Santa Cruz

El comité que falta y debe crearse de manera “urgente” para luchar contra el COVID-19

El Padre Salesiano de la Parroquia San Vicente de Paul, Dr. Juan Francisco Tomás, advirtió que de forma urgente debe crearse un comité de bioética provincial, pero también una comisión similar en el Hospital Regional. Su importancia, para qué serviría y cómo estaría integrado este cuerpo. La cuarentena extendida y la ayuda que necesitan los trabajadores de la salud. El ibuprofeno inhalado y la invermectina.      

  • 13/10/2020 • 11:50

El Padre Salesiano de la Parroquia San Vicente de Paul, Juan Francisco Tomás, llegó el 7 de marzo a Río Gallegos, a días de decretarse el aislamiento social, preventivo y obligatorio en todo el país.

El sacerdote -que estuvo en diversas provincias, en Buenos Aires en La Matanza, y sectores humildes, trabajó con cartoneros, gente en situación de calle y con problemas de adicciones- y en España, tiene una mirada crítica de las medidas adoptadas en la pandemia.

Pero tiene, además, un currículum extenso (como ser Diplomado en Bioética Clínica Hospitalaria ante casos controversiales o Investigador en el Instituto de Bioética y en el Centro de Genética Humana de la Universidad Pontificia Javeriana y haber escrito ensayos y un libro) que le permite opinar de algo importante y qué falta en la provincia y en el Hospital Regional en esta complicada situación de COVID-19.

“Me asombró en sus inicios, la decisión que fue muy acertada del Presidente de la Nación del llamado a la cuarentena”, destacó, aunque como contrapartida marcó que “se ha extendido excesivamente la cuarentena con todas las consecuencias sociales, económicas y sanitarias que tiene, sin efectos demasiado positivos”.

Puntualizó que el Presidente valoró el trabajo de cuatro provincias durante la pandemia “pero no estaba Santa Cruz entre ellas”.

El virus agarró desprevenida a Río Gallegos, acotó. Asimismo, opinó que parecía que la ciudad estaba “en una panacea y pensábamos que no pasaba nada y de repente, después del 14 de julio, saltó todo lo que saltó y hoy estamos en una situación caótica en la provincia”, sobre todo en Caleta Olivia, Río Gallegos y El Calafate.

Según el sacerdote, que no habla en nombre de la iglesia, sino como profesional, se están “dando manotazos de ahogado”. Al estar todos los días en la calle, asistiendo a familias con alimentos casa por casa, Tomás tiene un panorama claro entre lo que ve y lo que escucha.

“Me consta que los médicos están dando todo. Un monumento es poco pero no siempre cuentan con las herramientas, sino con los tiempos reales, es decir, no tienen quien los reemplace. ¿Puede haber errores? Sí, pero una persona cuando trabaja y trabaja y no para… Ahí hay un descuido total a los profesionales de la salud, porque dan todo y se los descuida. Ellos no tienen tregua”, expresó.

 

“Da la impresión que no se están haciendo las cosas del todo bien, aunque se intenta hacer el bien”, dijo y aclaró que su parecer no está teñido bajo ninguna bandería política.

“Por ejemplo -enumeró- el Ibuprofeno inhalado, que el hospital no tenga comité de bioética pero que lo debe tener por ley nacional”.

Comité y Comisión

Pero por qué debe existir un comité de ética o bioética hospitalario y una comisión de bioética, fue la pregunta obvia. “Se dedican a la atención, investigación e iluminan a los profesionales de la salud en cuestiones que hacen, ya sea la investigación y educación, como la atención de los pacientes. Y esto no existe, aunque existió años atrás y del cual formé parte, como fue con el Dr. Peliche”, explicó al referirse al comité.

La comisión de Bioética está referida al ámbito gubernamental, sea nacional, provincial o municipal. “Su fin es tomar un tema candente, aportar líneas de acuerdo posible, iluminar para que los que deban tomar las decisiones en ámbitos sanitarios, las puedan tomar, sea el gobernador, ministro de Salud o diputados”, añadió.

Remarcó que es “urgente” la creación de una comisión de Bioética provincial dado el contexto epidemiológico que atraviesa Santa Cruz. “Cuando digo urgente, no digo dentro de un mes, sino que estoy diciendo que sea esta semana. No se puede esperar más y no lo digo yo, sino que son cuestiones básicas de la bioética a nivel mundial”, insistió.

Este cuerpo debe ser primero “apolítico”, es decir sus miembros no deben ser solo de un color político y estaría integrado por: un médico, bioeticista (que hay en Río Gallegos), filósofo y/o teólogo, enfermero; un abogado, para definir si las medidas a adoptar son legales; un contador o economista, para saber si “hay fondos para realizarlo”; un vecino común; y en comunidades religiosas, un representante de algún credo religioso. “Esto es interdisciplinario y transdisciplinario. Así se abarca todas las disciplinas de la salud y el eje transversal es la cultura, historia y las regiones que están en determinada comunidad”.

Lo anterior -sostuvo- es el “abecé”, pero nunca lo escuchó desde que llegó a la provincia. 

“La comisión es el ámbito donde discernir y debe saber escuchar, desde el punto de vista de la salud, con médicos; con ideas, los filósofos; de la comunidad, con el representante del vecino que escucha, la calle; y religiosos, por la gente que es creyente, para trabajar, para aportar ideas. Esto es urgente”, subrayó.

Para qué-principios   

La comisión serviría para resolver el uso o no del Ibuprofeno inhalado o tratamientos compasivos que aún no están aprobados por la ANMAT o científicamente. 

“Correspondería al Ministerio de Salud convocarla por decreto o elevarla a la Cámara de Diputados, y esa decisión sí es política. Y puede tratar el tema del último adiós o el acompañamiento a los familiares de los fallecidos por COVID”, destacó.

A esto, sumó la Invermectina, antiparasitario que de acuerdo a un ensayo realizado en Argentina reduce la carga viral. El sacerdote manifestó que suministrado “a tiempo, al virus lo puede eliminar”, aunque -advirtió- hay un problema y es la detección temprana del virus, algo que conoce de primera mano. “Llamé al 107 y nunca me atendieron, por suerte no tuve nada”, relató.

La comisión -expuso- se regirá por los principios básicos de la Bioética y ética de medicina a tener en cuenta, que “no los escuché en el debate (por ibuprofeno inhalado) que dieron de los diputados”.

Éstos son:

-Principio de beneficencia/no maleficencia, autonomía y justicia: implica que es el paciente y la familia “quien toma la última decisión, no el médico, que terapia intensiva debe decidir en el momento. En cuanto a la Justicia, que sea ”distributiva”, es decir darle las posibilidades a todos por igual

-Solidaridad y subsidiaridad: que todos son responsables “de la vida, cuidado y salud” del colectivo social al que se pertenece. Aquí, mencionó que si bien es responsabilidad del Gobierno que no exista control de circulación en las calles, pero al mismo tiempo “es responsabilidad de todos los ciudadanos que nos permitimos dar vueltas por todos lados cuando estamos en una situación pandémica muy grave”. “En este pecado social, entre comillas, todos tenemos nuestra cuota social”, abundó. 

Pero también, ayudarse económicamente “desde el Estado y comunidad a la hora de enfrentar los gastos que sean necesarios”.

-Derechos del enfermo: el primero es “el derecho la vida”. “Es cierto que el ibuprofeno inhalado no fue aprobado por la ANMAT, pero también es cierto que existe libertad de un médico si existe sería esperanza de salvar a una vida. Hay una disposición de la ANMAT, la 840/1995, y su actualización que prevé el uso compasivo de medicamentos no aprobados en determinadas circunstancias”.

-Consentimiento informado.

-Acompañamiento de los profesionales de la salud y agentes sanitarios.

* Padre Salesiano de la Parroquia San Vicente de Paul, Juan Francisco Tomás: Profesor de Filosofía y Ciencias de la Educación.

Licenciado en Teología Moral y Doctor en Teología por la Universidad del Salvador. Ambas tesis en Bioética.

Diplomado en Bioética Clínica Hospitalaria ante casos controversiales, por la Universidad Católica de Salta

Investigador en el Instituto de Bioética y en el Centro de Genética Humana de la Universidad Pontificia Javeriana (Bogotá) Investigador en la Cátedra de Bioética de la Universidad Pontificia de Comillas (Madrid')

Escritos:

-“El estudio del ADN, herramienta insuperable para la resolución de conflictos de filiación e identificación de personas” (Vida y Ética, Instituto de Bioética, UCA, Buenos Aires 2004)

-Epistemología y Método de la Teología Moral en clave de diálogo plural y secular según la Bioética Teológica de Javier Gafo (Extracto de Tesis Doctoral, AR.CA.VE. SCA. Buenos Aires 2012)

-Javier Gafo: bioética, teología moral y diálogo (Colección Cátedra de Bioética n. 24, Universidad Pontificia Comillas, Madrid 2014)