto atrás sobre sus ideas. Quizás empujados por esa añoranza hacia los tiempos pasados, en donde todo era diferente. Tal vez, mejor. Otros, en cambio, vieron al confinamiento como, según dijo Scola, la oportunidad para activarse y hasta reinventarse. Con la chance de salir bien parado. Hasta incluso, mejor.

Más allá de cuestiones personales, la que parece estar ganando en estos tiempos crisis, antes por la competencia en sí y ahora por los temas sanitarios, es la categoría 800cc. Es que en las últimas semanas las noticias que llegaron desde la Cuenca Carbonífera, además de estar relacionadas con las primeras nevadas, tienen que ver con esto. Y más que nada, con el hecho que varios pilotos salieron a informar respecto de sus intenciones de correr con los “bolitas”. No lo hicieron sólo con palabras sino también con hechos. Varios adquirieron unidades sobre las que tienen en mente preparar y poner en pista.    

(Lo de Freije sería para más adelante).

El que originó esta última oleada fue Maxi Freije. Éste le compró el casco a “Bebo” Flores, quien lo tenía en su taller y sin uso. Ni tampoco idea de usarlo a futuro. A diferencia de los otros, el plan de Freije es un poco más a largo plazo.

Diferente entonces a lo que piensan Franco Fernández y Walter Guardia. El primero le compró el auto a Jesús Arhex mientras que el segundo se quedó con la unidad que le pertenecía a su hermano.

Los dos nuevos dueños se mostraron contentos con la decisión tomada.

También a esa felicidad la pusieron en palabras. Por ejemplo, Fernández, dijo: “Desde chico siempre soñaba y deseaba subirme a un auto de carrera. Hace unos días vi la publicación que Maxi Freije había comprado un auto y pensé que se estaba armando de nuevo la categoría. Me puse entonces en contacto con Jesús Arhex, con quien ya venía hablando hace un tiempo, y le compré el auto. Estoy muy feliz. Ya hablé con “Carlitos” Ciancia y me dijo que iba armar el motor. La idea es dejarlo listo para estar en el autódromo cuando retome la actividad”.

Lo de Guardia, cual viejo lobo, fue más allá de la felicidad propia. “La idea es poder sumar un auto más y que la categoría siga en pista, porque la verdad que es histórica y además sirve de escuela para los pilotos que recién se inician. Ojalá cuando vuelva el automovilismo vuelva con los ‘fititos’”.

Los que también se pusieron contentos con estas novedades son Darío Chiara y Néstor Pereyra, quienes ya corrían y a partir de esto, aparentemente, lo volverán a hacer.

El 2020 no había arrancado bien para la categoría 800cc.

Las primeras fechas del año tuvieron que suspenderse. Algunas fueron por motivos ajenos a la organización. Otras, por falta de autos.

Una frase popular dice que no hay mal que dure cien años. Y parece que para los “fititos” tampoco meses. Es que estaría ya casi todo más que encaminado para un regreso de la categoría. Y con todo.

 

La 1600cc

Muchos de los que dejaron de correr en la 800cc lo hicieron porque se pasaron a la 1600cc. De ahí que la misma se haya vuelto más popular y competitiva. Hasta atractiva para ver. En las últimas carreras el parque motor superó la docena de autos. Por cómo se viene trabajando en los talleres en estos tiempos de inactividad en pista, se puede decir que cuando se reanude la acción será otra vez masiva la convocatoria. (Fuente: Te Paso la Pelota)